Fiestas

Éxito de público a pesar del mal tiempo en una jornada llena de contrastes

  • Las actividades de Halloween atrajeron el interés de los portuenses, que se volcaron en la calle

Una de las Maléficas de la cabalgata de Halloween.

Una de las Maléficas de la cabalgata de Halloween. / M.A.G.

Había ganas de fiesta después de tantos meses de pandemia y como ya se esperaba, los portuenses se echaron a la calle para participar en las actividades de Halloween organizadas por el Ayuntamiento, en una jornada en la que a pesar del mal tiempo pesaron más las ganas de diversión.

A las siete de la tarde, tal y como estaba previsto, salía de la plaza Peral la cabalgata de La Reina de la Noche, compuesta por dos carrozas con Maléfica como protagonista y una tercera en la que viajaba el coro de Luis Rivero ‘Al sonar las doce’, con tipos alusivos a personajes tenebrosos como la propia Maléfica, vampiros y hombres lobo.

David Calleja, vestido de Maléfica durante la cabalgata. David Calleja, vestido de Maléfica durante la cabalgata.

David Calleja, vestido de Maléfica durante la cabalgata. / M.A.G.

El concejal de Fiestas, David Calleja, participaba también en la cabalgata vestido de Maléfica y animando el cotarro.

Pese a algunos fallos de coordinación en la regulación del tráfico y el excesivo tamaño de los tractores y carrozas para discurrir con soltura por el itinerario escogido, lo cierto es que las calles estuvieron llenas al paso de la comitiva, con una figuración muy numerosa en la que no faltaron las brujas, las catrinas, un equipo de fútbol fantasma y todo tipo de personajes fantásticos.

Un grupo de catrinas, a su paso por la plaza de Juan Gavala. Un grupo de catrinas, a su paso por la plaza de Juan Gavala.

Un grupo de catrinas, a su paso por la plaza de Juan Gavala. / M.A.G.

También se habían preparado actividades alternativas como el pasaje del terror sobre la película La Purga -que a pesar de las largas colas de espera finalmente se suspendió por problemas técnicos-, otra actividad junto a la plaza de abastos -también con largas colas- y visitas a los escenarios del Palacio de Purullena y el Monasterio de la Victoria. No se llegó a decorar la Plaza de la Herrería, tal y como se había anunciado.

Pero sin duda el objetivo de llenar las calles se cumplió, con algunos comercios abiertos hasta las doce y los establecimientos de hostelería con bastante público, aprovechando la tregua que dio la lluvia aproximadamente desde las siete de la tarde.

Una noche llena de contrastes que terminó con una procesión recorriendo las calles portuenses.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios