Diario del Carnaval

Una lámpara con la fachada del Gran Teatro Falla para reinventarse por el coronavirus

  • El artesano Alejandro Mariño pone a la venta este producto ante la falta de encargos por la suspensión del COAC

El artesano Alejandro Mariño posa con la lámpara que ha puesto a la venta. El artesano Alejandro Mariño posa con la lámpara que ha puesto a la venta.

El artesano Alejandro Mariño posa con la lámpara que ha puesto a la venta. / D.C.

La suspensión del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de 2021 a causa de la pandemia del coronavirus ha paralizado casi toda la actividad económica que rodea al Carnaval de Cádiz. Además de los propios grupos, los principales perjudicados han sido todos los artesanos que trabajaban tanto en la elaboración de los disfraces como de las puestas en escena. Ante la ausencia de ingresos, esto ha obligado a los profesionales a reinventarse si quieren sobrevivir a una crisis a la que, de momento, no se le encuentra el final. 

Uno de los artesanos que ha sido capaz de reinventarse ha sido Alejandro Mariño. Ante la falta de pedidos de las agrupaciones para completar su escenografía, este profesional ha creado un producto que seguramente caerá en manos de muchos amantes del Carnaval gaditano. Mariño ha puesto a la venta unas lámparas que representan la fachada del Gran Teatro Falla. Más concretamente, una esquina con uno de sus característicos ventanales.

Este artesano explica que la idea comenzó a tomar forma a principios del pasado mes de diciembre, aunque las lámparas solo llevan una semana a la venta. "Cuando se anunció en el mes de agosto que no se iba a celebrar el Concurso del Falla, estuve trabajando en otras cosas que no eran de artesanía. Trabajando en una empresa de El Puerto, engrasando una máquina se me vino un flash a la cabeza. Sin embargo, para Reyes iba a ser muy precipitado porque la producción lleva un poco de tiempo", narra Mariño.

A partir de ahí, cuenta que le ha dedicado a la lámpara los ratos que ha tenido libres en el último mes y medio. "La primera la hice a mano y después ya saqué el molde en goma para su producción en resina", señala el artesano. 

Con un precio de 90 euros, ya tiene vendida una primera tanda de 55 lámparas para aficionados de la fiesta de lugares tan dispares como Sevilla, Valencia o Irún que han contactado con él a través de las redes sociales. A partir de ahí, tiene previsto hacer otra tanda de 55 lámparas ya que "ya tengo a mucha gente preguntando por las redes sociales como regalo para futuros cumpleaños, por ejemplo". Con esto, seguirá trabajando en función de la demanda.

Mariño reconoce que la pandemia del coronavirus ha sido un duro golpe para los artesanos. En particular, comenta que "en el mes de agosto tenía acordado ya trabajar con 10 agrupaciones", lo que le ha supuesto una importante pérdida en sus ingresos. Esto ha hecho que haya tenido que buscar "otro sistema para generar ingresos y tirar para adelante con el objetivo de llegar bien a septiembre, que es cuando comenzará otra campaña de Carnaval". 

Sobre la situación del sector, el artesano señala que "está mal. Hay un goteo, pero no son los ingresos que se generaban con el Carnaval". Por ello, también apunta que la creación de la lámpara también le ha servido "psicológicamente porque meses atrás estuve sin hacer nada y la situación era un poquito agobiante". Por ello, y ante las posibilidades que se le abren, explica que "lo bueno que tiene la lámpara es que es atemporal, por lo que se puede vender en febrero y en agosto, además de que no se utiliza como recurso la imagen de carnavaleros, ya que ahora hay miles de mascarillas y de cosas con dibujos de gente que ni sabe que se están comercializando con su cara". 

Con todo, Mariño apunta que ya está trabajando en otros proyectos que pronto verán la luz. 

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