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La Formación Profesional saca músculo en Cádiz

Un alumno emerge de una inmersión en el Marítimo Zaporito. Un alumno emerge de una inmersión en el Marítimo Zaporito.

Un alumno emerge de una inmersión en el Marítimo Zaporito. / R.R.

Escrito por

· Pilar Vera

Redactora

¿Recuerdan a 'Yo soy Betty, la Fea'? ¿Ese culebrón en modo Cenicienta en el que una chica muy guapa con gafas, aparato y flequillo lamido de vaca iba a la peluquería y se quitaba las gafas y el aparato, y se convertía en una chica muy guapa? Pues algo así ha pasado con la FP. De ser el drama familiar hace una generación –“El que vale, vale, y el que no, a FP”– a convertirse en un respiradero frente al camino agonizante que, en muchas ocasiones, suponen las enseñanzas universitarias.

Según los datos provisionales de este año, en la provincia se han matriculado en Bachillerato 19.884 estudiantes. Las matriculaciones en todos los cursos de FP de Grado Medio han sumado un total de 12.103 (7.356 en el primer curso) y en los cursos de FP de Grado Superior, 11.261 (6.176 en el primer curso) –en FP de Grado Básico, 2.336–. En el curso 2017-18, había 19.485 alumnos matriculados en Bachiller, 10.118 alumnos en Grado Medio y 8.739 en Grado Superior –2189 habían iniciado la FP de Grado Básico–. Pero es que hace diez años, los alumnos matriculados en Bachillerato en la provincia eran 20.013; mientras que 10.697 estudiantes habían optado por la FP de Grado Medio y 7.379, por el Grado Superior. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el incremento de matriculaciones en FP en los últimos cinco años ronda el 30%.

En total, en la provincia gaditana, la Consejería ha ofertado en este curso 21.318 plazas de nuevo ingreso sostenidas con fondos públicos, de las cuales 3.686 son de modalidad dual. En cuanto a la oferta, se ha ampliado con 39 nuevos ciclos y Cursos de Especialización y se han autorizado un total de 168 proyectos de FP Dual. A nivel autonómico, la Junta ha ofertado este curso 7.610 plazas más en cursos de formación, lo que supone –apuntaban desde la Consejería de Educación–, 6.770 plazas más que en el curso 2018/19, el último con gobierno socialista. Aunque la oposición subrayó la importancia de primar la calidad sobre la cantidad y el dato incuestionable de que en Andalucía la tasa de paro juvenil es superior al 38%, lo cierto es que la empleabilidad es una de las bazas que han cambiado la concepción de la FP.

Nuestras cifras en paro juvenil serán sangrantes –aseguran los formadores– pero no para aquellos que tengan una titulación en algo que tiene aplicación inmediata: con un sistema en el que la formación práctica ronda el 70%, el empresario sabe que tiene a trabajadores eficaces y resolutivos. Antonio Orozco, que enseña Cocina a los chavales del IES Alminares, en Arcos, habla de la importancia de lo que ahora llaman soft-skills (habilidades blandas) en este tipo de formación: “En muchas ocasiones, cuando un estudiante acaba una carrera, ves que son muy potentes pero que no tienen herramientas laborales, porque no las han desarrollado en su vida: no han estado frente a una persona. Siempre digo que, si eres bueno en esto, serás bueno en muchas otras cosas, porque al trabajar directamente con gente aprendes mucho: a ser un buen profesional, a gestionar el tiempo, a trabajar en equipo...”

Otra cuestión es que la formación suele estar cercana a la realidad del mercado de trabajo en la zona, contribuyendo –frente a la “fuga de cerebros” universitaria– a la cacareada fijación al territorio: así, a grandes clásicos como administración y las especialidades sanitarias, se unen, en nuestro entorno, cursos que forman en metalurgia, aeronáutica, hostelería y restauración, pesca y acuicultura o incluso marroquinería.

Antonio Macías, del IES Las Cumbres, en Ubrique, intenta poner en referencia la evolución vivida por la Formación Profesional: “Cuando nosotros –la generación de los que ahora somos padres– estudiábamos, excepto en unas cuentas carreras, casi todos podíamos hacer lo que queríamos: el principal reto de la Selectividad era aprobarla. Ahora, lo complicado es suspenderla, pero hay alumnos que, con un 12 de media sobre 14, no entran en la carrera que ellos querrían y luego, los que hacen una carrera, se encuentran en un porcentaje muy alto sin trabajo”.

Así que hay muchos que se dirigen a ciclos formativos, sobre todo, de Ciclo Superior, porque “el esfuerzo total es mucho menor y la salida laboral es muy alta: hay una falta de personal técnico medio en el mercado laboral. Los horarios que luego tienes pueden ser distintos, pero de qué te sirve si luego no encuentras trabajo”, añade Macías.

Entre las especialidades del Virgen del Carmen, se encuentra la Aeronáutica. Entre las especialidades del Virgen del Carmen, se encuentra la Aeronáutica.

Entre las especialidades del Virgen del Carmen, se encuentra la Aeronáutica. / F.C.

“Con las notas de corte que existen en muchas especialidades de la salud, por ejemplo, el Ciclo Superior de la rama sanitaria tiene una demanda altísima –indica–. Y luego, desde el Ciclo Superior, te puedes reenganchar en Medicina si quieres”. Carlos Muñoz, desde el IES Virgen del Carmen en Puerto Real, confirma el balón de oxígeno que es esta especialidad, que para muchos supone “un acceso de segunda vía a la universidad”.

Victoria Oliver, la directora del IES Marítimo Zaporito, en San Fernando, ha sido también directora de FP a nivel andaluz. Para ella, a lo largo de los años, hemos ido “normalizando que la FP es una enseñanza que no tiene por qué competir con otra, pero que es tan válida como cualquier otra”. “Hay ingenieros informáticos que se han pasado a FP o han completado su formación haciendo el Grado Superior en la especialidad porque sentían que les faltaba base –continúa–. Quizá, si hubieran empezado en FP, se habrían sentido más seguros: puede ser que la formación de FP en ciertas carreras técnicas te sitúe de manera más adecuada, independientemente de si luego es un trampolín hacia la universidad o no”.

El IES Las Cumbres cuenta con cerca de 600 alumnos, de los que cerca de 250 están en ciclos formativos. Entre los cursos más demandados se encuentra el de Administración y Finanzas –“porque aquí hay muchas empresas y casi todas tienen una pequeña gestoría”–, y la joya de la corona, la especialidad en Calzados y complementos de moda, de nueva implantación: “Aunque en Ubrique no hagamos calzado”, señala Antonio Macías. Con una formación en dual, en colaboración con unas treinta empresas marroquineras de la zona, es el único Grado Medio de FP en la provincia encaminado a realizar complementos en cuero.

Macías destaca que lo fundamental de este tipo de formación es el proyecto curricular: “Si tienes que aprender a arreglar un coche híbrido, tienes que irte a un taller donde lo hagan: hay empresas donde no tocan determinadas cosas y se tienen que ir a otras porque tienen que desarrollar una serie de competencias”.

Por eso mismo, Antonio Orozco tiene sentimientos encontrados respecto a la dual: “Yo no puedo mandar a alumnos míos a un restaurante de postín para que le des 300 horas de curro pero no le des formación –explica–. Yo he tenido a alguno que me ha dicho que no hacían más que picar y eran dirección de cocina: los alumnos no van a la empresa a producir, sino a aprender. La dual está muy bien en otras ramas, pero yo puedo tener a un alumno en una práctica dual de seis horas en una pizzería pero, ¿qué está aprendiendo? Cuando aquí cada semana tocan un tema. Eso, en una cocina, es casi imposible de verlo: lo mismo tocas una técnica del huevo, pero no todas. Si en tu cocina no hay ostras, no abrirás otras nunca, y nuestro contenido dice que hay que trabajar moluscos de dos conchas, por ejemplo”.

En el curso 2012/13, había 7.379 alumnos matriculados en el Ciclo Superior de FP; en 2022/23 eran 11.261

Para Carlos Muñoz, del IES Virgen del Carmen –especializado en un aprendizaje de corte industrial–, la formación dual funciona bien con algunas especialidades y no tan bien con otras: “Nosotros por ejemplo, no podemos tener dual desde el principio: se maneja una maquinaria muy cara y peligrosa, que necesita de una formación previa”.

Muñoz critica también la pérdida hace años de la FP ocupacional, que era por las tardes, y la específica a solicitud de la empresa. Unas tendencias que ahora se están recuperando tras el daño que, asegura, hicieron los cursos que impartían los sindicatos: “Con formadores que no tenían ni idea y con un dineral: un curso de formación de dos semanas tenía la misma capacidad y dotación que un curso mío de nueve meses”, recuerda.

Durante el tiempo en que la formación para el empleo ha estado parada, la única forma de reciclarse era esta –apunta al respecto Victoria Oliver, que asegura que siempre ha visto un gran abanico de edad en las aulas–. También se da que el sistema da preferencia a los alumnos de titulación reciente, y por eso también hay alumnos de más edad, por la necesidad de renovarse”.

El Marítimo Zaporito imparte formación en Transporte Marítimo y Pesca de Altura, Acuicultura, Cultivos Acuícolas, Organización y Mantenimiento de Maquinaría de Buques y Embarcaciones, Navegación y Pesca de Litoral y Operaciones Subacuáticas e Hiperbáricas: “Nos sentimos muy orgullosos porque damos una formación académica pero totalmente situada ya en el mundo profesional, y acompañamos la titulación de todos los certificados de Marina Mercante, por ejemplo, que el alumno necesita para empezar a trabajar –desarrolla Oliver–. Otro ejemplo es el de Patrón de Litoral, que es un Ciclo de Grado Medio de Navegación y Pesca de Litoral y te exige también certificado de formación básica de seguridad, marinero de puentes, buque de pasaje… y nosotros acompañamos en todo ese viaje en el que se recogen esos títulos homologados”. Unos certificados que imparten tanto centros privados como organismos públicos, pero con listas de espera y unos precios que oscilan entre los 800 y los 4.000 euros.

"Nuestra formación es casi 50% teoría y 50% práctica", indica la directora, asegurando que en las especialidades del Zaporito la empresa se implica mucho con los alumnos. “En la especialidad de Acuicultura, es fácil ver a alumnos que vienen de Biología o de Ciencias del Mar y que echan de menos haber hecho más prácticas”. El sistema dual es, precisamente, una de las claves en la nueva concepción de la FP, “aunque ha costado y está costando”. “Aquí tuvimos el primer proyecto dual en 2013, fuimos de los primeros. Nosotros vimos las ventajas desde el principio: imagínate que tú, mientras estudiabas, hubieras podido asistir al mismo tiempo a una redacción la mayor parte del curso”, apunta.

“Estamos totalmente orientados a que el alumno se pueda integrar directamente al mundo laboral, aportando lo que podemos en solucionar también el tema del relevo generacional en la pesca”, añade. Y eso, a pesar de dificultades logísticas como la que suponen los embarques a la hora de organizar las prácticas. Así, la inserción laboral de los alumnos de Grado Superior ronda el 80%.

Para Carlos Muñoz, del Virgen del Carmen, la oferta de FP en la Bahía es –junto a la zona de Martos y Jaén– la “más puntera de Andalucía”. Tras haber sido la hermanita pobre durante mucho tiempo, “la evolución que ha tenido hoy la FP ha sido enorme: el empresario hoy sí apuesta por este tipo de empleado y está en contacto con los institutos para que su formación puede ir amoldándose al perfil que necesita. Hay operarios de FP que hoy día ganan más que chicos con carreras de Ingeniería”.

Entre la oferta de su instituto encontramos formación en Soldadura y Calderería, en Instalaciones de frío y calor y eléctricas, Montaje de Estructuras y Sistemas Aeronáuticos; en Eficiencia Energética y Energía Solar Térmica, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear; Diseño en Fabricación Mecánica y Construcciones Metálicas. Además, hay dos cursos de especialización: en Fabricación Aditiva en máquina 3D y en Digitalización Industrial –robótica y demás–. “En nuestra zona, hay pocas empresas pero muy potentes: Astilleros, Dragados, Airbus –comenta–. Y, si no tienes homologación, no vas a ninguna parte”. Soldadores, caldereros, herreros, frigoristas y mecánicos no conocen el paro: “Este verano, estaba en contacto con empresarios que querían electricistas: ya he agotado la lista y siguen pidiendo”, cuenta Muñoz.

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