Juan Fernández: “Cuando entré con Antonio Martín y escuché al grupo pensé que yo no sabía cantar”

Retrocarnaval

Es un referente de la cantera y ha salido en grandes comparsas como 'Las coplas', 'Encajebolillos' o 'Los condenaos'

Su primera y única final como autor en adultos la vivió en 2013 con 'El rey burlón'

Catalino: "En mi época los componentes eran más fieles y los grupos más reconocibles”

Juan Fernández, autor de comparsas.
Juan Fernández, autor de comparsas. / Julio González

“Escuché el disco de ‘Los beduinos’ hasta rallarlo. Eso me envenenó”. El LP era de su abuelo y aprovechaba para ponerlo en el tocadiscos cuando él se iba a la calle. Descubrió el Concurso de Agrupaciones escuchándolo por la radio trabajando de chicuco en un almacén de Sopranis y con 13 años se compró una entrada y se escapó al Falla para ver una sesión, en 1980, de la que solo recuerda el cuarteto ‘Sed monstruosa’, “donde salía Perico Ramos”. Aunque el “flechazo definitivo con el Carnaval” ocurrió en 1979 cuando vio cantar en su barrio, Trille, a la comparsa ‘Ángeles y demonios’. “La comparsa de mi vida”, apunta Juan Fernández, comparsista y autor de largo recorrido que hoy visita este rincón del ‘Retrocarnaval’.

Cantando coplas pasaba las horas con sus amigos de la pandilla. “Teníamos dos cintas, una de la antología de Antonio Martín y otra de Los Majaras. Nos las pasábamos para escucharlas. Teníamos tanta afición que decidimos hacer una comparsa juvenil que se llamó ‘Duendes gitanos’, que escribía mi hermano y yo la dirigía”. Se refiere a Jose Fernández, fijo del grupo de Subiela primero con Martínez Ares y luego con Juan Carlos Aragón.

Corría el año 1982 y la “novatada” no salió “como esperábamos”. “El primer día cantamos cohibidos porque un comparsista veterano que paraba donde ensayábamos, en la peña Enrique Mateos, nos dijo que no podíamos movernos en el escenario”, dice entre risas. El caso es que para 1983 “nos profesionalizamos y buscamos gente de fuera del barrio”, para sacar otra comparsa juvenil llamada ‘Almas errantes’, que fue tercer premio.

Con el tipo de su primera comparsa, 'Duendes gitanos', juvenil de 1982.
Con el tipo de su primera comparsa, 'Duendes gitanos', juvenil de 1982. / D.C.

La trilogía juvenil de los Fernández acabó en 1984 con la comparsa ‘Con sabor a mar’. “Fue un cajonazo cuando la gente decía que íbamos a ganar. Entonces daban los veredictos en el Ayuntamiento y allí fuera estuvimos esperando. Nos dieron un gran palo y recuerdo que José Luis Naranjo, que salía con nosotros, lloraba como una Magdalena”, recuerda.

Cuenta Juan que para ese 1984 le llamaron para salir en la chirigota de adultos ‘T.B.O.’. “Fui al ensayo y no veas cómo sonaba eso, pero prefería seguir con la comparsa”. Pero el mismo que le llamó para la chirigota lo hizo para 1985, aunque para una comparsa que preparaban Miguel Villanueva y Pedro Gragera con Juanelo en la dirección: ‘Las coplas’. “Juanelo empezó a hacer pruebas y fui con mi hermano, que me tocó la guitarra. Y nos quedamos los dos”. La comparsa alcanzó el tercer premio en un año “brutal” de la modalidad. “En la calle nos llevamos casi todos los premios. El popurrí, una historia del Carnaval, destacaba, y el tipo era precioso”. A pesar de este éxito, Fernández confiesa que “con solo 18 años no era muy consciente de lo que había conseguido, era muy joven para valorarlo”.

Comparsa 'Las coplas' (1985).
Comparsa 'Las coplas' (1985). / D.C.

Buena parte del grupo siguió con Juanelo, aunque cambiando de autor en ‘¿Qué pasa en Cai?’ en 1986, escribiendo Pedro Romero. En este año se estrenó Juan como autor para la cantera, a la que dedicaría muchos años siendo uno de los autores referente en infantiles y juveniles que formó a muchos comparsistas de hoy “como El Pájaro, Pacoli, Cateto, Chema, Carlos Mera… incluso salió conmigo Selu el de El barrio”.

Ese debut del 86 se produjo con la comparsa infantil ‘De cuna gaditana’. Llegó y pegó: primer premio. “Eran chavales de Trille que yo trataba como educador social, por entonces el barrio tenía muchos problemas”. Dice que ese año “quitaron las juveniles” y los infantiles “solo actuaron una vez y ya dieron los premios”.

“En ‘Las coplas’, con solo 18 años no era consciente de lo que había conseguido”

En el 87 se enroló como componente en ‘Selenitas’, de Antonio Busto y dirigida por Catalán Grande. “La idea no cuajó, aunque la experiencia fue bonita. Ahí, el Casti yo íbamos como los Bee Gees, haciendo un montón de falsetes”. Hizo doblete sacando también ‘Caminitos de Cai’, que fue primer premio juvenil. Ya hasta 2003 acumuló muchísimos premios en la cantera, sumando más de diez finales.

Cuenta que en el verano de 1987, como espectador junto a su hermano en la Noche Carnavalesca de la peña Perico Alcántara de Chiclana se le acercó José Luis Naranjo para que se fuera con él a la comparsa de Martínez Ares. “Yo le dije que no quería arriesgar y que no saldría hasta que no me llamaran los que ese momento estaban en el escenario: ‘A fuego vivo’. Mi hermano sí entró con ellos para ‘Entre tus brazos’ y esa vez fue la primera vez que nos separamos”, apunta.

Comparsa 'Encajebolillos' (1991).
Comparsa 'Encajebolillos' (1991). / D.C.

Su sueño se hizo realidad y Antonio Martín le citó “en la Aeronáutica”, su lugar de trabajo, para ficharle, advirtiéndole que para 1988 iba a sacar una antología sin ir a Concurso. “A mí me daba igual, fíjate, iba a cantar con mis ídolos y con mi autor favorito. El primer día que llegué a ensayar iba con una pierna enyesada, las cosas del fútbol sala. Pepe el Caja me puso entre el Catalino y Quique Mayones. Escuchándoles yo pensaba que yo no sabía cantar, que eso no tenía nada que ver con lo que yo había aprendido hasta entonces. Eso era terciopelo todo”, comenta.

"El que no haya salido con Pepe el Caja creo que no lo ha aprendido todo"

De Pepe el Caja dice que “te reñía si llegabas un minuto tarde al ensayo, literal, pero el que no haya salido con él creo que no lo ha aprendido todo. Yo a la hora de montar mis comparsas soy de su escuela”.

En su primera etapa con este legendario grupo Juan Fernández obtuvo un segundo premio con ‘Tras la máscara’ y dos primeros seguidos con ‘La mar de coplas’ y ‘Encajebolillos’. De esta última dice que “quizás sea la última gran comparsa de Antonio Martín”. No salió en 1992 con ‘Los trotámusicos’ y regresó para estar en ‘El tirititero’ (1993) y ‘Las verdades del barquero’ (1994).

Comparsa 'Tras la máscara' (1989).
Comparsa 'Tras la máscara' (1989). / D.C.

En el 93 sacó su primera comparsa de adultos, ‘La gaviota’, y luego estuvo componiendo varios años para la comparsa de Paterna, “un encanto de personas”. Y como componente en Cádiz no volvió hasta 1998, probando por primera y última vez la chirigota. “Yo conocía a Juan Carlos Aragón desde juveniles. Y para salir en ‘Las ruinas romanas’ me llamó Roque. Yo tenía claro que de salir en chirigotas lo haría solo con Juan Carlos. La chirigota, a pesar de tener creo que la mejor tanda de cuplés de él y de un pasodoble impresionante, no fue a la final. Quizás nos pesó la apología de la droga o meternos con el Rocío”, argumenta.

Asegura que para 1999 proyectaba una comparsa junto a Aragón, con parte del grupo de Antonio Martín, que se había retirado del Concurso. “Al final no la hicimos y por una cosa u otra me perdí seguir en la chirigota para ‘Los yesterdays’”.

Hace un inciso para hablar de Juan Carlos Aragón: “Para mí era el mejor porque era creíble. Le importaban poco las modas y hasta los temas de actualidad. Escribía lo que le pedía el corazón. Como él no va a haber otro”.

Y con este autor volvería a salir. Su hermano Jose, tras la ruptura del grupo de Subiela con Martínez Ares, le llamó para unirse a ‘Los condenaos’. “Para el 2002 Juan Carlos quería sacar ‘Los negros’, un tipo cubano, pero cuando se supo que Ares sacaba ‘La revolución’, rechazó la idea. José Luis Naranjo propuso sacar ‘El creador’, para representar a Dios, y Juan Carlos no lo vio claro. Mi hermano planteó ‘Los ángeles caídos’ y ese sí le gustó. El popurrí era una paranoia, con cosas que solo podía entender él”.

El grupo, con Juan en sus filas, acabó la trilogía con Juan Carlos en ‘Los americanos’. “Cuando me enseñó en su casa las fotos de los indios para contarme la idea creí que estaba de broma”, indica.

“Para mí Juan Carlos Aragón era el mejor porque era creíble. Como él no habrá otro”

2004 fue un año clave en su trayectoria sacando la comparsa femenina junior ‘Cabaret’, con la orquesta formada por hombres. No fue una agrupación pionera, pero sí se puede decir que Juan Fernández volvió a poner de manifiesto la calidad que podían ofrecer las mujeres al Carnaval. “Creo que ayudé a poner de moda a las comparsas de chicas. Estaban acostumbradas a ser mariscadoras o gitanas en comparsas mixtas y yo quise hacer algo especial y colorista. Aquello fue una apuesta con la madre de una amiga, que me dijo que el concurso era machista. Gané la apuesta y la comparsa fue primer premio”, evoca.

Siguió haciendo historia con ese grupo clasificándolo el año siguiente, 2005, para las semifinales de adultos con ‘Gatos, la revolución de los felinos’.

"Con 'El rey burlón' no tuvimos ni un contrato en todo el año. Creo que fue un boicot de otros compañeros"

En 2006, como autor y componente de la comparsa ‘Los elementos’, masculina, se quedó a las puertas de la final, siendo sextos mientras que en la gran noche cantaron cinco. Luego llegaron ‘Los capitales’, ‘Los pintureros’ o ‘La imposible fábrica de sueños’, antes de enrolarse de nuevo en una comparsa de Juan Carlos Aragón, llamada ‘Noches de bohemia’. “Acabé quemado como autor y le mandé un SMS a Juan Carlos. ‘¿Te hace falta un tenor?’ y me contestó que mejor iría de director. Y así Fue. Tenía dos ideas, ‘Casablanca’ y ‘Los peregrinos’, pero yo le planteé una idea para ir de borrachos en la noche. Le gustó y la idea fue derivando en un bohemio”. Repitió con él en ‘Los príncipes’ (2011). “Yo me quise ir en octubre, pero aguanté y al final la cosa no acabó bien y dejamos de hablarnos”, lamenta.

Su constancia en la autoría tuvo recompensa y en 2013 entró en una final de tres con ‘El rey burlón’. “Fue un año malo de comparsas y sorprendimos. Luego nos la dieron mortal y no tuvimos ni un contrato en todo el año. Creo que fue un boicot de otros compañeros. Nos dieron la Aguja de Oro y ese año, qué casualidad, no había dotación económica”, dice en torno a un Carnaval “agridulce”.

Luego hizo más comparsas hasta llegar a su última aparición, en 2023 con ‘Una excusa divina’. Pero tiene intención de regresar. “Precisamente con la base del grupo de ‘El rey burlón’. Estamos hablando para hacer algo y ya tengo algunas ideas. Me gustaría mucho”, dice para concluir.

Un educador social del barrio de Trille

Juan Fernández Domínguez nació el 13 de abril de 1966 en Trille, en la calle Alféreces provisionales, hoy calle Alegría. Estudió en el colegio Carola Ribed y luego desempeñó varios trabajos, empezando como chicuco en ultramarinos en su barrio, en Sopranis y finalmente en el almacén de Aparicio, en La Viña. También trabajó durante 20 años como educador social en centros como Tartessos. Actualmente estudia Psicología por la UNED. Está casado con Leila Ballesteros, con la que tiene dos hijos: Rubén y Sofía. Tiene también dos hijas de un matrimonio anterior, Virginia y Mónica, y dos nietas, llamadas Gades y Cloe.

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