El Rey fue el encargado de pronunciar el discurso de clausura de la XXI Cumbre Iberoamericana en Asunción con una invitación a la del próximo año, que se celebrará en Cádiz con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812, La Pepa, que, según recordó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo vida corta por la respuesta de las "fuerzas reaccionarias". "Para muchas de nuestras naciones fue sin duda un momento histórico. La Constitución de 1812, que convertía al súbdito en ciudadano, no fue sólo la primera promulgada en España, sino también una de las más avanzadas de su época", destacó el Monarca.

Rodríguez Zapatero concluyó su participación en las cumbres iberoamericanas con una intervención en la que expresó su disponibilidad a seguir trabajando con todos los líderes de Latinoamérica.

Junto a él intervinieron el presidente anfitrión, el paraguayo Fernando Lugo, y el de Panamá, Ricardo Martinelli, al ser el país que será sede de la cumbre de 2013.

"Me tendrán a su disposición ya no como presidente del Gobierno, sino como el ciudadano latinoamericano que me sentiré toda la vida", afirmó Zapatero, que no pudo despedirse de los once jefes de Estado que no acudieron a la Cumbre.