En la mañana de ayer los ocupantes de la finca ubicada en Larga 35, que tuvieron que ser desalojados por un incendio en la madrugada del sábado, pudieron acceder finalmente a recoger sus pertenencias. Maletas, bolsas y mochilas se amontonaban en la acera, a la espera de saber qué iba a hacer cada uno de ellos, ante la negativa inicial a que volvieran al inmueble.

Una pareja de la Policía local custodiaba el edificio mientras ellos sacaban sus pertenencias, e incluso se pudo comprobar que algún gato se había quedado dentro del inmueble tapiado. Hasta allí se desplazaron miembros de Levantemos El Puerto y del Foro Social, entre ellos Pepe Oliva y Rafael Portela, para escuchar las demandas de las personas que se han quedado en la calle.

Poco antes de las tres de la tarde llegaban al inmueble representantes de la entidad bancaria propietaria del edificio, con la intención de tapiar de nuevo el acceso, aunque las personas allí congregadas se lo impidieron.

Los representantes enviados por la entidad bancaria desistieron, aunque por la tarde el concejal de Bienestar Social, Ángel M.González, aseguraba que la propiedad se iba a encargar de asegurar la entrada y reforzarla con una puerta blindada. No obstante, en la tarde de ayer el 'butrón' practicado por la mañana seguía abierto, sin que se sepa si algunos de los ocupas había vuelto al interior del edificio.

Vecinos de las inmediaciones expresaron ayer a este medio su confianza en que el acceso al inmueble se tapie definitivamente porque consideran que este edificio era un foco de insalubridad (en la parte trasera hay incluso aguas estancadas) y llevaban tiempo avisando al Ayuntamiento de su gran deterioro social.