“El Concurso lo debe organizar el Ayuntamiento y el Patronato ser un órgano consultivo”

David Márquez Mateos | Autor de comparsas

“Hace falta ya una criba dura, chunga, sin público, porque eso de que vengo al Falla porque me hace mucha ilusión está matando nuestro Concurso”

David Márquez Mateo posa en el local de ensayo de su comparsa.
David Márquez Mateo posa en el local de ensayo de su comparsa. / Julio González

Cádiz/David Márquez Mateos Carapapa es uno de esos autores siempre esperados en el Concurso. Este año, por primera vez, viene en solitario porque su hermano Javi ha decidido tomarse un año sabático. Esta noche presentará una comparsa alumbrada en Sevilla, donde reside desde que se casó hace cuatro años, pero muy gaditana.

–¿Cómo se encuentra? ¿Qué expectativas trae este año?

–Bien, con los nervios normales previos del debut, pero tranquilo y satisfecho con el trabajo que se ha hecho durante los ensayos. Con ilusión y expectación.

–¿Cómo ha encarado la confección de un repertorio en solitario por primera vez?

–Mi hermano participó en la presentación pero me dijo que necesitaba descansar y ya cogí yo las riendas en solitario. La verdad es que siempre lo había tenido al lado como autor, pero bueno, llevo cuatro años viviendo en Sevilla, desde que me casé y tuve a mi niña, que tiene un añito y dos meses. Me he tenido que ir acostumbrando a escribir en soledad poco a poco, por lo menos algunas partes del repertorio, aunque es verdad que luego ya en Cádiz lo comentaba con él. Digamos que ha sido un proceso progresivo hasta llegar a esto.

–¿No se le hace raro estar lejos de Cádiz escribiendo Carnaval?

–No, porque no pierdo el contacto, voy todas las semanas a los ensayos además. De hecho, creo que estar aquí me ha venido bien para aislarme a la hora de componer, o por lo menos eso creo.

–Lo que no hace ya es salir como componente.

–Qué va, mi garganta ya no está para las exigencias de estos grupos. Aparte, no sé, con la precisión que hay que cantar con la comparsa hay que ensayar todos los días, y yo viviendo en Sevilla no puedo hacerlo. Una cosa es saberse las letras y otra cantarlas con la precisión que la puede llegar a cantar el grupo.

–Y más con las exigencias de su nuevo director de este año, porque Paco Trujillo Catalán es bastante meticuloso a la hora de afinar los grupos.

–Por supuesto. Vamos, le duraría un ensayo. Es muy trabajador, muy constante, muy perfeccionista, espero y confío que se aprecie el trabajo que ha hecho este año, que creo que es espectacular.

–¿Le ha sorprendido la forma de afinar de Paco?

–Pues sí me ha sorprendido, la verdad, tenía mucha confianza en él pero aun así me ha sorprendido, creo que es una figura que está muy infravalorada en el Carnaval. No me duelen prendas al decir que es el mejor director que la comparsa ha tenido, lo digo sin lugar a dudas. Ahora mismo creo que la madurez que ha alcanzado le hace tener un gran equilibrio entre la disciplina y la permisividad de las cosas. Es compatible lo exigente que es en los ensayos sin olvidar que hay 15 hombres con sus circunstancias de trabajo, de familia, y ya te digo que creo que ha hecho un trabajo espectacular tanto en lo humano como en lo artístico.

–Tras el pelotazo de ‘Los duendes coloraos’, y no pasar a la final con ‘Los gatos callejeros’ por aquella penalización, decidieron no participar en el Concurso durante dos años, ¿cree que todo aquello le ha podido castigar de alguna manera para comparsas posteriores?

–Sin lugar a dudas. Quizá de la manera que se enfocó aquello, tanto con los medios como las coplas que se cantaron, no dejó buena imagen. Quizá los primeros responsables somos nosotros, pero me parece que no se llegó a entender aquello como una protesta o un movimiento para mover los cimientos del Patronato, que vemos año tras año que es un absoluto desastre. No se explicó bien, no se vendió bien, y desde luego nos ha pesado, porque hay un sector de la afición, incluso de la prensa, que no nos ha perdonado. Yo creo que antes de irnos caíamos de una manera y cuando volvimos de otra.

–Pero no fueron los únicos que abandonaron el Concurso, porque también Juan Carlos Aragón tomó ese camino y sin embargo parece que él ha saldado cuentas de una manera más certera.

–Bueno, ya es cuestión de analizar con qué letras volvió él y con las que lo hicimos nosotros. Había dos maneras de volver, una pidiendo perdón y otra no haciéndolo, sino más bien afeando lo que veíamos mal. Además nosotros volvimos coincidiendo con el cambio político en el Ayuntamiento, y confiando que eso podía abrir un hilo de esperanza de poder reconducir esto, aunque luego se ha frustrado.

–¿Decepcionado entonces por el rumbo que sigue llevando el Patronato, porque todo siga como antes de marcharse?

–Igual está peor que antes. Porque tanta representatividad no la entiendo. Hay gente que está en varias asociaciones y otros que no tienen voz, esto sigue siendo un caos que manejan y organizan los que ya sabemos.

–Sin embargo cuando llegó José María González hubo un movimiento de mucha unión entre voces importantes del Carnaval. ¿Por qué no cuajó?

–Pues sí. Sentíamos que podíamos hacer mucha presión, hablo sobre todo de la Asociación de Comparsistas. También se movilizó la de chirigotas, en fin. Sin embargo, por diferentes motivos, hubo autores importantes que, por diferentes motivos, personales incluso con el alcalde, empezaron a bajarse del barco en el momento clave, cuando había que decir esto es lo que hay. Porque es que esto va a llegar un momento que va a tener que ser así. Algún día los principales autores se tendrán que poner de acuerdo para cambiar esto.

"Nos ha pasado factura no concursar esos dos años. Antes caíamos de una manera y ahora de otra”

–¿Unión y autores importantes de Carnaval? Uff... complicado matrimonio pide usted.

–Es que aquí lo que tendría que primar es el bien común, porque al final la gente va mirando su interés personal, y nunca la suma de intereses personales resultan un bien común. Encuentras a gente cuya única aspiración es que entren más agrupaciones a cuartos porque él se está quedando en la puerta y si se abre el abanico pues va a meter la cabeza. Y eso no puede ser. Por ponerte un ejemplo. Pero vamos, la culpa fue que los grandes empezaron a quitarse de en medio. Yo fui el último en irme, y te podría decir el orden en que se fueron largando, pero no me parece vaya.

–Lo peor es que todos los grandes de la fiesta con los que hemos hablado en estas entrevistas coinciden en señalar que el Concurso necesita un cambio y sin embargo nadie actúa.

–Es que el que tendría que organizar exclusivamente el Concurso es el Ayuntamiento y que el Patronato fuera algo consultivo. Pero la gente del Carnaval nunca se van a poner de acuerdo, los coros van a tirar para ellos, cada modalidad igual, así que habría que buscar alguien neutral, alguien de fuera que tomara las decisiones.

–Pero cuando el Concurso lo organizaba el Ayuntamiento hubo un clamor para quitarle aquello de las manos. Y ahora parece que nadie está contento con las manos en que se ha dejado.

–Sí. A ver, mi opinión es que el Ayuntamiento se tendría que sentar con los participantes del Concurso que considere oportuno y hacer un certamen mejor, más atractivo, más corto, con más calidad, que se puede hacer, y hay que ponérselo difícil a las malísimas.

–O sea, una criba dura.

–Pero ya vamos, una criba chunga, dura, desagradable, fea, sin público, para que el que quiera venir del quinto pino simplemente porque le hace ilusión cantar en el Falla se lo tenga que pensar, porque es que eso de me subo al escenario porque me hace ilusión se está cargando el Concurso.

–Está claro.

–Y quizá a lo mejor con el mismo criterio que se sigue con los cabezas de serie pues establecer algo para que durante la preselección no canten determinados grupos que se han ganado ese privilegio, y que tú durante cinco o seis días le des cuelo a las nuevas que puedan venir, pero en pocos días. Y luego pues ya tenemos 20 días pero de calidad en el Concurso, porque es que cuando empieza lo bueno de verdad se acaba. Y por supuesto no hay dinero si no pasas de ronda. Es que lo que puede tener interés la retransmisión es normalmente la cabeza de serie, que es la que tendría que llevarse más dinero porque para eso hasta te hacen cantar último, y resulta que no, que se tiene que repartir entre todos por igual, es decir que lo mismo se lleva un cuarteto de bastinazo que son tres tíos de un pueblo de Almería que una agrupación de primer nivel. No me parece justo. Esto lo sostienen veintitantos autores y en el momento que dijeran hasta aquí hemos llegado se acababa el Concurso tal y como lo conocemos.

–¿Y es posible que los grandes aparquen enemistades alguna vez y se unan por el bien general, como usted decía antes?

–Pues debería ser posible, pero creo que nunca vamos a conseguirlo, porque aquí no nos conformamos con ganar dinero, sino que queremos ganar nosotros pero que el otro no gane. Si yo gano poco pero el otro no gana nada, pues genial. Es así de triste.

–Bueno, volviendo a su comparsa antes de que sigamos poniéndonos malos hablando de los males del Concurso. ¿Qué podemos esperar de ‘El marqués de Cádiz’?

–Pues sin desvelar sorpresas lo que quiero es hacer una comparsa clásica, muy gaditana, muy carnavalesca. Estábamos equivocados. Quizá la deriva que habíamos cogido en estos últimos años, no tanto en la composición como en la interpretación, no era la adecuada, igual era demasiado estridente, algunas voces no empastaban bien, pero esta sencillez que hemos retomado, y que parece que es la moda ahora, es una gran noticia para la modalidad, para los aficionados, es algo que hay que agradecer a Juan Carlos, que lo hizo con ‘Los millonarios’, que fue el primero que le pegó la vuelta a la tortilla.

–Usted que ha vivido el éxito en comparsas y también ha logrado premios con chirigotas ¿no le da la sensación de que ahora mismo la comparsa ha tomado la delantera?

–Bueno, es que la comparsa siempre ha tenido ese componente de pasión. Es que son tiempos muy difíciles para hacer reír, va todo tan deprisa, que el chiste que vale hoy dentro de tres días ha perdido vigencia.

"Para cambiar esto hace falta la unión de los grandes, y creo que eso no lo vamos a conseguir nunca”

–Y las redes sociales, que están haciendo mucho daño al Carnaval.

–Sí porque cualquiera es ocurrente y antes a lo mejor esa ocurrencia se quedaba en una peña, ahora sin embargo un buen golpe se quema. También hay gente que va y coge esas gracias y la escribe. Igual se busca un humor más nacional, no sé, pero desde luego esto es cíclico. Este año creo que hay un buen nivel en chirigotas, y eso que faltan tres grandes, Canijo, Sheriff y Vera. Por contra ha vuelto Juan Carlos y hay un pelotón ahí de chirigotas que está bien, aunque igual no hay pelotazos, pero para mí es más bonito que haya ocho o nueve peleando por cuatro puestos. Es que parece que si un año no hay un pelotazo es un año malo de Carnaval, y a mí me parece todo lo contrario, porque esto es como la Liga, cuanto más igualdad haya hasta el final mejor.

–Usted que lleva cuatro años viviendo en Sevilla. ¿Se vive allí con tanta pasión el Carnaval de Cádiz como nos da la sensación?

–Sí. Hay gente que lo ve con indiferencia o ni lo conoce, pero desde luego el que le gusta lo sigue mucho. El sevillano es un enamorado de Cádiz y del Carnaval.

–Lo que es cierto también es que la enfermedad esta que nos entra con el Carnaval no tiene cura, porque ahí está su padre con la edad que tiene con la chirigota.

–Es que el que siente esto dentro, el que lo ha vivido, lo tiene para toda la vida. Paró muchos años por el bar y eso, pero en cuanto que se jubiló otra vez tiró la cabra al monte. Ahí está el tío haciendo un ejercicio diario magnífico, aprendiéndose las letras, que es súper positivo para ellos, el día de la actuación hicieron el pasacalles con mi madre también y verlos disfrutar así es una alegría. Son dos picados.

–Me veo a los médicos de familia recetando a los abuelos salir en una chirigota para mantenerse joven.

–Bueno, de hecho creo que se publicó un estudio que decía que Cádiz era de las ciudades que menos Alzheimer tenía y todo hacía indicar que era por el Carnaval, no sólo el que sale, sino el aficionado que quiere aprenderse y memorizar las letras. Activar eso de alguna manera es increíble.

–¿Cuántos años lleva saliendo usted?

–Pues contando los dos años que no concursamos cerca de 30.

–Al cabo de tantos años ¿guarda más amigos o ha dejado algunas rencillas por el camino?

–Hay de todo un poco, la verdad, jejeje. He conocido a mucha gente. Sin duda he perdido alguna que otra amistad de las que importan, de las de verdad, he visto pasar mucha gente que sólo venía por el interés, incluso bueno, a lo mejor el interés era recíproco, o con la que nunca habíamos pretendido una amistad, pero también he conocido a gente muy guay y he hecho buenos amigos.

–¿Si tuviera que quedarse con una agrupación suya cuál sería?

–Quizá me quedaría con ‘Los duendes’, aparte del resultado por la experiencia de vida que saqué con todo aquello, con lo desagradable de lo que pasó y con todo lo bonito que vino detrás y que si no hubiera habido esa parte fea pues seguro no hubiera sido tan bonito. Me quedo con ese año por la noria de sensaciones en tan poco tiempo hasta llegar al debut en el Falla, que fue de los momentos más bonitos que he vivido.

–¿Y el peor momento sobre las tablas?

–Pues no sabría decirte, no tengo así ninguno especial. Bueno quizá esos momentos en que estás cantando en semifinales y sabes que no tienes nada que hacer y no depende ya de ti. Yo intento aislarme y no enterarme de cómo van las cosas, pero indudablemente hay veces que te llega algo y cantar ese último momento sabiendo que no hay nada que hacer es complicado. No obstante yo siempre me he sentido muy afortunado con la acogida del público.

–¿Le molesta que algunos compañeros hagan chistes sobre si los Carapapa se llevan dos partes, que si el contralto se lleva parte y media...? ¿Le cansa esa historia?

–Bueno, eso en su momento se habló y en fin, es curioso que se diga solo de nosotros cuando eso pasa en muchas agrupaciones. No es que me haga gracia pero tampoco me molesta.

–¿Del Carnaval se puede vivir?

–Hombre, los autores quizá sí, siempre que saquen una agrupación con mucha repercusión. Hay autores que viven del Carnaval, algunos lo dicen y otros no. Yo de hecho vivo en gran parte de él. Y luego los componentes pues bueno, todo depende de cómo se dé el año. No se puede considerar un trabajo porque no puedes asegurar unos ingresos. Con determinadas agrupaciones si no un sueldo una ayudita importante sí que se llevan.

–Ustedes fueron de los primeros en legalizarlo todo, en constituirse como empresa, abrieron un camino importante a la hora de profesionalizar la fiesta.

–Claro, pero porque tuvimos que hacerlo. De hecho, una de las razones por las que también nos vamos del Falla es porque si te expones a un Concurso pues te afecta en todo. Por ejemplo, el año de ‘Los Gatos’, por moverte en la presentación que te quitan nueve puntos y te sacan de la Final cuando podías haber pasado segundo. Luego resulta que cuando te piden precio te comenta el que te quiere contratar que cobras más que el primer premio, porque tienes unos gastos que otras agrupaciones no tienen. Yo explicaba que tenía esos gastos más que otros. Así que pensamos que si en un Concurso me iban a dar una patada por hacer de gato yendo de gato y que iba a sufrir la competencia de otras agrupaciones que no tienen estos gastos, aunque los tendrían que tener, pues lo mejor era irse. Porque uno no puede delatar a nadie. Era una cosa que comprometía a mucha gente. Nos callamos la boca y nos fuimos y punto.

–La última, un deseo para este Carnaval.

–Pues nada, que las agrupaciones lo hagan bien, que el público lo disfrute, que cada aficionado tenga a sus favoritos pero valore también lo de los demás. Y nada, muchas coplas, y mucho vino y mucha diversión.

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