Desastre en Torre Alháquime por dos riadas del río Guadalporcún
El Ayuntamiento solicita la declaración de zona catastrófica y calcula en unos 600.000 euros los importantes daños en los equipamientos e infraestructuras
Los vecinos de Torre Alháquime han sufrido ya a lo largo de este temporal dos riadas del río Guadalporcún, que ha dejado un reguero de cuantiosos daños materiales en el municipio y el temor metido en el cuerpo a sus 890 habitantes. El primer desbordamiento fue el pasado día de Nochebuena, y el siguiente, después de Reyes.
El río se ha hecho paso por donde ha querido a causa de su ingente caudal que ha llegado hasta las mismas puertas del colegio del pueblo, el Sagrado Corazón de Jesús, que tuvo que ser tapiado a toda prisa la pasada Nochebuena. Con todo, los alumnos de este centro han iniciado el curso después de las vacaciones navideñas con normalidad, aunque se han quedado literalmente sin las pistas deportivas, donde el lodo y el agua están presentes por el derrumbe de un muro de contención. También la caldera del colegio sufrió daños y ya está reparada. Ante la situación, el Ayuntamiento, el centro escolar y los padres han establecido un protocolo por si las lluvias arrecian para sacar en menos de 10 minutos a todos los niños, según explicó ayer el alcalde de la localidad, Francisco Castro (PSOE).
Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta el pueblo por la crecida del río es el estado del puente Trejo, que da acceso a la carretera entre Torre Alháquime y Setenil de las Bodegas. Se da la circunstancia de que es la única vía que tienen los vecinos para poder llegar hasta el hospital de Ronda y con el temporal quedó malogrado.
Ante el temor de quedar impracticable, provocando el aislamiento del pueblo por esa zona, la Diputación Provincial ha tenido que hacer obras de emergencia para garantizar su paso. Pero esta infraestructura necesita de una mejora estructural, con lo que la propia institución provincial ha decretado por la vía de urgencia la necesidad de acometer estos trabajos.
Pero la cosa no queda ahí. Los efectos del temporal se han cebado en esta pequeña población con otras infraestructuras cercanas a la zona del colegio y del río.
Por ejemplo, el campo de fútbol local es, a día de hoy, un auténtico barrizal debido a que la riada se lo ha tragado, rompiendo otro muro de contención. Por no hablar de la piscina municipal, objeto de una mejora hace unos días gracias al Plan Proteja, de la Junta de Andalucía, de la que no queda absolutamente nada. Como tampoco queda nada de la zona recreativa Las Vegas, un lugar muy querido por los habitantes del pueblo ya que acoge la celebración de su tradicional romería. "Está todo arrasado. Han desaparecido los caminitos, el parque infantil y hasta las farolas", contó el regidor, quien ha presentado ya evaluaciones de todas las incidencias del temporal a las administraciones superiores para pedir la declaración de zona catastrófica.
A los daños mencionados hay que sumar las pérdidas que han sufrido negocios de particulares por culpa de las lluvias. La cooperativa Torredul, especializada en la elaboración de dulces, se ha enfrentado a inundaciones en su nave, al igual que la cooperativa municipal de espárragos, donde el agua llegó a los 50 centímetros, según el regidor. Ambas instalaciones han sido limpiadas por los socios de las mismas.
Las labores se centran estos días en la limpieza de los caminos rurales ante el mal estado y en la fijación del terreno ante los derrumbes de una ladera del pueblo, que caen sobre la calle Arenal. Con este panorama, el Ayuntamiento solicita para el futuro inmediato la acometida de la limpieza del cauce del río para evitar más desastres.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Hospitales Pascual
Hablamos con Dr. Francisco Bermúdez Ordoñez, Urólogo del Hospital Virgen de las Montañas