Es una suerte poder trabajar en una obra en Cádiz. La comparsa de Iván Romero regresa a las semifinales del COAC 2020 siendo muy fiel a su estilo al combinar la alegría de su propuesta con una interpretación sin estridencias. Dos virtudes que relucen en un tercer pase por las tablas del Falla en el que demuestran que no sobran en esta fase. Luce más el compromiso del primer pasodoble que el metacarnaval del segundo, aunque esto arranque más aplausos. Con una música directa y sin complicaciones en su desarrollo, abren la tanda hablando de la inmigración y la xenofobia, que se debe principalmente a motivos económicos. Un relato en primera persona en el que un inmigrante reconoce que tuvo que marcharse de su tierra porque “no me quedaba otra opción”, por lo que repudian las etiquetas de violento o terrorista. La segunda copla se mueve en el eterno debate sobre lo que se puede decir o no del Concurso. En este caso, critican a aficionados, prensa, autores y componentes por opinar sobre distintos aspectos del certamen, aunque al final “te pegas el Concurso entero en el teatro mamando”. Un argumento débil y pasado de frenada para acabar diciendo que quien “se mete con el Concurso se está metiendo con Cádiz”. No desentonan los dos cuplés, sobre todo el primero a su propósito de echarse novia en Carnaval, pero el único polvo que echan es el del estribillo. Bajan con el segundo al Satisfyer que le regalan a su suegra. No entienden que siga en su casa “si se va en 10 segundos”.

El veredicto del Diario del Carnaval

Otro año será.

Actuación en cuartos

el tipo. Albañiles que encuentran un sarcófago fenicio. las coplas. Otra obra en el Falla, aunque esta en plena calle. Cádiz esconde muchos tesoros bajo tierra, por lo que no les falta el trabajo a unos albañiles que saben explotar hasta el extremo las virtudes que les aporta Enrique el fenicio. Una predisposición que, al ejercer de hilo conductor, favorece a que las letras entren mejor, junto a un grupo que brilla por la ausencia de estridencias. En una modalidad en la que el pase a semifinales está muy caro, las letras no son tan contundentes para intentar poner en dudas al jurado. Mucho mejor el planteamiento crítico y localista de la primera a partir de una nueva promoción de viviendas para denunciar el difícil acceso que tienen los jóvenes a un hogar por ser Cádiz una de las ciudades más caras de España. Por ello, maldicen que con 30 años aún tengan que depender de la ayuda de sus padres. Algo mucho más difusa la segunda por el cuidado que hay que tener a la hora de dar una opinión por la cantidad de etiquetas que te pueden poner. Chirría un poco el remate al decir que es “el pueblo” quien ejerce la censura en el siglo XXI. Cae el típico cuplé al jurado para abrir la tanda, al que le dicen que para pasar a semifinales le harían hasta la reforma de la cocina. Mejor el segundo al año que llevan en lista de espera en la cama por la obsesión de su mujer con la serie The good doctor. Les queda mucha faena en la obra.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-bueno (buena)

Actuación en preliminares

La comparsa de Iván Romero, este año en solitario tras un par de años con Nono Galán como compañero en la autoría, presenta '¡Quieto todo el mundo!' en esta tercera sesión clasificatoria del COAC 2020.

el tipo. Albañiles que se encuentran un sarcófago fenicio en donde duerme Enrique el fenicio. las coplas. La comparsa de Iván Romero recupera parte de su esencia con una propuesta alegre a la par que sencilla, lo que la convierte en una agrupación agradable. Cádiz es una ciudad que es “gloria bendita” para un albañil por todo lo que puede encontrar bajo tierra. Con esta premisa, ya desde la presentación se ve que este grupo recupera las sensaciones perdidas el pasado año, aunque con el debe de la falta de un hilo conductor que dé forma al popurrí a partir del tipo y la aparición del fenicio, ya que cada cuarteta va cada una por su lado sin formar un conjunto. Sí destaca mucho más la música del pasodoble, sobre todo a partir del trío y con un final que rompe al rematarse suavecito. Letra de rigor de presentación, con algo de lamento, para abrir la tanda. Defienden su estilo aunque sepan que no van a ganar un premio con él y reconocen que Cádiz lo que quiere es que le digan “te quiero” al oído. Llevan parte de razón, aunque no toda, en el reclamo de más cariño a los carnavaleros mientras que estén vivos de la segunda letra, ya que no hay que “guardarse los besitos para darlos en un tanatorio”. Cuplés por encima de la media. En el primero, cuidan tanto los detalles del tipo que hasta se les ve la raja del culo. En el segundo, odian a la niña de Casa Tarradellas porque a ellos su madre les daría un guantazo y les obligaría a hacer la mudanza. La comparsa está trabajada, por lo que la obra avanza a buen ritmo.

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Palo-bueno (buena)

La previa

Comparsa ¡Quieto todo el mundo!

Iván Romero asume la autoría al completo de esta comparsa después de dos años compartiendo proyecto con Nono Galán. Este COAC, Galán afronta la letra de la comparsa portuense 'Los majaras'. El año pasado fueron cuartofinalistas con 'Te lo cuento o te lo canto' y en 2018 fue semifinalista por primera vez.

El grupo presenta varios cambios con incorporaciones desde la cantera y de comparsistas jóvenes pero con experiencia. Romero no saca este año chirigota -fue finalista el año pasado con David Carapapa - pero sí vuelve a sacar el cuarteto con sus hermanos, con el nombre 'El cuarteto del More'.