El sector de Sanidad de CSIF Cádiz ha reclamado a la dirección general de personal del SAS en la provincia que garantice la fiabilidad de las pruebas diagnósticas de Covid-19 que se realicen a los profesionales de la sanidad y que, para ello, los tests se realicen tal y como indican sus fabricantes. CSIF tiene constancia de que, en la provincia, en la mayoría de los centros sanitarios, se están llevando a cabo pruebas diagnósticas a partir de sangre capilar (por digitopunción, en la yema del dedo), en lugar de sangre venosa, que es el procedimiento que garantiza la empresa que comercializa los tests. Para CSIF existen dudas razonables sobre la fiabilidad de la prueba si se realiza con muestra de sangre por digitopunción, dados los resultados discordantes que se han registrado cuando la muestra de sangre ha sido extraída directamente de la vena (venopunción).

El SAS ya tiene conocimiento de esta reclamación, pero la semana pasada argumentaba en mesa sectorial (en reunión con los representantes sindicales) que los resultados no variaban independientemente de dónde se obtuviera la muestra de sangre analizada. Ante tal respuesta, CSIF le ha pedido a la administración sanitaria que realice un estudio comparativo de la fiabilidad que defiende y que aporte documentación debidamente firmada por el organismo competente que avale su eficacia.

Aun con todo, CSIF ha pedido al SAS que, ante resultados negativos, las pruebas sean repetidas tal y como recoge el procedimiento que indica el fabricante de los tests.

En el caso de que se confirmara la variabilidad de los resultados por el uso de una técnica inapropiada (la digitopunción), para el sector de Sanidad de CSIF Cádiz “sería, además de un nuevo golpe para los profesionales sanitarios, un auténtico derroche de dinero, al estar realizando tests cuyos resultados obligarían a repetir las pruebas y malgastar más recursos”. Hay que recordar que los profesionales llevan reclamando estos tests desde el inicio de la crisis sanitaria, para detectar el personal contagiado, y que ahora, cuando por fin han llegado, los servicios centrales del SAS ordena que se realicen de una forma que no contempla el propio fabricante.

CSIF espera no tener que volver a denunciar a la administración sanitaria por no adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y salud entre los profesionales de la sanidad pública.