el tipo. Boxeadores. las coplas. Una chirigota con muchos golpes... sobre el ring en el que pelean. Otra cosa es montar una chirigota, sobre todo cuando se intenta sostener el repertorio en los estereotipos de los personajes: un negro, un gitano, un cateto, un gordo, un homosexual, un manco... Al final, el resultado no puede ser otro que un cúmulo de desaciertos, a lo que se suma una interpretación tan atropellada que chirría y un tono tan elevado que lleva al grupo al extremo. Con menos foam, los golpes funcionan mucho menos. No se salva nada de la actuación. Bueno, solo que usan la música de ‘Los prisioneros’ para montar la presentación. La música del pasodoble mezcla todo lo que supuestamente funciona para montar una melodía, pero sin formar un conjunto. A esto se suma una interpretación casi chillada. Nuevo homenaje a Manolo Santander y Juan Carlos Aragón en el primer pasodoble. Ellos creen que no hay mejor agradecimiento que cantarle al Falla. Excesos sentimentales en el segundo pasodoble, en el que “un gancho de derechas” por poco les manda a la otra vida, pero un médico les salva la vida a pesar de los recortes. KO técnico en los cuplés. En el primero, el Satisfyer deja a una mujer “el papo” para pasar la mopa. Deplorable el segundo, en el que el novio de se lima los cuernos con un árbol. El popurrí lo salva el cameo de la Mercromina.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-mal (mala)

La previa

Chirigota por mucho que me gaste no me duran los empastes

La chirigota de la Asociación Cultural de Carnaval El Taratachín de Roquetas de Mar repite en el Falla tras su primera experiencia sobre las tablas como 'No nos perdemos ni una'. Su proyecto para 2020, de nuevo con letra y música de José Manuel Gómez-Vizcaíno López y dirección de Norman Plaza Martínez, tiene como nombre 'Por mucho que me gaste no me duran los empastes'.