Mina El Hammani, actriz: "El éxito es el teatro y estar nerviosa delante del público"
La actriz Mina El Hammani (Madrid, 1993) saltó a la fama a través de la pequeña pantalla como parte del reparto de El Príncipe y, posteriormente, Élite. Este papel le dio una enorme popularidad en redes -atesora casi seis millones de seguidores- y le ha abierto un sinfín de oportunidades a las que saca partido desde la reivindicación y la denuncia. El 5 de diciembre estrena La tierra de Amira, un proyecto que le ofrecieron hace seis años y que (al fin) ve la luz. En la cinta de Roberto Jiménez, que se proyectó en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, se mete en la piel de una joven que se busca la vida en Andalucía trabajando como temporera y retrata una realidad cargada de injusticias. Compagina su rol como intérprete con el de productora en Quiet Producciones, un lugar en el que impera la calma y el disfrute por la profesión con la que soñó desde niña.
Pregunta.¿Qué ha cambiado en la actriz que debutó con El Príncipe?
Respuesta.A nivel profesional no he cambiado mucho porque desde muy pequeña he pensado que esta profesión no es para mí, sino para el público. Siempre he buscado la reflexión y el debate con los proyectos que he hecho. Sí que es verdad que te adentras en esta industria, que no es la profesión, y conoces ciertas cosas que te descolocan, como esa no necesidad del arte, sino de la parte económica. Eso me ha hecho entender que hay cosas que no están a mi alcance, pero lo que sí que está en mi mano es crear una productora para generar ese debate y esa reflexión. Ahora mismo estoy intentando volverme a enamorar de la industria, porque lo he dado absolutamente todo por esta profesión.
P.¿Qué supuso para una joven de 24 años que su debut llegara con Élite? Teniendo en cuenta el boom de esta serie.
R.Tuve suerte porque antes de Élite, trabajé en El Príncipe y fueron nueve meses en los que aprendí muchas cosas del oficio. También tuve la suerte de hacer teatro en el Centro Dramático Nacional con Luis Luque. En ese elenco maravilloso estaba Julieta Serrano, una persona que ama la profesión como nadie. Cuando llegó Élite, lo enganché desde esa parte artesanal del oficio. La serie fue muy bien y nos conocieron en muchísimos sitios, pero esa parte de la fama no la recogí desde ahí. Al contrario, me generó mucha más responsabilidad para seguir intentando contar historias interesantes y que pudiesen calar en el público. Tengo la gran suerte de haber trabajado con personas que nos han abierto el camino en esta profesión y me parecía una falta de respeto llevar la fama a otros lugares.
P.En su última película interpreta a Amira.
R.Hay millones de Amiras en el mundo y para mí era una responsabilidad muy grande, porque veía importante no caer en el estereotipo de las personas inmigrantes. Sobre todo de las que vienen de Marruecos. Hablo de mi madre, mi padre, gente que ha venido en busca de una vida muchísimo mejor, pero dejando atrás a sus familias. Amira es una chica muy joven que lo único que quiere es ayudar a su familia en Marruecos y la única manera será trabajando en la fresa. Ya no es solo el trabajo en sí, sino que a su alrededor recibe insultos, menosprecios, racismo... en el camino se encuentra a Justino, con el que tendrá una relación muy Tom y Jerry.
P.Este personaje vaticina que en el pueblo sólo van a "quedar los perros, los viejos y los esclavos".
R. Lo más triste es que, muchísimas veces, cuando hablamos de esclavos nos vamos directamente a Estados Unidos, pero en España los sigue habiendo. Me hace gracia que la gente hable del siglo XXI en España como una cosa muy modernizada, pero estamos muy atrás. Hay que poner el foco en eso y, sobre todo, la gente tiene que ser honesta con lo que está conviviendo.
P. ¿Los mensajes que plantea la película son más necesarios que nunca?
R.Totalmente. A Roberto Jiménez, el director, le he dicho que me encantaría hacer proyecciones con coloquios para gente joven. Este tipo de películas son muy necesarias. A nivel artístico estoy muy agradecida con el proyecto pero, a nivel personal, hay un punto en el que pienso que no todas podrán tener el final de Amira. Por eso es importante promover coloquios en los que se hable de todo y, también de la realidad actual de España y Andalucía.
"En 'La tierra de Amira' veía importante no caer en el estereotipo de las personas inmigrantes"
P.Hemos retrocedido.
R.Nunca se ha avanzado. Hemos visto muchísimas denuncias de abusos sexuales a temporeras y lo que ha pasado es que han prescrito. No se las ha escuchado.
P.Este año también ha interpretado a Helena de Troya en Las Troyanas. ¿Cómo fue la experiencia?
R.Increíble. Recuerdo que estaba en mi casa pensando qué iba a hacer con mi vida y me lo ofreció Carlota Ferrer. El texto lo escribió ella con Isabel Ordaz y el elenco es maravilloso.
P.Es gran defensora del teatro aun habiendo saboreado las mieles del éxito televisivo.
R. El éxito es el teatro y estar nerviosa delante del público. La primera vez que estuve en Mérida, recuerdo los nervios que tenía antes de entrar a escena y esos nervios no los he tenido nunca. Ahí, realmente, es cuando te pones en activo y el actor demuestra que está para lo que tiene que hacer: para el trabajo y para el servicio del público. Este año me ha pasado exactamente lo mismo.
P.Hábleme de los proyectos que lleva adelante con Quiet Producciones.
R.Empezó en el año de la pandemia, porque estábamos todos encerrados y no paraba de pensar en el futuro. De repente, estamos todos encerrados en casa y el futuro no existe. Es el aquí y el ahora. Decidí montar esta productora. Tuve la gran suerte de conocer a Pablo Martínez, que es un director y guionista que me ofreció un texto para hacer un cortometraje. Lo hicimos, me presentó a Candela, mi socia, y así empezó todo. De manera natural y sencilla. Se llama así porque un día pensé que si tenía una productora quería que todo el mundo estuviera en su lugar, tranquilos, disfrutando y recordando ese momento en el que, de pequeños, teníamos la ilusión de ser partícipes en esta profesión.
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