Hay una luz en el cielo que brilla como una luciérnaga. Esa es la estrella de Julio Pardo, quien tristemente se marchó hace un año. En la noche más grande de Cádiz, su coro cerró el ciclo de un año complicado con un homenaje para que no se pierda su memoria. Fue el broche de la participación del coro ’Los luciérnagas’ en el Concurso. Una buena actuación con tintes gaditanos en todas sus coplas para mantener la regularidad respecto a sus anteriores pases. Embajadores de Cádiz cuya luz les ilumina por el mundo, se acuerdan de su tierra en todas las coplas, lo que les sirve para redondear la idea. Ya en el primer tango, un poco por debajo del resto del pase, vuelve a aparecer su defensa a partir de su acento. Lo hacen con una letra mitad piropo, mitad tirón de orejas al comenzar con una leyenda de un barco cargado de todos los tesoros que tiene la ciudad y que un capitán vendió a cambio de quedarse con la letra s. Sin embargo, se guardaron dos para llamar “sieso” a quien no nos entienda. Mejor hilvanado el segundo en memoria de Julio Pardo a partir del recuerdo de gaditanos ilustres como La Perla, Chano Lobato, Pericón, Manolo Santander o Juan Carlos Aragón, con los que en el cielo hay “un revuelo de gaditanos”. Para ellos, la estrella más especial es la de Julio Pardo, que es la que “nos ha enseñado el camino” y ha conseguido que vuelvan a estar en el Falla con “nuestro tanguillo”. A estas alturas del Concurso, no están malotes los dos cuplés. Gran toquetazo en el primero al recibir su vecino el trasplante de un corazón de cochino, por lo que se le ha puesto la cara de Vizcaíno. Carga, pero sin maldad, en el segundo a las chirigotas sevillanas, que estarán en la final “cortando queso”, un remate que ya se ha quedado para la historia de la fiesta.

Semifinal

Una luz que llevan los gaditanos a cualquier lugar del mundo. Una forma de ser que brilla en la oscuridad. El coro de Julio Pardo, Antonio Rivas y Carlos Sánchez Carlines progresa en su tercera actuación con letras más potentes tanto en su concepción como en su mensaje. Coplas para apretar la lucha para revalidar el primer premio. Como embajadores de Cádiz, en la primera letra defienden con acierto que Andalucía es la cuna del flamenco, rebatiendo las manifestaciones de Isabel Díaz Ayuso en las que dijo que estaba en Madrid. Con la sentencia de que es un arte que “ni se enseña ni se aprende, sino que sale de dentro”, recuerda que su esencia “pertenece a los gitanos” y que nació en “las calles y barrios de Andalucía”, por lo que le pide a la presidenta de la Comunidad de Madrid “más respeto por los flamencos de Andalucía” y que no se piense que “un cante por bulerías es lo que hace Rosalía”. Reluce mucho más el tirón de orejas que le dan a la clase carnavalera por querer rendirle un homenaje a Pedro Romero con “falserío” por haberlo abandonado en vida, ya que “murió en la pobreza”. Una hipocresía de la fiesta que viran de manera rotunda a la situación que vive el Noly, por lo que piden que se ayude “al genio antes de que sea tarde”. Los cuplés, sin embargo, no brillan tanto a pesar de ser luciérnagas. Sobra el bastinazo del primero a la película `'La sociedad de la nieve' y lo que se comen por accidente en un cuarto oscuro en Chueca. Más crítica que remate en el segundo a Halloween, ya que cuando ven el hospital se acuerdan de “los muertos de la Junta".

A la final

Actuación de cuartos

El tipo. Emigrantes gaditanos. Las coplas. Embajadores de Cádiz con una luz que hace que brillen al defender su tierra. El coro de Julio Pardo, Antonio Rivas y Carlines mantiene las buenas sensaciones del primer pase con una actuación en la que destaca el desarrollo que tiene el tipo. Un reflejo de luz que en las letras se muestra irregular en los tangos tanto por intención como por ejecución. Con una música del tango que sigue sin enganchar en su inicio por su excesiva originalidad, aunque mejora mucho desde el trío al ser más reconocible, de la tanda de cuartos destaca mucho la primera letra de crítica a la situación institucional que vive el Cádiz. Lo hacen con una clara queja por el concurso de Carnaval creado por el club. Aprovechan la copla para reprocharle a Vizcaíno que esté arrastrando la dignidad del equipo y que venda humo con el nuevo estadio. Afean la letra con el remate al pedirle al presidente que el dinero “se lo lleve a Nervión o se lo meta en los huevos”. Chirría un poco la segunda a los ofendiditos del Carnaval por concepto, ya que les recuerdan a “la censura de la dictadura por controlar lo que cantar”. Incluso, los señalan al decir que esta “corrección” seguro que no la tienen en sus grupos de WhatsApp, por lo que piden que la libertad que existe en la calle también se dé en el Falla. Dan la de cal y la de arena en los cuplés. Corrientito el primero a pedir un verificador como en Cataluña para que verifique “si es normal en los andaluces lo que nos cuelga por delante”. Mucho mejor el segundo a la monja fantasma que se aparece en el Puerta del Mar, aunque a ellos les dan más miedo los curas de Salesianos.

Muy buena.

Preliminar

El tipo. Emigrantes gaditanos. Las coplas. La luz de Cádiz se nos pega a los gaditanos, por lo que brillamos en cualquier lugar. Con una idea algo menos cautivadora, el coro de Julio Pardo hijo y Antonio Rivas se repone de un duro año con un repertorio que, a pesar de tirar del localismo a partir del personaje, consigue brillar más en sus partes fijas, en donde el grupo se muestra poderoso, que en el tango. Imponentes desde la presentación, en la que presentan a un embajador de nuestra tierra que brilla como una luciérnaga mostrando su forma de ser, la música del tango tiene un primer tramo bastante extraño tanto en su estructura como en su melodía, sonando demasiado diferente. Desde el trío, comienza a tomar mucho más cuerpo. No podía faltar el momento emotivo en el primer pase con una copla en agradecimiento a todos los carnavaleros, público y prensa que les apoyó tras el fallecimiento de Julio Pardo durante el pasado Concurso, por lo que dicen que “sois nuestra familia”. El segundo se queda un poco a la zaga al partir del personaje para rememorar la salida del Nazareno el Jueves Santo. Los cuplés no brillan como las luciérnagas al hacer de poetas cuando Endesa les despierta de la siesta y formar una cola Froilán en el cuarto de baño cuando –se supone– estaba cagando. La historia del gaditano que se va y el retrato de su idiosincrasia copan un popurrí en el que demuestran su fuerza y conjunción, aunque el relato ya es reconocible.

Muy buena.

La previa

El coro de Julio Pardo Carrillo y Antonio Rivas abre una nueva etapa en este Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de 2024. El triste fallecimiento de Julio Pardo padre durante el pasado certamen de coplas ha provocado que su hijo ya asuma al completo los galones de este grupo, aunque en los últimos años ya se venía atisbando su mano en la evolución que se estaba dando. 

Nuevos aires que se notaron de manera sobresaliente en el coro 'Los Martínez', primer premio en 2023, en aspectos tan importantes como la idea, el enfoque, la escenografía, la estructura del tango o la selección de las músicas para el popurrí. Un nuevo rumbo sin olvidar un pasado que se inició en el año 1978 con 'Los aspirinos' y que se mantendrá con 'Los luciérnagas'. 

En este caso, el relevo generacional se ha llevado a cabo con la mayor naturaleza posible ya que Julio Pardo Carrillo tiene una amplia experiencia como componente de la orquesta y apoyo de su padre en todos estos años para la composición y montaje del coro, figurando oficialmente como autor en 'Tócame' y el ya citado 'Los Martínez'. 

A esto hay que sumar que vuelve a contar con Antonio Rivas, letrista de toda la época dorada de esta agrupación desde que se uniera en 1992 con 'Guanahaní', lo que supone una garantía para la confección del repertorio, al que en esta ocasión también se suma oficialmente Carlos Sánchez Maira Carlines.