"Soy goloso, la gula puede ser mi pecado"

-¿Cuál es la última mentira que ha contado? Pero dígame la verdad.

-Ja, ja, ja. Decirle a una agrupación que estaban en la pelea y no lo estaban.

-¿Le ha entrado ganas de decir alguna maldad escuchando una agrupación mala?

-Con todas las malas y con alguna buena. Lo que pasa que no las digo porque yo les tengo mucho respeto y porque llevan mucho trabajo detrás. Además, yo no soy nadie para juzgar a nadie. Lo que me pasa es que lo asocio al mundo del teatro, donde se aspira a la perfección. Alonso de Santos, mi gran maestro, cada vez que montamos una obra lo que hacía era decirte lo que está mal. Es lo que me han inculcado y cuando veo una obra delante me pasa también eso.

-¿Y quién es más malo, Mirian Peralta o Quique Miranda?

-Mirian mucho más, dónde va a parar... (ríe) Qué va, nosotros somos como Martes y Trece, nos compenetramos muy bien.

-Confiese, ¿es la gula su mayor pecado? Me cuentan que le da tela a los dulces antes de cada sesión del Falla.

-Puede ser. De chico me reñían para que no dejara nada en el plato y me lo he tomado a conciencia. Lo cumplo a rajatabla. Yo soy de los que dice que pase lo que pase que te coja comido. Soy muy goloso.

-¿Ha orinado alguna vez en la calle en Carnavales?

-Sí (ríe otra vez). Está feo que lo diga, pero de eso hace ya mucho tiempo, con otro gobierno, y ya me han perdonado.

-¿Ha cerrado la carpa alguna vez?

-No, no he sido yo muy de carpa. Lo que sí más de una vez he cerrado las calles. Me ha dado el sereno las llaves de las calles.

-¿Y se ha montado alguna vez en el tren de cercanías de El Puerto a Cádiz sin pagar?

-Hombre claro. He sido estudiante de Ingeniería en Cádiz... Pero eso también ha prescrito ya.

-Me da que era muy trasto de pequeño, ¿no?

-Era bastante travieso. Nosotros somos cuatro hermanos y la pequeña aprendió a decir Quique antes que a decir mamá y papá de las veces que me regañaba mi madre.

-¿Sobornó usted al jurado de Míster España?

-¿Cómo crees que gané? (ríe) Ese año utilice el dinero de la beca de la carrera para mandar jamones primero al jurado de Míster Cádiz y después al de Míster España, ja, ja, ja. Ya para Míster Mundo me quedé sin dinero y por eso quedé finalista.