el tipo. Demonios que vienen a por nosotros. las coplas. Es igual de complicado escapar de las garras del demonio que de algunas comparsas. Al menos, en el infierno se está calentito. Una palabra del diablo bastará para condenarnos eternamente. Con una labia con la que son capaces de sonsacarnos todos los pecados, esta comparsa deja un repertorio que acaba ardiendo en las llamas. Muy poco de donde rascar, ni en lo literario ni en lo musical, por lo que la propuesta se acaba perdiendo. Tampoco ayuda la falta de conjunción del conjunto. Insípida desde la presentación por la falta de definición de la idea, a pesar de ir de demonios, los pasodobles no levantan el vuelo con una música planísima y sin sustancia. Letras escritas de forma barroca que hacen que se le acabe perdiendo el hilo al mensaje. Poesía enrevesada en el primer pasodoble entre el amor, la pasión y una noche de Carnaval. Entran en el terreno sentimentaloide –que es lo que gusta– en una segunda letra en la que narran que llevan a su padre a la playa, en donde nada, flota y vuelve a andar. Cuplés con sabor a azufre, en los que un alpinista no ha escalado el badén de la Alameda y el Satisfyer hace que se les ponga el codo como el de un tenista –este chiste ya es un poco antiguo–. El popurrí se hace eterno. Terroríficos.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-mal (mala)

La previa

Comparsa Vengo a por ti

Se mantiene el proyecto nacido el pasado Carnaval en la vecina localidad de San Fernando para llevar al Falla 'No es país para cuerdos', aunque presenta importantes cambios en la autoría. Carlos Mera, flamante fichaje de la comparsa de Jesús Monje y Bustelo y en este 2019 componente de 'Los luceros' y autor de la comparsa de El Carpio 'Faroleros', y Daniel Oliva Gómez, que en 2016 participó en el repertorio de 'Los supervivientes de la calle San Vicente', firman 'Vengo a por ti', con José Andrés Romero López en la dirección.