El Juzgado de lo Social número 2 de Jerez ha fallado a favor de un médico, Miguel Villarta, que trabajó durante tres años en el servicio de Urgencias del hospital y que interpuso una demanda contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social, la Tesorería General de la Seguridad Social y el Servicio Andaluz de Salud (SAS), por declarar como contingencia común una baja que se produjo en mayo de 2015, cuando, en su opinión, era derivada de accidente de trabajo. De hecho la baja fue dada como tal, con diagnóstico de estado mental alterado, pero en el tercer parte de confirmación el SAS sorpresivamente modificó la contingencia, reflejando la de enfermedad común.

La sentencia, del 21 de noviembre y que aún no es firme, revoca esta resolución administrativa y concluye, tal como el médico había venido denunciando, que fue objeto de acoso laboral en el servicio de Urgencias, lo que "le ocasionó un síndrome depresivo reactivo" y falla que la baja fue derivada de accidente de trabajo.

El médico venía prestando servicios como personal estatutario del SAS desde noviembre de 2000. Villarta señaló a este medio que ha ejercido en cinco hospitales y que únicamente en el de Jerez surgieron problemas que le han llevado a plantearse el inicio de acciones por la vía penal: considera que el acoso laboral que sufrió le provocó no sólo una depresión, sino también problemas en su matrimonio, debido a que su esposa trabajaba en el mismo servicio.

Un compañero del denunciante señaló en su declaración que la jefa de sección de Urgencias le relegaba en los turnos y servicios, situándolo en aquellos que requerían menor experiencia, más desagradecidos o en Observación. También que se ejercía mayor control horario sobre él y que se le llamó la atención en público.