Bipolaridad es sinónimo de gran poca vergüenza y ausencia de filtro. Si por el nombre ya era esperada, la chirigota de Miguel Ríos y Víctor Jurado vuelve a exprimir su tipo en otro buen pase, con su carga, su maldad y su punto diferente al resto. Ya en la presentación, muestran sus credenciales con pequeñas actualizaciones, como la carga al coro de Jesús Monje, al que no le falta ningún detalle. Vuelven a bordar los pasodobles, en donde está más presente la bipolaridad. En semifinales, le toca al jurado por pasarlos. En el primero, dicen que es puntero, pero reconocen que todo está amañado por sus relaciones con ellos. Encima, le echan cara –con mucho ánge– al decir a los que no han pasado que les “coman los huevos” porque son bipolares, pero no falsos. Le dan la vuelta al segundo, también soberbio, al llamar “locos” a los miembros del jurado por meterlos, por lo que les piden que no que no quieren ir a la final porque “no queremos ensayar más”. En esta ocasión, los cuplés funcionan mucho más. En el primero, comparan a Brad Pitt y Robert Redford con Pajares, Esteso, Landa y Ozores, por lo que concluyen que “demasiado hemos follado los españoles”. En el segundo, le regalan un carnet del Cádiz a su suegro por la cantidad de infartos que se han producido en el Estadio. Lo normal es ser bipolar en Carnaval...

con opciones

Actuación en cuartos

el tipo. Bipolares. las coplas. Malvados, con poca vergüenza... y bipolares. La chirigota de Miguel Ríos y Víctor Jurado consigue mantener las virtudes del primer pase, en las que el tipo les permite explayarse con gracia en los pasodobles, aunque en esta ocasión los cuplés lucen algo menos. Con una pequeña actualización en la presentación en la que muestran su estilo al decirle a Martínez Ares que “le cabe tela en la mina”, en los pasodobles explotan con brillantez la bipolaridad alrededor de la forma de carga en la Semana Santa, teniendo ambos como nexo de unión a Fernando Pérez y sus críticas a las maneras gaditanas. En el primero, en defensa del costal, sueltan alguna carga gorda como que en Cádiz el monaguillo más guapo tiene la cara de Bustelo. Le dan la vuelta con maestría en el segundo en defensa de los cargadores frente a unos costaleros que parecen dromedarios. Lástima que se caigan un poco en los cuplés. Más flojete el primero al decirle a Froilán que a ver si le mete mano a una hormigonera, mientras que el segundo repunta un poquitín al decirles un monitor del gimnasio que tienen que bajar volumen, por lo que se quedan callados.

Buena

Preliminares

El tipo. Bipolares. Las coplas. Una bendita locura. Carnaval sin filtros dentro de un tipo que permite la carga extrema. Bipolares con muy poca vergüenza que dan la primera sorpresa agradable (o no) del Concurso del Falla. Desde la presentación flota en el ambiente la gran cantidad de maldades que pueden soltar... y no se cortan, ya que ‘La ciudad invisible’ es Ramoni vestido de Teruel y se despiden más veces que Clandestino. Pero lo normal en Cádiz es no ser normal. Y dentro de esta anormalidad, cuando más brilla el repertorio es en los pasodobles, de corte humorístico, en los que aparece su bipolaridad para hablar del Carnaval de verano y del Carnaval de invierno, acabando los dos bien rematados en el mismo punto. En verano, no es normal ver a dos arlequines comiéndose un Calippo y, en invierno, todo es más calentito, como los WhatsApp de cierto carnavalero –más maldad, imposible–. Se crecen en los cuplés, en los que en Cádiz tenemos siempre al lado a un sevillano, como en los puestos de descenso, y un cura les compra papeletas del Sorteo del Niño si tiene menos de 12 años –sin anestesia–. Rematan la faena a calzón quitado en el popurrí, sobre todo con las cuartetas de la Plaza de Abastos y los candidatos.

buena

La previa

Solo por su nombre, la chirigota gaditana 'Cádiz qué bonita eres con tu puta madre (los bipolares)' será uno de los grupos a seguir en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de 2023. Con un conjunto de nueva creación, sus dos autores sí tienen cierta experiencia. 

La letra será de Miguel Ángel Ríos, que hasta hace unos años estuvo ligado a la chirigota de Miguel Ángel Llull. De hecho, formó parte como coautor de dos agrupaciones que llegaron a cuartos de final como 'Gora ke hay (Partido Independentista de Kai)' y 'Dónde meto el elefante en el piso de estudiantes'. 

Por su parte, Víctor Jurado, que hace parte de la letra y la música, coincidió con Miguel Ángel Ríos en la primera chirigota del grupo de Llull, 'La verdadera historia de Jesulín después de Belén', en el año 2012.