Medio Ambiente

Detectan en el Estrecho por primera vez una medusa de hasta 40 metros de longitud

  • Los sifonóforos han sido detectados en ambas orillas pese a que es una especie que suele vivir mar adentro

Dos de los investigadores que han participado en el estudio.

Dos de los investigadores que han participado en el estudio.

Un estudio desarrollado en ambas orillas del Estrecho de Gibraltar ha permitido detectar por primera vez la presencia masiva en tierra de ejemplares de sifonóforos, una especie de animal marino que habitualmente se localiza mar adentro.

La Fundación Descubre explicó ayer en un comunicado que el estudio ha sido llevado a cabo por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía y del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, ambos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el profesorado y alumnado de Bachillerato del colegio María Auxiliadora, de Algeciras. Se trata de un varamiento singular, por la gran cantidad de organismos que lo componían y por la zona en la que se han localizado, ya que esta especie suele habitar en aguas más profundas alejadas de la orilla.

A partir de este hallazgo, enmarcado en un proyecto de ciencia ciudadana para concienciar de la importancia de la vida en los océanos a las personas que viven cerca del mar, han creado el primer registro de un acoplamiento masivo en superficie de esta especie.

El hecho de que hayan aparecido diferentes acoplamientos a orillas del mar llevó a los investigadores a estudiar este fenómeno, cuyas conclusiones se recogen en el estudio titulado ‘First record of beaching events for a calycophoran siphonophore: Abylopsis tetragona at the Strait of Gibraltar’, publicado en la revista Marine Biodiversity.

Los sifonóforos pertenecen a los cnidarios, como las medusas, las anémonas de mar, las hidras y los corales, y están formados por múltiples unidades llamadas zooides. Se les considera parte del zooplancton oceánico y se caracterizan por su longitud, que puede alcanzar en algunos casos los 40 metros. Otro rasgo singular que los define es su aspecto gelatinoso y su capacidad para cazar utilizando nematocistos, una especie de cápsulas rellenas con un veneno y un arpón que se dispara al rozarse con ellos.La variedad más conocida es la carabela portuguesa, si bien los científicos han llegado a identificar unas 175 especies.

Durante cuatro meses los científicos y estudiantes acudían a diario a las playas gaditanas de Getares, en Algeciras, y Paloma Baja, en Tarifa, de condiciones similares, para comprobar si el viento había depositado en la superficie ejemplares de sifonóforos, de los que llegaron a encontrar hasta 200 ejemplares varados.

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