1991 Los príncipes encantados....

Volvieron al Gran Teatro Falla a lo grande. Su primer triunfo, con 'Las momias de güete', coincidió con el último año del coliseo antes de su remodelación, y el segundo, el de 'Los príncipes encantados, gracias igualmente', con su reapertura. Aquel Concurso de Agrupaciones del año 1991 estuvo marcado por la Guerra del Golfo, que llevó a algunas ciudades a suspender sus carnavales. No ocurrió lo mismo en Cádiz. Menos mal, porque no habríamos disfrutado de esta chirigota, entre otros pelotazos de ese año. El Concurso celebró la fase clasificatoria aún en el Teatro Andalucía y las semifinales y la final en el Falla recién remozado.

Cristóbal Cornejo, uno de los históricos del grupo, recuerda que fue un año "mágico". Después de tres años sin entrar en la final, 1988, 1989 y 1990, la chirigota recuperaba el sitio de forma rotunda y acabando con la supremacía de la chirigota del Petra, Carapalo y Manolo Santander, primer premio los dos años anteriores y segundo con 'Bebé a bordo' aquel 1991. Acompañaron a estas dos en la final 'El concierto del siglo' y 'Acorralado'. El Love sacó a Carapalo seis puntos en la clasificación final, 467 a 461. 'Los príncipes...' también lideraron la clasificación del jurado de este diario.

La música del pasodoble, hermosa, correspondía a Gueli Villegas, y la del pasodoble, muy original, a Antonio Martínez Ares. Chico Cornejo empezaba a participar en la elaboración de un repertorio en el que también intervino Emilio Gutiérrez Cruz 'El Libi'. "La línea era la misma: mucho movimiento, bailes, coreografías... Como siempre, nos sorprendió el premio, porque, al igual que las demás, nos costó muchísimo sacarla adelante", explica Cristóbal. Ensayaron en un local de Los Polillas cerca de Trille. En cuanto al repertorio, ha quedado para el recuerdo el pasodoble al violador y el cuplé a Rafael Alberti y su reciente boda "con una muchacha de 32 años". El cuplé, por cierto, llevaba en medio un baile con un 'croac' (príncipe, rana, beso... ya saben) y una risita cachonda que era obra de Cristóbal Cornejo. El debut en la fase clasificatoria se produjo en la noche del 26 de enero justo después del coro de La Salle Viña, 'A Venecia del tirón'.

Después del Concurso de Agrupaciones dice Cristóbal que la chirigota "obtuvo una gran aceptación popular. Podíamos cantar en discotecas y colegios porque gustábamos por igual a adultos y niños". Entonces, el grupo hacía muchas galas en la zona de Huelva, como pasaba con otras agrupaciones punteras de Cádiz. Como curiosidad, la agrupación participó en una iniciativa, efímera, del Ayuntamiento: los finalistas cantaron en la calle el Miércoles de Ceniza en un carrusel por el barrio de Santa María.