Punto y final a año y medio de pesadilla. Alestis logró solventar el pasado 7 de febrero el último trámite para salir del concurso de acreedores en el que estaba sumida desde mayo de 2012 y alejar, así, el fantasma de la liquidación. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla aprobó la propuesta de convenio refrendada por el 90% de sus acreedores el pasado 19 de diciembre: pagarles la deuda de 284 millones de euros con una espera de siete años y sin ninguna quita. El juez certificó la salida del concurso después de constatar que ningún acreedor había presentado oposición alguna al acuerdo durante el plazo legal establecido para ello.

Así lo comunicó ayer el consejero delegado de Alestis, Francisco Javier Díaz Gil, a sus trabajadores en una nota interna. En ella les indicó que la compañía aeronáutica entra ahora en "una etapa de funcionamiento normalizado, sin intervención de elementos externos", aunque sin pasar por alto los esfuerzos que aún les quedan por hacer. Recalcó la "inexorable obligación" de hacer frente al pago de la deuda a partir de 2021, por lo que de aquí a entonces, indicó, la empresa tendrá que "conseguir un free cash flow de 105 millones a través del superávit en sus operaciones ordinarias". Díaz Gil advirtió que la única forma de lograrlo sería continuar con su hoja de ruta: hacer más rentables sus programas y reducir los costes.

Con ello hizo una velada alusión a la aplicación del ERE para 234 empleados aprobado en abril del año pasado y que la compañía tendrá que aplicar antes de que transcurra un ejercicio completo. Sin embargo, Alestis no quiso aclarar si se llevarán a cabo todos los despidos o se reducirá el número de afectados, dado que el escenario ha cambiado desde que se plantearon: ahora hay otros ritmos de producción que pueden requerir más mano de obra y, desde entonces, ya han salido 128 personas de la empresa. En marzo de 2013, la plantilla ascendía a 1.564 personas (excluyendo Brasil), mientras que actualmente se sitúa en 1.436.

Una vez superado el concurso de acreedores, el principal reto que tiene Alestis entre manos es cerrar la composición de su nuevo accionariado y consejo de administración. Tras apalabrar el desembarco de Airbus, su principal cliente, a cambio de la salida de Grupo Alcor (38,1%) y de Caixabank (16,7%), es el turno de que la Comisión Europea (CE) dé luz verde a esta toma de control. Y es que el gigante aeronáutico, que ya tenía el 1,7%, se hará en total con el 56% del pastel. Bruselas dispone de dos meses para aprobar la operación, pero todas las fuentes consultadas apuntan a que lo hará antes de que concluya febrero.

El beneplácito de Bruselas es el requisito necesario para que empiecen a cuajar el resto de movimientos. Al aterrizaje de Airbus en el capital, se sumará la llegada del Gobierno Central de la mano de la SEPI. Esta sociedad aún tiene que determinar cómo materializará su entrada, pero fuentes cercanas al proceso aseguran que lo hará antes de finales de año.