Belén de los Reyes, cantaora y antropóloga: "El flamenco es de todo menos puro"

La joven cantaora, premiada por la Fundación Cristina Heeren, se encuentra produciendo junto a su grupo, Alborea, el disco 'Semillas'

Belén de los Reyes. / DS
Gonzalo Gragera

03 de diciembre 2025 - 07:01

Belén de los Reyes estudió Antropología y Mediación, y lleva sangre de reyes en la palma de su mano. El pasado mes de julio, la joven cantaora recibió el primer premio del Concurso Talento Flamenco de Cante ‘Naranjito de Triana’, de la Fundación Cristina Heeren, y desde hace unas semanas trabaja con su grupo, Alborea, en la producción de un disco del que ya conocemos un primer tema, ‘Mercurio’, con su sincretismo flamenco, con esa síntesis de quien domina el género y viene a aportarnos otras maneras. Aquí habla una voz renovadora del cante. Con una personalidad que no se parece a nadie y que a su vez nos suena a todo.

Pregunta.¿En qué coinciden el flamenco y la antropología?

Respuesta.Coinciden en que el flamenco es la voz del pueblo. Es la expresión de nuestras vivencias, de cómo entendemos la vida, de cómo expresamos nuestras alegrías. El flamenco también supone una cosmovisión sobre temas trascendentales como puede ser la muerte. Y la antropología, por su parte, busca entender cómo el pueblo siente y cómo el pueblo ve la vida. Ahí está el nexo de unión.

P.¿Es el flamenco una antropología?

R.Te diría que sí, porque al igual que la antropología es el estudio de culturas y costumbres, el flamenco es esa forma de expresarse que tiene el pueblo en cuanto a su cultura y sus costumbres. Digamos que la antropología es la materia y el flamenco se puede entender como una expresión de esa materia.

P.¿Qué cree usted que tienen que aportar las nuevas voces, como la suya, al flamenco?

R.Creo que la diversidad. Las nuevas voces de hoy creo que pueden aportar variedad a un mundo en el que siempre se ha entendido que la voz flamenca debe ser de una determinada forma. Otro punto importante que creo que deben aportar las nuevas voces hoy en día es las letras. Venimos cantando letras que representan a otra época, a otro contexto social, otro contexto político. Y muchas veces cantamos cosas que casi ni nos representan. Por ejemplo, en los cantes de Levante, de las minas, cantamos penas que no hemos vivido. Por una parte, está muy bien, y creo que es necesario, porque evocamos una época y te da una dimensión histórica del flamenco, pero creo que las nuevas voces podemos hablar también desde nuestro dolor y desde nuestra manera de vivir, de nuestras fatigas actuales.

P.¿Cuáles son esas fatigas de su generación?

R.Los jóvenes de hoy en día sentimos una desconexión muy profunda con nuestro ser y con el mundo en el que vivimos. Somos bastante incomprendidos. Nos hartamos de estudiar sin saber hacia dónde vamos. Nadie nos asegura el día de mañana tener una casa, nadie nos asegura que nuestro trabajo vaya a perdurar en el tiempo. Todo puede cambiar de un día a otro. Y yo creo que esa inestabilidad es lo que más nos hace pasar fatigas.

P.¿Qué quiere aportar Belén de los Reyes al flamenco?

R.Quiero aportar otra visión. Junto con mi grupo, Alborea, queremos aportar una manera diferente de ver el mundo que se traduce en una conexión profunda con nuestro ser, con nuestra manera de ver la música. Vemos el flamenco de manera más abierta a lo que suele ser habitual. El flamenco suele ser muy de acotar las cosas y de decir esto es así, o esto es asao. Y ya.

Lo conservador es incompatible con la música, pues esta siempre está abierta a las influencias externas. El flamenco tiene influencias de todas las culturas que te puedas imaginar"

P.Sí: el flamenco es muy categórico. Pero también es muy experimental.

R.El flamenco, al igual que pasa con la música clásica, se ha intentado conservar, digamos. Es comprensible. Necesitamos tener unas pautas para enseñar estas músicas –que por cierto se enseñan en conservatorios, una palabra que no es casual-. Pero lo conservador es incompatible con la música, pues esta siempre está abierta a las influencias externas. El flamenco tiene influencias de todas las culturas que te puedas imaginar: sefardí, afroamericana, andalusí y, por supuesto, castellana y gitana, de la cultura gitana. Visto así, ¿por qué no se va a mezclar un ritmo urbano dentro del flamenco?

P.¿Existe un flamenco puro?

R.El flamenco para mí es de todo menos puro. A ver, hay un flamenco tradicional, ortodoxo, pero me parece absurdo hablar de un flamenco puro o impuro porque el flamenco es impuro por naturaleza. Es una mezcla de culturas, de vivencias, de resistencias, de quejas de muchos pueblos.

P.En Alborea han abierto un crowdfunding para sacar disco, ‘Semillas’. ¿Es esta la única solución factible para hacer carrera en voces emergentes como la suya? ¿No existe una industria que os apoye?

R.No lo ponen nada fácil. La solución más viable por tanto es la solidaridad, sí. No hay otra.

Pienso que Camarón y Lole Montoya son psicólogos. Cuando tú te los pones se te quita todo lo malo"

P.En el primer tema que conocemos de este futuro disco, ‘Mercurio’, nos habla usted de raíces. ¿Dónde sitúa las raíces de su creación?

R.Mis raíces son la familia preciosa que tengo. Mi padre toca la guitarra, como aficionado. Mis tías todas cantan. Mi abuelo era un pedazo de aficionado también. En mi casa se ha escuchado flamenco toda la vida. Esas son mis raíces.

P.En su generación –hay muchos ejemplos- percibo una vuelta al arraigo, a la cultura propia, a aquello que hace no más de quince años se consideraba desfasado o antiguo. ¿A qué se debe este fenómeno?

R.Es la respuesta a un mundo tan globalizado. Queremos, creo, sentirnos parte de algo. Tener arraigo. También necesitamos volver a la raíz para seguir evolucionando hacia lo moderno.

P.En ‘Mercurio’ nos dice usted que la música es salvación. ¿Por qué la música nos salva?

R.La música es una herramienta de sanación. Por ahí puedes expresarlo todo. Y a mí me ha salvado de muchas situaciones. Además, creo que la música está conectada con tu cuerpo, con tu interior. Es algo muy potente.

P.Dígame una letra que le haya salvado.

R.Uf. Pues cualquiera de Camarón. Pienso que Camarón y Lole Montoya son psicólogos. Cuando tú te los pones se te quita todo lo malo. Se me viene a la cabeza una de Pepe Habichuela que dice: “En la calle la alegría, / donde se pasea mi alma, / unos cantan y otros bailan, / y yo hablo con mi guitarra. / Y el ritmo me lleva, / alegría que sale de mí, / habla el corazón, / huele a yerbagüena”.

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