el tipo. Hombres de mala vida. las coplas. “Un pájaro de alpiste que se muere si no pía cada noche una canción”. No existe mejor definición posible para una idea. Un bala perdida que va de taberna en taberna con su cante. La noche confunde a estos comparsistas con una idea que sirve de excusa para hablar de todo en su repertorio, respetando los cánones clásicos de una comparsa de preliminares. Personajes que viven a su manera, al igual que hacen su comparsa. Hombres de la calle que hacen la vida imposible a su vecindad... y hasta a su madre. Poco que rascar de un repertorio que se ajusta a la primera fase del Concurso. Tras una floja presentación, mezclan un drama y una queja sobre el Concurso en los pasodobles, que tampoco puede faltar. Abren la tanda con tintes melodramáticos –lo que no quita que lo que denuncian sea serio– con una letra al acoso escolar, por el que un niño no quiere ir al colegio porque es “una selva de gacelas y leones” –tal cual–. Muy pronto empiezan a buscar enemigos en la prensa en la segunda letra porque “no le gustan las modestas” y “disparan a muerte desde su sillón”. Desperdician la oportunidad que tienen para denunciar cosas que interesan de verdad. La autocrítica brilla por su ausencia. Cuplés ya muy vistos. En el primero, le dan un bocado a una teta de silicona y les sirve para “tapar las rajas del cuarto de baño” –este chiste puede haber salido una decena de veces en el Concurso del Falla–. En el segundo, nada edificante, ellos quieren dos o tres Grammys, pero de los que se meten por la nariz –¡vaya ejemplo!–. Una vida muy mala.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-mal (mala)

La previa

Comparsa Mala Vida

La comparsa de Raúl Sánchez de Las Cabezas de San Juan repite por segundo año consecutivo en el Concurso del Falla con la experiencia acumulada en su debut como 'La comparsa del guía'. El grupo, forjado en concursos de la provincia de Sevilla y que en años anteriores fue La fortaleza' o 'La reina' en su localidad, vuelve a Cádiz como 'Mala vida'.