Pepe Losada vuelve a Irán: "Todo empezó por pura supervivencia"

Fútbol

El preparador físico gaditano sigue agrandando su currículum internacional con su regreso al Persépolis FC, uno de los grandes equipos de Asia

Pepe Losada, en su puesta de largo como responsable de la parcela física del prestigioso equipo iraní.
Carlos Sacaluga / Cádiz

20 de agosto 2025 - 19:15

Después de más de una década trabajando en el Cádiz CF, el camino profesional de Pepe Losada dio un giro inesperado. Con 12 temporadas a sus espaldas en el club andaluz, la llegada de nuevos propietarios supuso un punto de inflexión en su carrera: "Por pura supervivencia, tuve que buscarme la vida", confiesa con sinceridad. Hoy, tras un extenso recorrido internacional, inicia una nueva etapa en Irán, donde vuelve a uno de los clubes más importantes del país: el Persépolis FC.

Losada es el reflejo del profesional que no solo ha sabido adaptarse a distintos países y culturas, sino que ha mantenido su compromiso y nivel de exigencia en cada destino con el gran objetivo que le ronda en la cabeza: llegar a una gran liga europea como la Premier League y Bundesliga.

—Ahora inicia una nueva etapa en Irán, ¿cómo comienza su historia en el extranjero?

— Pues por pura supervivencia, como te decía. Tras 12 temporadas en el Cádiz, con la llegada de los nuevos propietarios italianos, muchos empleados salimos, yo entre ellos. Me tocó reinventarme. Primero gracias a la Federación Gaditana de Fútbol, que me llamó para ser preparador físico de las selecciones provinciales. Y luego, gracias a Antonio Calderón y a Paco Gallardo, que estaba jugando sus últimos años en Hungría, surgió la oportunidad de fichar por el Puskás Akadémia, un club muy prometedor. Después vino la aventura en Filipinas, con el Ceres-Negros, gracias a Carli de Murga, que era capitán del equipo y de la selección filipina. Y así fui enlazando oportunidades.

—¿Cómo se gestó lo de Irán?

— Esta es mi segunda etapa en el Persépolis. En la primera conseguimos dos ligas, una copa y una supercopa en solo dos temporadas. Hace un mes y medio me volvieron a llamar y no lo dudé. Es un club muy grande, de los más importantes de Asia, con una exigencia altísima.

—¿Qué puede contar de esta nueva etapa?

— Persépolis es el club más laureado de Irán. Es el que más ligas, copas y supercopas ha ganado. Es un club obligado a ganar siempre. La pasada temporada no lograron ningún título, y el entrenador era el español Juan Carlos Garrido. Fue un auténtico descalabro para el club, y creo que por eso han pensado en mí este año, por el buen sabor de boca que dejé con mi trabajo en la etapa anterior. Ahora, el nuevo entrenador es Vahid Hashemian, ex futbolista de la selección y del Bayern de Múnich, a quien conozco desde hace años porque estuvo como asistente en la selección iraní. Entre que él ya tenía buenas referencias mías y que la directiva también valoró mi trabajo anterior, se dio la oportunidad de volver.

—Marcharse tan lejos de casa no debe ser fácil…

—Está claro que uno no se va a 8.000 o 15.000 kilómetros de Cádiz por amor al arte. El mercado asiático lleva años ofreciendo buenas condiciones. Antes era China, ahora lo encabezan países de Oriente Medio como Arabia Saudí, Catar, Emiratos o Irán. Hay una inversión muy fuerte en fútbol, y eso abre oportunidades.

Persépolis es el club más laureado de Irán, el que tiene más títulos y está obligado a ganar siempre"

—¿Hay tanta carga de partidos como en Europa? ¿Cómo ve el tema de las lesiones?

—Sí, en muchos casos la exigencia es igual o mayor. Por ejemplo, en Irán la liga tiene 30 jornadas, más la Copa. Hace dos temporadas también jugamos la Asia Champions League, así que puedes llegar a disputar entre 40 y 45 partidos oficiales. Y si tienes jugadores internacionales, sumas 8 o 10 más fácilmente. El fútbol es una industria que tiene que producir, y la carga competitiva ha aumentado muchísimo. El aumento de lesiones es una batalla diaria para el cuerpo médico del club: preparadores físicos, fisios y médicos estamos en alerta constante.

—Ha trabajado en Filipinas, India, Hungría, Irán... ¿Qué diferencias encuentra entre estos contextos?

—Fundamentalmente, la pasión con la que los aficionados viven el fútbol. Por ejemplo, el año pasado estuve en la Superliga India, donde el deporte rey es el cricket. Allí podía salir tranquilamente a la calle. En cambio, en Irán el fútbol se vive con locura. Paseando por cualquier lugar me reconocen y me saludan. Es un país muy futbolero. Además, en países como India están tratando de implantar modelos de ligas europeas. La Premier League es 'partner' de la Superliga india, y se nota su influencia en la estructura y gestión del campeonato.

—Habrá vivido de todo. ¿Dónde ha disfrutado más?

—Todas las experiencias en el extranjero han sido positivas, pero la más exitosa ha sido en Irán. Por eso vuelvo con tanta ilusión. Y más allá del presente, tengo la ilusión de trabajar algún día en una gran liga europea, como la Premier League o la Bundesliga. Es mi sueño, y me siento preparado para ello.

En Irán el fútbol se vive con locura, paseando por cualquier lugar me reconocen y me saludan; es un país muy futbolero"

—Hay muchos gaditanos que han emigrado para vivir del fútbol, como Pablo Grandes o Jesús Casas. ¿Cómo surgen esas oportunidades?

—Me habla de amigos y compañeros que también tuvieron que hacer las maletas. Las oportunidades surgen, y tú decides si te quieres subir al tren o no. Personalmente, siempre he contado con el apoyo de mi familia, sin el cual sería impensable embarcarse en estos proyectos.

—¿Cómo lleva vivir tan lejos de los suyos?

—Es, sin duda, lo más duro. Aunque la pasada temporada pude disfrutarlo porque mi esposa y mi hijo Yago se vinieron conmigo a India. También estuvieron conmigo tres meses en Manila, y me visitaron en Budapest. A Teherán aún no han venido, pero espero que esta temporada se den las circunstancias para que puedan acompañarme.

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