La Fiscalía ha recurrido la decisión judicial de dejar en libertad a los cinco detenidos por participar la semana pasada en incidentes acaecidos en la puerta del cuartel de la Guardia Civil de Barbate después de que una patrulla recriminara a algunos de ellos por conducir a gran velocidad dentro de un casco urbano.

La Fiscalía ya recurrió el pasado viernes el auto del juez que dejaba en libertad a los tres primeros detenidos por estos hechos, que fueron arrestados el mismo día de los incidentes.

El pasado lunes fueron detenidos en Barbate José y Jesús, otros dos miembros del 'clan de los Guzmanes' de la localidad que supuestamente participaron en los hechos.

Con el criterio en contra de la Fiscalía, el juez ha acordado también su puesta libertad sin fianza, una libertad que también será recurrida por el ministerio público.

En este caso, la Fiscalía cree que se dan aún más motivos para que se hubiera acordado su prisión provisional, dado que les considera autores de varios delitos que podrían acarrear penas que suman doce años de prisión.

Los hechos de los que se les acusa, según el fiscal, podrían ser calificados, indiciariamente, como un delito de atentado contra los agentes de la autoridad con vehículo de motor, castigado con una pena de hasta seis años de prisión.

También como un delito de amenazas, agravadas por dirigirse a atemorizar a un colectivo profesional como es el de la Guardia Civil, que conllevaría una pena de hasta cuatro años de prisión.

Y como un delito de conducción temeraria penado con hasta dos años de cárcel.

La Fiscalía considera además que los numerosos antecedentes policiales y judiciales que les constan a los detenidos y el hecho de que trataron de sustraerse a la acción de la justicia para no ser detenidos, son circunstancias que justificarían su ingreso en prisión provisional.

Los incidentes ocurrieron en la tarde del pasado martes 5 de febrero, cuando una patrulla de la Compañía de Vejer de la Frontera dio el alto a un vehículo que circulaba a gran velocidad por el casco urbano e hizo bajar a sus ocupantes, todos ellos varones adultos.

Uno de ellos volvió al vehículo, lo arrancó y estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes con un fuerte acelerón.

Después de que los agentes les recriminaran esa actitud, los hombres comenzaron a increparles.

Poco después, unas 20 personas se reunieron frente a las dependencias de cuartel de Barbate, entre ellos dos de los implicados en los hechos anteriores, y comenzaron a increpar e insultar a los agentes allí presentes, según el relato del Ministerio del Interior.

Todos ellos, señalan las fuentes, pertenecen a una familia conocida de la zona, tienen numerosos antecedentes policiales por delitos de tráficos de drogas, lesiones, amenazas, contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.