Juan Carlos Campo recibe la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort

Juan Carlos Campo, magistrado de la Audiencia Provincial de Cádiz y ex secretario de Estado de Justicia, recibe hoy en Madrid la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort durante un solemne acto que se celebrará en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España, que impone la condecoración.

Campo será apadrinado por Luis Aguiar de Luque, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III, y por Félix Pantoja García, fiscal del Tribunal Supremo.

Su laudatio la hará Fernando Salinas Molina, magistrado de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo.

El Gobierno concedió a Juan Carlos Campo la Gran Cruz en marzo de 2009. Se trata de la condecoración de primera categoría de la Orden de San Raimundo de Peñafort, que exige para su concesión un acuerdo del Consejo de Ministros. Su número está limitado a doscientas. La concesión de las siguientes categorías, sin numerus clausus, corresponde al Ministerio de Justicia, por decisión propia o a petición de entidades o particulares.

Juan Carlos Campo dijo ayer que recibe la condecoración con "una enorme satisfacción" y con "orgullo", y que la considera "inmerecida".

Ubicado en el sector progresista de la judicatura, Campo, nacido en Osuna (Sevilla) en 1961, es doctor en Derecho por la Universidad de Cádiz e ingresó en 1987 en la Carrera Judicial. Ha sido secretario de Estado de Justicia, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y director general de Relaciones con la Administración de Justicia de la Junta de Andalucía. A él se debe la última reforma del Código Penal.

Tiene, por tanto una destacada carrera. Pero de lo que más satisfecho se siente es de su trabajo como juez: en los tribunales, en el papel de autor de numerosos artículos y monografías y como conferenciante y profesor. "Soy un magistrado tranquilo y orgulloso que cada día afronta el reto de impartir justicia e intentar equivocarse lo menos posible. Soy un magistrado y mi trabajo como tal es lo que me llena de orgullo", comentó ayer.