La comisión municipal de accesibilidad acordó en su última reunión una serie de asuntos relacionados con las barreras arquitectónicas y las dificultades de movilidad en la ciudad. El primer asunto abordado fue el caso de la tienda Otero Sport, en la calle Luna, establecimiento que presenta problemas de accesibilidad para lo que el Ayuntamiento instará a su propietario a subsanarlos y le dará un plazo de quince días. De no atenderse esta petición, se procederá al cierre del establecimiento.

Otros asuntos tratados fueron la necesidad de mejorar la accesibilidad de la piscina municipal, las barreras existentes en la calle Quiebro (para cuya eliminación hay una partida presupuestaria de 150.000 euros) o la necesidad de adaptación de un cuarto de baño en el hotel Monasterio San Miguel. Se trató también la necesidad de instalar bolardos en los rebajes de los bordillos de la avenida Micaela Aramburu, como manera de disuadir a los coches que habitualmente estacionan en estas zonas. El edil de Policía Local, Carlos Montero, señaló a la comisión que ya se han retirado varias tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida por haber hecho un uso indebido de ellas. También la grúa ha retirado diversos vehículos estacionados en rebajes.