Su gancho era un en apariencia inofensivo anuncio en el 'Cambalache' . "Profesor, vidente, brujo satán espiritual, experiencia y seriedad, poder en todos los ámbitos para solucionar problemas, especialmente de amor, recuperar pareja, quitar mal de ojos, impotencia sexual, etc. Garantizado 100%. Resultados 3 días".

Así rezaba el texto que atrajo al menos a cuatro víctimas, hombres y mujeres que padecían mal de amores, que únicamente querían, en unos casos, atraer a la persona que les gustaba. Y en otro, quitarse de encima a un pesado que la "agobiaba".

Y acabaron, ellos, haciendo chapuzas en casa del anunciante, y ellas, trabajando como empleadas del hogar. Pero sin cobrar ninguno. Y en la ruina, tras haberles entregado todos sus bienes. Como esclavos todos ellos, una mujer hasta secuestrada, sin dejarle salir de la casa en la que el supuesto artífice del cruel invento, un sujeto de 34 años de edad natural de San Fernando y afincado en Chiclana, se había montado una suerte de secta satánica con su pareja.

La dirección, de lo más apropiada se podría decir en este caso: un chalé de la calle Buitre, emplazada en la urbanización Las Rapaces, entre Mogarizas y Los Gallos. Y gallos no, pero sí pollos y gallinas, y hasta en una ocasión, un cabrito, son los animales que la pareja sacrificaba en los rituales que realizaban para amedrentar a sus víctimas, clavándoles una daga hasta que morían desangrados, y cuyos cadáveres enterraban después en el jardín del chalé.

¿Y quién era el 'brujo'?. Carlos Javier R.L, un individuo con antecedentes por estafa , en teoría dedicado a la compra venta de vehículos de alta gama traídos desde el extranjero, quien supuestamente habría montado toda esta increíble y aterradora parafernalia para conseguir fondos para su auténtico negocio: el trucado de los cuentakilómetros de turismos que revendía a precios muy superiores haciéndolos pasar por nuevos o semi nuevos.

Contaba con al menos cinco compinches. Su pareja sentimental, María M.P., de 24 años de edad, natural de Chiclana, con la que presuntamente esclavizaba a los adeptos a su secta. Y otras cuatro personas más: M.A.V.A., un chileno de 46 años de edad, y el gaditano D.E.R., de 26, ambos domiciliados en El Bosque; A.D.L.Z., de 33, vecino de San Fernando como el supuesto cabecilla, y el germano M.H.D., de 44 años, vecino de Schwalbach (Alemania). Estos cuatro últimos eran los que, según las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, se encargaban de importar los turismos, de manipular el kilometraje, falsificar la documentación y trasladar los coches a los supuestos compradores.

"El verdadero hijo de Satán". Así se autoproclamaba Carlos Javier, quien, ayudado por su novia y con los crueles sacrificios de animales que montaba en la casa, llegaba a anular la personalidad de sus víctimas, según ha informado la Guardia Civil.

"Si no haces lo que te digo, antes de final de año el demonio te matará. A toda tu familia y después a ti". Ésta era la amenaza que repetía frecuentemente a los clientes a los que había logrado atraer con su esotérico anuncio, y a los que acababa por dominar de tal manera que hasta acababan esclavizándolos, trabajando para ellos. Sufriendo todo tipo de vejaciones, insultos y hasta privación de libertad (entre otros delitos, se les imputa detención ilegal), obligándoles a asistir a esos supuestos rituales satánicos, pagando incluso por ello hasta más de 3.000 euros.

La dominación que ejercían sobre las víctimas (a ellas, empleadas de hogar a la fuerza las llamaban "mujeres de Satán") ha sido tal que por lo menos dos de ellas han llegado a vender todas sus propiedades y bienes para entregárselos a la 'satánica' pareja.

Aceptaban todo. Tanto pisos, como vehículos, sofás y hasta aparatos de aire acondicionado entregaron sus amenazados clientes.

Finalmente, una de las víctimas venció su miedo y acudió a la Guardia Civil a denunciar a principios de septiembre. El equipo de Policía Judicial de la Benemérita en Chiclana emprendió una operación, a la que bautizaron con el nombre de Creador, que durante la semana pasada permitía detener a la pareja y a sus compinches. Tras ser puestos a disposición judicial, tanto Carlos Javier como María, así como otro de los supuestos implicados en la fraudulenta venta de automóviles, fueron enviados a prisión. Los otros tres quedaron en libertad con cargos.

El autoproclamado hijo de Satán, que mide poco más de 1,70 metros de estatura, y es de complexión bastante gruesa, con pelo negro rizado, abultada barba y bigote, ha acabado de este modo de nuevo entre rejas. Ya lo estuvo hace más de dos años, al parecer, por una estafa con venta de coches por medio en la que se vio involucrado. De hecho, Carlos Javier R.L. llegó a constituir en 2006 una empresa, Autos Corona S.L., con sede en San Fernando, dedicada precisamente a la compraventa de automóviles, que fue extinguida en 2007, justamente cuando pasó la temporada citada en prisión.

El buscador de Internet Google le sitúa años atrás, en 2002, en Chiclana, donde , al no dar con su paradero, a través del boletín provincial era citado para un juicio de faltas, y al año siguiente, en Palma de Mallorca, tres cuartos de lo mismo para otro juicio. También la Seguridad Social le ha venido reclamando en estos últimos años distintas deudas.

A buen seguro que, con todo lo que supuestamente ha estafado a sus víctimas y con todo lo que se le ha incautado, podrán cobrar sus deudores. Para determinar con exactitud el botín que todos los implicados habrían podido conseguir con sus ilícitas actividades, la Guardia Civil ha abierto una investigación patrimonial .

La operación sigue abierta por si aparecen más víctimas del 'brujo' y sus amenazas satánicas, que han provocado algunos de los afectados hasta trastornos de los que tratan de recuperarse con ayuda de psiquiatras.