El Vapor de El Puerto se queda en los huesos 14 años después de su naufragio
El Adriano III sigue en el paseo fluvial, y mientras se aguarda su descatalogación como BIC hay quien se está llevando sus maderas
“El Vapor de El Puerto es una ruina total y urge hablar con la propiedad para su descatalogación”
El pasado 30 de agosto se cumplieron 14 años desde el triste hundimiento, en el muelle de Cádiz, del Vapor Adriano III.
La célebre nave, tantos años después, sigue por increíble que parezca esperando un final digno, expuesta a los elementos en el paseo fluvial de El Puerto, junto al río Guadalete que surcó durante tantos años para unir la ciudad con la capital gaditana.
Pasear por el paseo fluvial y ver allí al Vapor de El Puerto, rodeado de basuras y con una triste valla que no impide a cualquiera que lo intente acceder a la embarcación, es una imagen penosa a la que no se debería someter al que drante muchos años fue símbolo turístico de El Puerto de Santa María.
Quienes pasean por frecuencia con la zona relatan a Diario de Cádiz como poco a poco están desapareciendo las maderas que forman el casco de la nave, maderas de gran calidad ya que el Adriano III se construyó en 1955 en el astillero gallego de San Adrián de Cobres a la manera tradicional, con madera de roble para el armazón, tablones de pino gallego de 8 centímetros de espesor para el casco y acacia brava de 6 centímetros para las cubiertas y los camarotes.
“Eso es madera buena, de calidad”, dicen estos mismos antiguos marineros, que aseguran que alguien se ha ido llevando poco a poco algunas maderas del casco de la nave.
De momento el barco sigue a la espera de ser descatalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), una protección que no le ha servido de mucha ayuda a la hora de otorgarle un final más acorde con su historia, sino más bien todo lo contrario.
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