el tipo. Ratas. las coplas. Otro tipo de ratas en el Concurso, pero estas van vestidas de bonito. Comparsa a 15 voces en la que cada una hace la guerra por su cuenta. Repertorio indescriptible porque los constantes cruces entre los componentes hacen que apenas se puedan entender los versos. Si a esto se une que el bombista se convierte en el protagonista al tapar al grupo al tocar su instrumento con mucha fuerza, nada se puede rescatar de una actuación pobrísima en la que hasta cuesta saber de qué van. En la presentación, lo único que se saca en claro es que “el que pestañea, pierde”. Pasodobles cantados a mil revoluciones en los que no se entiende absolutamente nada. Con una literatura muy liosa, parece que el primer pasodoble va a una mujer que va a votar por las enseñanzas de su abuela, pero al final se quejan de que con su voto van a “coronar al rey de los ladrones”. Más lío en el segundo, en el que parece que le echan en cara a Dios la enfermedad de su hijo. Inenarrable el primer cuplé al Satisfyer, aunque tampoco se queda atrás el segundo a lo que se toman para la garganta. Se atreven a hacer solos en el popurrí.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-mal (mala)

La previa

Comparsa El reino de los vivos

El sevillano Guillermo Caballero, uno de los históricos del Carnaval de Sevilla, asume en solitario el repertorio al completo de esta comparsa nazarena, que en 2019 participó con 'Los vendehumo' y de la que ya compuso parte de la música. Esta fue la primera participación de este grupo en el Concurso del Falla que nació de una escisión de la comparsa 'El hombre de los mil rostros' .

En sus últimas participaciones, Caballero ha aportado a la fiesta comparsas como 'La isla de los anónimos', 'El mundo es nuestro', 'El rincón de las verdades' o 'El rey de corazones'.