Un crucero de chinos trae el coronavirus a Cádiz. Por su culpa, el Bipolar y Manolito el Consejito contraen esta enfermedad, por lo que en 10 minutos pueden morir. Por esto, el basurero y Moret tienen que buscar a dos personas para poder cantar el tema libre. Con este hilo, el cuarteto de los Niños traza una parodia en la que el peso recae sobre Moret desde su estatua y Manolito el Consejito, que sabe de todo. Una estructura que mantiene en pie a esta agrupación por la vis cómica de sus componentes más que por los golpes. Todo gira entorno al poco tiempo que tienen de vida, por lo que no se van a enterar del premio. Por su parte, el Consejito dice que es experto en virus porque le instaló el antivirus al Windows 95. Al final, los chinos se pasean por el patio de butacas, por lo que contaminan a todo el teatro, lo que hace que Martínez Ares se vaya a encontrar al público muerto. Al final, levantan a su manera a la afición al pedir que les griten “¡cuarteto, cuarteto!” para acabar con el virus. Un golpe de efecto que hace los asistentes se vengan arriba a pesar de la hora. Cuplés irregulares. Algo mejor el primero, en el que por el coronavirus han tirado hasta las bolas chinas de su parienta. Desbarran con el segundo a la recomendación de no chupar la cabeza de las gambas. Ellos se quitan dos costillas, por lo que llegan perfectamente. Mezclan en el tema libre la parte parodiada sobre el Carnaval de semifinales con la intervención de Chano Lamela en cuartos de final.

Actuación en semifinales

El Bipolar, Manolito el Consejito, el basurero y Moret vuelven a encontrarse ante la célebre estatua de la plaza de San Juan de Dios. El cuarteto de Los Niños se muestra muy fiel a su estilo en su tercer pase en el Concurso, en el que explotan con efectismo sus virtudes en la parodia al girar principalmente alrededor del Bipolar y Manolito el Consejito con unos roles perfectamente definidos. Sin embargo, este recurso empieza a generar ciertas dudas en su actuación menos brillante al estar todo más centrado en los personajes que en el desarrollo de una historia. Tiene más efecto el principio de la parodia, en la que se dirigen al jurado y lanzan algún pequeño tirito a las críticas por su estilo, ya que si se quiere ver un buen clásico, que “vean el Barça-Madrid”. Aunque sobresale algún golpe muy ingenioso como que Efecto Pasillo es una falta que se saca desde el baño y se mete en la cocina o que los conciertos del muelle se escuchan más fuerte en la Barriada, gran parte de la parodia gira en torno a las canciones que canta el Bipolar, cambiando según la cara que muestre el personaje, por lo que se traslada a la parodia parte del esquema del tema libre. Por su parte, el Consejito sigue dando juego con sus comentarios, como el de que podría ser político, aunque nunca ha votado, por todo lo que ha robado. Bastante mejor los dos cuplés. En el primero, la mujer tiene una manía con los números pares, por lo que creen que está evitando el 69. Por su parte, Maradona elige dejar el fútbol antes que la droga en el segundo. El tema libre se encamina bien con los golpes más lúcidos sobre la actualidad carnavalesca, como el que le dirigen a Enrique Miranda, que como Manolito el Consejito no ha salido en Carnaval en su vida. La senda efectista con las bulerías pregoneras de David Palomar devuelve esta pieza a su estructura habitual.

El veredicto del Diario del Carnaval

Con opciones.

Actuación en cuartos

el tipo. Moret, un barrendero, un bipolar y Manolito el Consejito. las coplas. Los personajes de este cuarteto vuelven a reencontrarse ante la estatua de Moret. Con un esquema muy definido por los personajes, el cuarteto de Iván Romero da un paso hacia delante cuando empieza la verdadera competición. Lo hace con unos personajes que funcionan para darle vida a la parodia, sobre todo por el histrionismo del bipolar, los constantes consejitos de Manolito y los certeros apuntes de Moret desde las alturas. Una bomba a los pies del monumento sirve para trazar la parodia, con más efecto que en su primera actuación. A pesar del miedo que les pueda producir, a Moret no le importa tanto que pueda explotar, ya que lo hará en 40 minutos y a ellos tienen 20 minutos para acabar la actuación, por lo que se la comerá ‘La ciudad de Dios’, cuyos timbales acabarán, casualmente, en San Juan de Dios. Los cuplés, sin embargo, bajan un poco el nivel de la actuación. Sobre todo por el gran bastinazo de la primera letra, en la que la reina Letizia le dice a la princesa Leonor que estudie idiomas porque ella ha llegado a ser reina por el francés. Regular el segundo a los celos de su novia. En el tema libre, destaca más la parte parodiada dedicada al Concurso del Falla que el espectáculo de cierre que monta Chano Lamela.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-bueno (buena)

Actuación en preliminares

el tipo. Moret, un barrendero, un bipolar y Manolito el Consejito. las coplas. La estatua de Moret es un lugar de encuentro en Cádiz. A sus pies se habla y se canta Carnaval, por ahí pasa la carrera oficial de Semana Santa y su escalinata sirve de lugar de conversación. En este punto neurálgico de la ciudad se encuentran un barrendero, un bipolar y Manolito el Consejito para dar forma a ‘El cuarteto del More...’, que supone el regreso del cuarteto de los Niños. Parece que por ellos no ha pasado el tiempo, ya que, a pesar de las trayectorias separadas, se mantiene inalterable el esquema de este grupo. En este caso, el peso de la parodia recae en el bipolar, que unas veces está alegre y otras veces se pone trágico, y Manolito el Consejito, que sabe de todo. A partir de ahí se hilvana una parodia en la que estos animales escénicos están por encima de todo. Con su interpretación, y dos personajes que caen de pie por el juego que dan, la parodia fluye al darle un plus a los golpes, basándose más en las actitudes de los personajes que en las ocurrencias, que brillan más con Moret. En los cuplés, más simpático el primero al blanqueamiento anal de su pareja, que a ellos les ha dejado “el culo rojo” por lo que les ha costado. Algo más visto el segundo, en el que Kichi pone el carril bici pero no coge la bicicleta. El bipolar se apodera de la escena en el tema libre al transformarse en David Palomar. El pregonero anima el cierre por bulerías para poner el Falla en pie, que se entrega a su interpretación.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-bueno (buena)

La previa

Feliz noticia para los cuartetos, pues regresa uno de los grandes nombres de la modalidad en los últimos años. El grupo de los hermanos Romero Castellón -Iván, Borja y Yerai- vuelve a unirse para presentar en el Falla junto a Pedro Tamayo 'El cuarteto del More...'. La única y destacada ausencia será la de Carlos Pérez, que permanece junto a la chirigota del recordado Manolo Santander y su antología 'El batallón rebaná'. Su última participación fue en 2018 con 'El trío', segundo premio.