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Cádiz/El sector de la construcción de la provincia de Cádiz intenta responder a los retos a los que se enfrenta con su adaptación a los modernos métodos de construcción, lo que se ha denominado la construcción industrializada o fuera de obra (offsite). "En Cádiz ha habido inversiones muy importantes en los últimos años con instalación de capacidad productiva para construcción de componentes industrializados para edificios. Pero esto va a más. Se va a acelerar y, por eso, aspiramos a atraer inversiones y capacidad productiva", explica el secretario general de la Federación Provincial de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz (FAEC), Jorge Fernández-Portillo, que acaba de formar parte de una expedición comercial de la Cámara de Comercio de Cádiz a la Feria Offsite de Coventry.
Este responsable de la patronal expone los tres factores principales que impulsan este proceso industrializador: la falta de mano de obra, el incremento de los costes de construcción y la presión regulatoria vinculada especialmente a la sostenibilidad. "Hablar en la provincia de Cádiz de falta de mano de obra hubiera sido sorprendente, pero ahora es una realidad", señala Fernández-Portillo, que apunta a las complicaciones para encontrar perfiles profesionales "capaces de atender con solvencias las necesidades del sector". Se refiere en cuanto a los oficios a albañiles, electricistas, encofradores, fontaneros "y cualquier área de una construcción".
A las dificultades para contratar contribuye, reconocen, los estereotipos, "un paradigma que tratamos de cambiar". La construcción ha evolucionado desde el colapso de 2007-2008, "no se parece en nada". En estos casi 15 años ha avanzado en innovación, digitalización, nuevos materiales, nuevas formas de construcción (más allá de la industrialización) y en la profesionalización de las plantillas, deja claro, aunque eso no se traduzca en capacidad de atraer trabajadores.
La falta de personal cualificado suficiente no se trata de una preocupación que solo tiene la construcción, sino también otros sectores. Ni algo que afecte solo a la provincia de Cádiz, sino que es una cuestión general en España. "Ahora se están construyendo entre 80.000 y 85.000 viviendas en España y hay déficit porque los estudios dicen que se crean 200.000 hogares al año. Si se ponen en carga todas las viviendas de las que habla el Gobierno es preocupante este tema de la mano de obra", explica el secretario general de FAEC. En muchos casos, las constructoras ven comprometidos los horizontes temporales de sus promociones o la posibilidad de incrementar la cartera de obras. De ahí, que sea uno de los motivos de apostar por avanzar en la construcción industrializada.
"No es lo mismo subirse a un andamio a las ocho de la mañana en Burgos, que ir a una fábrica, con la temperatura acorde, con menos riesgos, con un ambiente laboral diferente", apunta Jorge Fernández-Portillo. No se trata de que sean necesarios menos trabajadores con este método de construcción fuera de obra, sino que las empresas necesitarán un perfil profesional diferente, "que creemos que será más atractivo".
El interés por desarrollar la industrialización del proceso de construcción de un edificio también atiende a los problemas de los incrementos de costes que el sector ha sufrido desde 2021, que estima en un 31%, ahora en tendencia a ralentizarse. "No hay otro sector en el que los proyectos sean tan sensibles a las amenazas externas: climáticas, a guerras que afectan a los suministros de materiales, a pandemias, a las huelgas de transportistas o a que se quede varado un barco en el Canal de Suez", plantea este responsable de la patronal. Por el contrario, la industrialización permitiría racionalizar los costes de fabricación y minimizar así el impacto que tiene el incremento de costes.
El tercer factor por el que los empresarios constructores miran hacia los modernos modelos de construcción se centra en la presión regulatoria, vinculada a la descarbonización y la sostenibilidad. Las exigencias son cada vez mayores para que el producto final, el edificio, sea cuanto más eficiente mejor, incluso hasta llegar a un consumo cero. "Ahí, la construcción industrializada permite mayor calidad y la aplicación de nuevas tecnologías e innovación", plantea.
Este proceso, admite FAEC, está más avanzado en el norte y el centro del país, con Andalucía hay provincias como Almería o Córdoba con empresas pioneras en algunos de los numerosos campos que se incluyen en estos nuevos sistemas de construcción. "Incluye un espectro muy amplio, desde sistemas de fabricación 2D o 3D, maderas, hormigón o acero. Se pueden fabricar partes de un edificio, estructuras, fachadas o cuartos de baño, o un edificio entero", detalla el también secretario general de FADECO Contratistas. La provincia de Cádiz, defiende la patronal, se encuentra en disposición de afrontar estos cambios, "no nos hemos dormido. Estamos en disposición de adaptar los nuevos modelos en cuanto acelere". "Aspiramos a atraer inversión, capacidad productiva", anuncia.
La Federación creó hace dos años un grupo de trabajo para analizar la situación con el objetivo de ofrecer una "transición tranquila". Por ello ha recorrido las principales industrias del país en esta materia. En esa línea de aprendizaje se incluye la presencia dentro de la expedición de la Cámara de Comercio de Cádiz en la Feria Offsite de Coventry, donde también visitaron la fábrica Prism Offsite Manufacturing de Wates Group. En octubre, además, presentarán en ExpoConstruye en el recinto ferial IFECA de Jerez el Hub de Construcción Avanzada e Industrializada con el que pretenden posicionar a la provincia para atraer empresas constructoras y especializadas en I+D+i.
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