Juan José Cordero Gallardo (El Puerto de Santa María, 1978) es, sin duda, una de las personas que ha empezado bien el año: su inicio se ha correspondido con la entrada en vigor de su designación como árbitro internacional de fútbol sala, una decisión adoptada por la Comisión Técnica Nacional de Árbitros de este deporte que le fue comunicada el pasado 23 de Diciciembre. Tras 21 años en las pistas considera el nombramiento como la culminación a una carrera.

-Un ascenso así es como para encontrarse satisfecho.

-Me siento orgulloso y feliz. El Presidente del Comité Técnico de Árbitros, Pedro Galán, me propuso en verano, en el transcurso de unas pruebas físicas efectuadas en Madrid. La idea se oficializó en septiembre y sólo se remitió a la FIFA tras la superación de diversos trámites. Son muchos los recuerdos que ahora se escenifican en la memoria: mis inicios en el estío de 1992, los compañeros a lo largo de este tiempo y, cómo no, la figura de mi padre, Francisco Cordero, a quien todo el mundo conoce por Mendi. Hace 40 años fue uno de los fundadores del Colegio Local de Árbitros. Mi padre es el origen de mi interés.

-Para él debe tratarse de un verdadero acontecimiento.

-La noticia le ha llenado de satisfacción, es obvio. Por lo demás, no me ha aconsejado nada en concreto. Siempre me ha dado libertad.

-¿Qué currículum se requiere para conseguir la internacionalidad?

-Desde 1992 a 1997 desempeñé funciones de cronometrador local. Luego recorrí todas las categorías: un año más tarde era árbitro local. De 1998 a 2001 pité en Segunda B, de 2001 a 2003 en Segunda y de 2003 a la actualidad en Primera. Ahora simultanearé los viajes fuera de España con mi labor en las pistas nacionales, allá donde me envíen. A diferencia del fútbol, los árbitros de fútbol sala podemos impartir justicia en Primera y en Provincial en la misma temporada.

-¿Se diferencia mucho la labor del árbitro de balompié sobre la de su homólogo de fútbol sala?

-Nosotros pitamos en pareja, moviéndonos por la banda, sin pisar el 40 por 20 mientras la bola está en juego. El partido consta de dos partes de veinte minutos a reloj parado cada una, lo que, en tiempo natural, viene a rondar la hora y cuarto. El descanso se extiende durante diez minutos. Cada equipo despliega cinco jugadores (cuatro más el portero). En España los dos árbitros nos compenetramos desde nuestro mismo rango, en la FIFA sí hay un principal. Cuando los partidos se televisan nos incorporan una comunicación por micrófonos. Además, nosotros no somos profesionales. En mi caso, compatibilizo el silbato con mi labor de delineante. Pero no por ello estamos libres de exigencia. Debemos pasar dos pruebas físicas anuales. Por citar un ejemplo, los 30 metros lisos hay que correrlos en menos de 4´60´´.

-¿Cómo es la Primera División del fútbol sala español?

-Esta temporada incluye quince equipos. Normalmente son dieciséis, pero a última hora se retiró el Caja Segovia por problemas económicos. Los clubes funcionan básicamente gracias a la esponsorización, ya que los taquillajes, con asistencias de entre 1.000 y 3.000 espectadores, 5.000 en las finales, resultan insuficientes. Los jugadores de los equipos que normalmente se sitúan arriba (Barcelona, Inter Movistar o El Pozo) son profesionales, mientras que los que visten las elásticas de conjuntos que suelen transitar por la zona media son semiprofesionales. El Jaén Paraíso Interior es el único andaluz en el máximo nivel.

-¿Se sufre mucha presión?

-El público se sitúa cerca de los colegiados, en torno a un metro o metro y medio de distancia, pero se lleva bien. Personalmente, creo que lo más complicado es mantener el mismo nivel disciplinario. Supongo que dejamos protestar menos a los jugadores que en el fútbol, en una cancha se oye más lo que dicen.

-¿Qué logros figuran pendientes en el camino?

-El arbitraje internacional se divide en cuatro categorías: de menor a mayor Tercera, Segunda, Primera y Elite. Entro nuevo, de forma que me incluyen en Tercera. A partir de ahí, el objetivo es continuar subiendo. Antes de agosto es seguro que no pitaré ningún partido oficial, pero algún amistoso sí haré. El fútbol sala registra pocas competiciones internacionales: a nivel de clubes la cita es la UEFA FUTSAL CUP. Por supuesto, hay competición de selecciones, pero llegado a este punto debo advertir que sólo los colegiados de Elite y Primera están cualificados para Eurocopa y Mundiales. El Europeo será en Bélgica, en Febrero. Podría tocar el silbato en el Mundial de Colombia, en 2016. Pero hay que ir poco a poco.