Unión Portuense reclama transparencia al alcalde, German Beardo, respecto a la polémica de la instalación de un parking de pago en la explanada del Monasterio de la Victoria, junto a la estación de tren durante el pasado lunes 7 de noviembre. 

Desde Unión Portuense señalan que "podemos entender un error, la precipitación o incluso su posterior rectificación, pero que engañe a los portuenses como si la empresa municipal Impulsa El Puerto SL fuese ajena a la gestión del alcalde es intolerable", señalan.

Para la formación municipalista "más grave todavía es el hecho de que Beardo ponga a los pies de los caballos a los trabajadores de Impulsa como únicos responsables del error, cuando es el presidente de la empresa. Nadie se cree que comenzaran a cobrar por aparcar sin que el presidente, o nadie del gobierno municipal, tuviese constancia de ello. E Igual de grave o más es que no ofrezca ninguna explicación a los trabajadores del parking que siguen sin conocer su futuro laboral", añaden.

El portavoz de Unión Portuense, Javier Botella, ha solicitado por registro una serie de cuestiones que aporten algo de luz a todo lo sucedido. ¿Quién dio la orden para autorizar el parking de pago? ¿Era necesaria la concesión de los suelos a Impulsa o dicha concesión ya estaba realizada? Al ser Impulsa El Puerto una entidad municipal ¿qué permisos necesita para ejecutar esta actividad económica?

"El alcalde, o sus community managers, la han liado. Y eso independientemente de quien diese la orden es una evidencia, ya que fueron cientos los ciudadanos que recibieron los mensajes del alcalde donde justificaba la instalación del parking de pago, mensajes en redes sociales que tras el aluvión de críticas y cambiar de parecen fueron borrados, aunque por suerte existen múltiples capturas de pantallas. Mensajes donde primero no existía bono y luego sí. Donde si el tono era demasiado crítico, él hablaba de Impulsa Aparca para confundir al personal. Su community manager confundía Impulsa Aparca con Impulsa El Puerto para finalmente recoger cable de la manera más cobarde posible. Toda esta manipulación y falta de responsabilidad dio pie a que algunos ciudadanos le alabasen por solucionar un problema que el mismo había generado. El histrionismo con el que nos bombardea el desmesurado marketing de Beardo cada día se supera", concluye Botella.