Comparsa gaditana de nueva creación. La única referencia anterior conocida es la de su director, Luis Pérez Rosso, que en 2018 estuvo al frente de la chirigota 'Los que mueren por su barbi'. Una auténtica incógnita en este COAC 2019. 

Actuación en preliminares

• el tipo. Gaditanos ilustres que se reúnen en el cielo.
• las coplas. Federico Joly, Fermín Salvochea, Emilio Castelar, Moret, Beatriz Cienfuegos, Fernando Quiñones, el Beni de Cádiz o el Carota se reúnen en el paraíso para tratar los problemas de la ciudad, que está triste y abandonada. Más intención que calidad en esta comparsa, aunque se agradece la temática netamente gaditana. Pero poco más ante una floja construcción de las letras. Los pasodobles quedan lastrados por una música plana, larga y llena de retales, por lo que ni rompe ni llega. A esto se une una regular interpretación del grupo. Las letras, ambas cortitas, se enredan al intentar abarcar tantos versos. En el primero, usan un poco de sensiblería para dejar como mensaje que hay que aprovechar la vida con la familia antes de que se convierta en un recuerdo por la marcha de un ser querido. Más endeble aún es el desarrollo de la segunda en contra de la violencia machista. Desean que los maltratadores estén encerrados sin libertad "esperando que llegue el fin de sus días". No entran en el cielo con los cuplés, en los que los sevillanos están montando el Gran Teatro Falla en Sevilla y su novia hace dieta pero al acostarse come carne. A pesar de la intención localista, el popurrí se va cayendo poco a poco desde que cogen el autobús en su inicio, aunque Federico Joly repasa la actualidad leyendo Diario de Cádiz. Les hacen falta más reuniones.

El veredicto del Diario del Carnaval

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