Bouza firma el ERE de Cádiz Electrónica, el último con mediación de la Junta

Los nuevos tiempos de reformas laborales provocan situaciones extrañas, como la vivida ayer en las puertas de la Delegación de Empleo en la capital gaditana. Allí, en el interior del despacho del delegado, Juan Bouza, se firmaba minutos antes el que puede ser el último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha contado con la mediación y defensa de la Junta de Andalucía. Así lo expresó el propio Bouza, que no dudó en cargar contra la nueva ley laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, y de la que también ayer los sindicatos CCOO y UGT dieron cuenta anunciando las primeras movilizaciones.

El caso es que el cierre al final del conflicto de Cádiz Electrónica, con la firma del documento que certifica la extinción de los 380 puestos de trabajo de la filial de Visteon, se escenificó ayer como la victoria sobre "el ogro", en palabras del presidente del comité de empresa, Bartolomé Bruzón. Y también se escenificó con una imagen para el recuerdo: la de un delegado de Empleo en Cádiz aplaudiendo y siendo aplaudido por aquellos a quienes acaba de rubricar su ingreso en el paro. Sea por la entrada en vigor de la nueva reforma o por el hecho de que Bouza dejará su cargo en marzo (tras las elecciones autonómicas), el hecho es que fue su último ERE.

Más que alegría, la sensación de ayer de trabajadores y de responsable político, era la de "haber salido con dignidad" de todo este proceso " y de haber hecho entender a la multinacional, que era un enemigo muy poderoso, que no podía irse sin aplicar la ley", indicó el responsable de Empleo. Estaban contentos porque, como señaló Bouza, "hemos ganado la batalla a Visteon" y, porque como también reseñaron los miembros del comité, "nuestro ERE ha dado en el larguero y ha entrado", en referencia a la nueva normativa que elimina la aprobación previa por parte de la Administración autonómica a cualquier expediente de este tipo. Dicho de otro modo: con la negociación de este expediente, se ha conseguido que cada empleado se lleve a su casa 45 días por año trabajado (algo que ya no volverá a ocurrir); y, sobre todo, que los terrenos de su factoría queden para "dar solución no sólo a los trabajadores de Cádiz Electrónica, sino al resto de parados de la Bahía", dijo Jesús Serrano, de CCOO.

Tampoco reparó en adjetivos el delegado provincial al referirse a la nueva reforma: "Ni Franco se atrevió a tanto", dijo Bouza en alusión a lo que entiende como un recorte en los derechos de los trabajadores, para añadir que la nueva legislación laboral "hurta la posibilidad de mejorar las condiciones en las que se produzcan los ERE" y "desregulariza el mercado de trabajo, al eliminar la autoridad de la propia autoridad laboral".

Antes de bajar a la calle, donde esperaba la que desde mañana será la ex plantilla de Cádiz Electrónica, Bouza agradeció el trabajo desempeñado en este asunto por "los compañeros de esta Delegación, por los de Innovación, y también del presidente de la Diputación y del alcalde de El Puerto, por trabajar todos en la misma dirección". Ya en la plaza Asdrúbal, el delegado acabó recogiendo una camiseta naranja, con lema alusivo a Ford y Visteon incluido, y sobre todo con el aplauso de unos trabajadores conscientes de que Bouza les ha conseguido unas condiciones impensables sólo 48 horas más tarde.

Una hora antes de que se produjera esta escena, el secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, afirmaba en Cádiz que la reforma laboral aprobada por el Gobierno es "la de mayor coste social para el mayor número de personas" en los últimos 40 años. Dijo que la nueva normativa laboral que "acaba con los derechos de los trabajadores" al convertir "al ladrón y al robo en una actividad normal" y la contratación "en fraude de ley". Según Pastrana, es "la más dura" y la de "mayor coste social" de las 52 reformas del Estatuto de los Trabajadores porque "en la práctica acaba con los derechos de los trabajadores".

Por eso, UGT y CCOO, de forma conjunta, anunciaron movilizaciones que comenzarán con una manifestación en Algeciras y una concentración en Cádiz el próximo domingo, y continuarán con encierros en diversos centros de trabajo para informar de la reforma.