Ciclismo

Renovada apuesta por la montaña

  • La organización vuelve a programar una deliciosa ronda para los escaladores que incluye ocho espectaculares finales en alto. Tres cronos cortas y epílogo en Santiago, novedades.

La Vuelta a España vuelve a mirar arriba un año más con una apuesta de altura. Unipublic, organizadora de la ronda, tiene muy claro que el espectáculo llega cuando la carretera se empina y en la edición de 2014 renueva su querencia por la montaña con un trazado que no esconde un descarado guiño a los escaladores. Y ello a pesar de que la coincidencia general es que el recorrido es más suave que los diseñados en el pasado reciente. Eso sí, sin perder la exigencia que requiere una de las pruebas ciclistas más relevantes del calendario ciclista internacional.

Cádiz se convirtió ayer en el epicentro del ciclismo nacional con el acto de presentación de la Vuelta celebrado en el Palacio de Congresos conducido por Carlos de Andrés y Pedro Delgado. No fue casual que la capital gaditana acogiera la puesta en escena de la 69ª edición. La provincia será el punto de partida con las tres etapas iniciales antes de que la serpiente multicolor continúe su marcha por el resto de la piel de toro hasta Santiago de Compostela, fin del camino de una prueba que, dos décadas después, no tendrá su epílogo en Madrid.

De las 21 etapas programadas entre el 23 de agosto y el 14 de septiembre, nada menos 13 serán de media y alta montaña, de las cuales ocho de ellas terminarán en alto, habrá cinco llanas y dos contrarreloj individuales, -una de 34,5 kilómetros y la otra de 10 kilómetros- y una más por equipos -12,6 kilómetros en la prólogo de Jerez-. En total, 3.181,5 kilómetros no aptos para los especialistas en el sprint, que contarán con escasas oportunidades de demostrar su potencia en las piernas.

Cuarenta puertos de montaña aguardan a los corredores: dos de categoría especial, 13 de primera, 11 de segunda y 14 de tercera. El espectáculo está garantizado desde la primera pedalada, pero sobre todo en las consideradas etapas reina, en la recta final de la Vuelta. En la 16ª, el pelotón afrontará una dura cita en La Farrapona. En la penúltima -la 20ª, ya en Galicia-, aparece el complicado examen puerto de Ancares. Quién sabe si entonces ya estará resuelta la Vuelta, que reserva otros seis finales en alto, una gozada para la afición y un indudable reclamo televisivo: La Zubia (sexta etapa), Valdelinares (novena), San Miguel de Aralar (11ª), la Camperona (14ª), Lagos de Covadonga (15º) y Monte Castrove (18ª).

Las bicicletas empezarán a rodar con una crono por equipos en Jerez antes del trayecto entre Algeciras y San Fernando. Será en el tercer capítulo cuando la carretera se incline con tres puertos de tercera camino de Arcos. La media montaña seguirá presente en las dos siguientes etapas en Andalucía, con Córdoba y Ronda como destinos, antes de llegar al primer final elevado, en La Zubia (Granada), el primer test serio para los escaladores y los favoritos.

El recorrido por Castilla-La Mancha en dos capítulos ofrece otro paso por la media montaña entre Alhendín y Alcaudete y por fin la irrupción del llano entre Baeza y Albacete propicio para un sprint masivo.

Aragón vivirá dos jornadas distintas pero de calado. La primera, con la meta en el alto de Valdelinares; la segunda, con una crono individual de 34,5 kilómetros en la que los candidatos al jersey rojo deberán tomar posiciones.

La Vuelta subirá de tono en Navarra con el final del Santuario de San Miguel de Aralar, un puerto de primera categoría con ocho kilómetros de rampas que alcanza un desnivel del 13%.

Los velocistas tendrán la oportunidad de asomar la cabeza en Logroño antes del tramo decisivo de la ronda que empezará con dos etapas en Cantabria -una con tres puertos y meta en Cabárceno y otra con salida en Santander y final en el alto de la Camperona (León), están última con rampas de hasta un 24%-. Serán el aperitivo de la clásica llegada -ya en Asturias- a Lagos de Covadonga y del posterior capítulo entre San Martín del Rey Aurelio y La Farrapona, considerada como una de las etapas reinas que incluye cinco puertos de primera categoría.

El trazado entre Ortigueira y A Coruña, en Galicia, servirá de tregua antes de otro final en alto en Monte Castrove, media montaña camino de Cangas do Morrazo y la posterior etapa que acaba en el puerto especial de Ancares después de superar otros cuatro picos. Dureza de la de una etapa cuya trascendencia dependerá de las distancias que haya en la clasificación, al igual que en la crono de Santiago, con sólo 10 kilómetros a priori de trámite, con el jersey rojo con dueño fijo.

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