La industria farmacéutica impulsa envases más sostenibles gracias al ecodiseño
Uno de cada tres medicamentos comercializados hoy en España incorpora ya algún tipo de mejora medioambiental en su envase permitiendo que su huella ambiental sea menor
La industria farmacéutica lleva años rediseñando los envases de los medicamentos para reducir su huella ambiental a través del ecodiseño.
El ecodiseño consiste en introducir criterios ambientales desde el momento en que se concibe un envase. En el ámbito farmacéutico, esto se traduce en utilizar menos material, escoger opciones más reciclables, optimizar tamaños y formatos o emplear tintas más ecológicas. Todo ello se hace siempre cumpliendo los estrictos requisitos para garantizar la calidad, seguridad, estabilidad y eficacia del fármaco que contiene y servir de soporte de información para que el paciente pueda hacer un uso correcto del mismo.
Los Planes Empresariales de Prevención y Ecodiseño (PEPE) de SIGRE han sido fundamentales para que esta transformación sea sostenida, medible y global dentro del sector. Desde su puesta en marcha en el año 2000, cada edición de este plan ha permitido impulsar la adopción de nuevas mejoras ambientales en los envases de los medicamentos. Gracias a este trabajo coordinado, las compañías farmacéuticas han emprendido más de 3.300 iniciativas de mejora ambiental, que se han aplicado a más de 1.000 millones de envases comercializados a lo largo de este periodo de tiempo, de forma que actualmente uno de cada tres medicamentos comercializados en España incorpora alguna medida de ecodiseño en sus envases para ser más respetuoso con el entorno.
Fruto de esta evolución, hoy es habitual encontrar estuches más pequeños, cajas mejor aprovechadas o envases con menos espesor. Estas modificaciones no alteran en ningún caso la calidad ni la seguridad del medicamento; simplemente permiten que su huella ambiental sea menor. Además, al reducir tamaño y peso, se mejora también la eficiencia logística, lo que disminuye emisiones y consumo de recursos a lo largo de toda la cadena farmacéutica.
SIGRE recuerda que todas estas mejoras son evaluadas bajo criterios de seguridad y supervisadas por las autoridades sanitarias, por lo que cualquier cambio solo se aplica cuando es técnicamente viable y se garantiza la conservación adecuada del medicamento.
La disminución del tamaño de los envases tiene un beneficio medioambiental directo: se consume menos materia prima, se generan menos residuos y se facilita su posterior reciclaje a través del Punto SIGRE de las farmacias, donde los ciudadanos pueden depositar los envases y restos de medicamentos después de su uso.
“Los PEPE son una herramienta esencial para avanzar hacia un medicamento más sostenible”, subraya Miguel Vega, director general de SIGRE. “Aunque no es sencillo introducir modificaciones en los envases de los medicamentos, puesto que deben cumplir estrictos requisitos legales y técnicos para garantizar la salud pública, este esfuerzo es una muestra más del compromiso de la industria con la economía circular y el desarrollo sostenible”.
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