Capitanes de las coplas carnavaleras. Esas que nunca pierden la fuerza para llegar directas al corazón. La comparsa de Tino Tovar irrumpe con fuerza en la Gran Final. Una fortaleza a base de un repertorio metacarnavalero, aunque bien confeccionado para que no suene a lo mismo de siempre. Letras que dan sentido a la lucha por todo, sobre todo cuando se muestran comprometidas. Un mensaje que aparece en el primer pasodoble a la situación de los menas. Un relato que parte del viaje de una niña en una patera por “un Estrecho tan ancho que no tiene fin” y que acaba en las garras de las mafias. Recuerdan con firmeza que no se les llame menas ya que solo son niños, por lo que denuncian a “la gentuza que nos vende que hay que echarlos porque no tienen los papeles” y los acusa de delincuentes. Unas amenazas a unos niños que solo hacen “los mafiosos y los inhumanos”. Las diferentes miradas dejan otra buena copla, yendo desde las que muestran odio y desprecio o te apuñalan por la espalda a las ingenuas, esas en las que reside la esperanza. Por eso, esperan que la de su hijo cambie el mundo. Los cuplés no entran tanto en la competición, ambos regulares. En el primero, el Papa viene a Cádiz a excomulgar a Antonio Martínez Ares por el anuncio de coches que ha grabado. Suena un poco antiguo el segundo a Aznar, que se ha puesto en forma pero que mueve el labio menos que Macario.

Actuación en semifinales

¡Oh, capitán de la sensibilidad! Una poesía que es nuestra patria. Coplas que cada febrero llegan al alma. La comparsa de Tino Tovar se la juega en semifinales con una actuación que se diferencia de la anterior al pasar del compromiso a jugar con los sentimientos. Una pasión reflejada en dos caminos muy diferentes. Dos letras con distintas fuerzas para afianzarse de manera notable en su pelea por la final. Lo hacen, sobre todo, por un original primer pasodoble a Puertatierra, la hermana pequeña de Cádiz que siempre es la gran olvidada de los piropos de Carnaval. Una parte de Cádiz que “no tiene canción”, pero que vive rodeada de mar, da la bienvenida a los que llegan a la ciudad gracias a sus dos puentes y alberga un templo que rinde culto a Pepe Mejías y Mágico González. Por ello, piden a su hermana mayor que Cádiz no se acabe en las Puertas de Tierra. En el segunda, sin embargo, destaca más la sensibilidad en el desarrollo que la temática al dedicárselo a lo que siente un padre cuando su hija se enamora. Una situación que es bonita, pero que deja a un padre tiritando, por lo que acaba llorando. En una competición tan igualada, los dos cuplés no tienen mucho gancho. En el primero, se equipan para practicar running, pero lo que hacen es cruzar la acera y comprarse un litro. Se quejan en el segundo de los gastos para ir a la boda de un colega, ya que se separa a los cuatro meses.

El veredicto del Diario del Carnaval

A la final.

Actuación en cuartos

el tipo. Bufones que representan el Carnaval. las coplas. Una lectura interior de la fiesta para reafirmarse en los motivos para volver. El Carnaval se convierte en un imán del que uno no puede separarse. La comparsa de Tino Tovar confirma las buenas sensaciones tras su regreso con un repertorio en el que es capaz de combinar la garra cuando las letras lo requieren y la sensibilidad cuando hay que moverse en otro tono, pero sin abandonar la dureza que el Carnaval requiere. Una combinación de virtudes bien ejecutadas que tienen mucha presencia durante toda una sobresaliente actuación. La garra de la presentación, cantada con algo más de nervio, ya pone al público en pie. La sensibilidad se entremezcla con la crítica en el primer pasodoble a todas las mujeres pioneras. Ejemplos que se contraponen a los de las mujeres que votaron a la ultraderecha porque ellas dieron su vida por todas. Tino se vuelve muy duro en una buena segunda letra a todo lo que salió de la tumba de Franco tras su exhumación. Se muestra muy firme al rematar diciendo que el que no esté de acuerdo que “vaya al infierno a llevarle flores”. Dos cuplés de los que marcan diferencias. En el primero, le cae a Vox por el pin parental, que lo cambiarían por un “pom en toda la boca”. De calidad superior el segundo a las despedidas de soltera. Su prima se echa una cabezadita a las 6 de la mañana encima de lo que le cuelga al boy. El popurrí es un ejemplo de que se le puede dar una vuelta a lo mismo para que entre de otra forma.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-tazo (muy buena)

Actuación en preliminares

El regreso de la comparsa de Tino Tovar tras un año de descanso como 'Oh capitán, my capitán', fue la gran novedad en la cuarta función de preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla. 

el tipo. Bufones que representan el Carnaval. las coplas. El Carnaval es una fiesta que hace que mucha gente se encierre en un local de 10 a 12 para que los sueños cobren vida. Una patria, una febril debilidad, un vicio, el pecado más mortal... ¡Oh capitán, my capitán que eres el Carnaval de Cádiz, del que ni Tino Tovar puede escapar! Por suerte para todos, Tino vuelve a su casa con una idea que, aunque cae por los caminos metacarnavaleros, sabe diseccionar para que, aunque pueda sonar a lo mismo por su temática, suene diferente. Un repertorio que engancha de principio a fin, sobre todo por aportar un espíritu alegre a la fiesta en un año complicado. Tino sabe que la rotundidad con la anunció su descanso merecía una explicación por un regreso tan rápido. Y lo hace casi con toda una comparsa para engrandecer la fiesta, aunque coge más profundidad en lo personal en el primer pasodoble. Con una música algo más directa de lo habitual al no buscarle las vueltas a una bella melodía, lo que se agradece, Tino reconoce que vuelve, entre otros motivos, por Juan Carlos Aragón, Manolo Santander y por “mi vieja, que siempre quiso verme cantando”. Un gusanillo que se recupera por formar esta fiesta parte de su vida. Tino brinda el homenaje más sincero que se podrá escuchar a David Palomar en la segunda letra al olvidarse del artista y centrarse en el “niño de Jesús y Manoli”. Un pregón que le va a servir para “reencontrarme con mi niño carnavalero”. Cuplés por tanguillos, una rara avis que suena a otra época. Dos letras notables para competir con todo. Sobre todo la segunda, en la que, con su punto crítico, le dicen a Kichi que han quitado el peaje para poder ir a aparcar a Sevilla. En el primero, simpaticote, son expertos en la cocina, pero no saben qué van a hacer mañana de comer. En el popurrí, que va de menos a más, brilla la cuarteta del disfraz.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-tazo (muy buena)

La previa

Una de las grandes noticias para el Carnaval 2020, en un año marcado por las desgracias, es el regreso al Concurso de la comparsa de Tino Tovar tras un año ausente. El autor nos encogió a todos el corazón con su despedida a golpe de repertorio con 'Tic-tac, tic-tac', pero finalmente su retiro ha sido breve y podremos disfrutar de nuevo sus coplas en el próximo certamen de coplas del Gran Teatro Falla. 

Tino, ganador de cuatro primeros premios en la modalidad de comparsa, realiza un guiño a Juan Carlos Aragón en el nombre de su nuevo proyecto, '¡Oh capitán, my capitán!'. José Otero seguirá a cargo de la dirección y Julio Aragón es el nuevo representante legal de un grupo que presenta varios cambios respecto a su última participación en el Concurso.