Todos son artistas

Anoche estuve de nuevo en el Gran Teatro Falla. Tener que escribir de Carnaval me obliga a cometer alguna que otra acción de mal gusto. ¡Qué le vamos a hacer!

Hacía tiempo que no me rodeaba de coristas y chirigoteros. Y la impresión es la misma que llevo diciendo desde hace algún tiempo: ¡Qué pestazo!

El tiempo no modifica las costumbres de estos carnavaleros. Si uno huele mal, el otro todavía peor. Si a un comparsista le huelen los sobacos, el otro utiliza una colonia peor que la peste a pies.

Pero sí he notado una diferencia con respecto a años anteriores. Ahora todos los grupos y todos los autores son formidables; todos hacen inspiradas letras y todos son unos artistas sin igual. El buenismo ha llegado al Carnaval.

Ya no hay letras agresivas contra otros grupos. Ya no hay ajuste de cuentas entre los autores de un año a otro. Se acabaron para siempre las puñaladas traperas. Ahora es tiempo de piropos y abrazos entre los carnavaleros.

Yo creo que lo que ocurre es que se lo están llevando calentito. Los autores se han dado cuenta de la bicoca que supone el Concurso y no quieren matar la gallina de los huevos de oro.

Todos somos artistas, pasamos por el escenario dos veces, salimos en la tele y todo un año pasando por caja.