el drama de la inmigración

Aimé en busca de su hijo Samuel

  • El que podría ser el padre del pequeño hallado muerto en las costas de Barbate llega a Cádiz para someterse a las pruebas de ADN y confirmar la identidad del pequeño

Aimé Kabamba, a su salida anoche de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz.

Aimé Kabamba, a su salida anoche de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz. / fito carreto

Se llama Aimé Kabamba, viene del Congo y está convencido de ser el padre del niño inmigrante cuyo cadáver fue encontrado el viernes 27 de enero entre las rocas de la playa de Zahora por un vecino de Barbateque paseaba por la zona. Aimé llegó ayer, pasadas las diez y cuarto de la noche a la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, acompañado por dos familiares y en la parte de atrás de un coche marca Seat. Con gesto serio, no se paró para atender a los medios de información que esperaron su llegada durante horas, ni a la entrada ni a la salida de las dependencias policiales, tres cuartos de hora después.

El objetivo de su viaje a Cádiz era el de someterse a la extracción de muestras de saliva para cotejar su ADN en el laboratorio de la Guardia Civil con el del pequeño que acabó su vida en las costas barbateñas. Aimé cree haber reconocido a su hijo Samuel por las ropas halladas, en muy mal estado, sobre el cuerpo del pequeño que, en el supuesto de que fuera él, habría desaparecido a mediados de enero al naufragar la patera en la que viajaba con su madre Veronique. El cadáver de esta apareció también hace unos días en las costas de Argelia.

La identificación está lejos de ser segura por algunos detalles físicos del cuerpo hallado

Pero la identificación está muy lejos de ser segura. De hecho, de fuentes cercanas a la investigación se ha podido saber que algunos claros detalles de identidad física que Aimé habría señalado como propios de su hijo Samuel no coinciden en absoluto con lo que la autopsia ha detectado. En concreto, se trataría de una singularidad muy clara en el pequeño cuerpo que espera desde hace más de un mes en el depósito de Instituto de Medicina Legal de Cádiz.

La estancia de Aimé en la Comandancia de la Guardia Civil fue corta. Los agentes estaban esperándolo desde varias horas antes, y en cuanto llegó se procedió a la extracción de la muestra y, según dijo el propio comandante Eladio Gutiérrez, a plantearle varias cuestiones relacionadas con el caso. No fue posible conocer más detalles puesto que el mismo coche que entró en las instalaciones salió tres cuartos de hora después sin que fuera posible obtener declaraciones de sus ocupantes.

Hace unas fechas, Aimé Kabamba, padre del pequeño de cuatro años, se personó en la Embajada de España en Kinshasha para solicitar que le permitiesen viajar a España para identificar el cadáver, después de que recibiera la noticia de que la madre de Samuel, Véronique Nzazi, había aparecido sin vida.

Tras estudiar el caso, y teniendo en cuenta las circunstancias especiales del mismo, el Ministerio del Interior que dirige Alfonso Dastis accedió a conceder a Kabamba un visado de corta estancia, no superior a 90 días, tiempo que se cree más que suficiente para que Aimé Kabamba espere los resultados de la prueba de ADN en los laboratorios de la Guardia Civil en Cádiz. Si efectivamente el cadáver que se conserva en la morgue es el de su hijo, podrá iniciar los trámites para su repatriación a la República Democrática del Congo, gestión que ya no compete asumir a las autoridades españolas.

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