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Natación sincronizada

La medalla que les pertenecía

  • La laureada natación sincronizada de España logra colgarse al fin un metal olímpico · Mengual y Fuentes, segundas tras las rusas, esperan volver al podio en la prueba por equipos

Gemma Mengual, Andrea Fuentes y la natación sincronizada española ya tienen su medalla olímpica, una de plata, ganada a lo largo de tres días de competición en los Juegos Olímpicos de Pekín, y lo hicieron ante las rusas Anastasia Davyidova y Anastasia Ermakova que ayer lograron nada menos cinco dieces y la medalla de oro.

La natación sincronizada es uno de los deportes que en España tiene más medallas internacionales, pero nunca había ganado una olímpica. De Mundiales, Europeos, de grandes competiciones, acumula varias decenas en los últimos años desde que Gemma Mengual destacó hace una década y empezó a tirar de esta modalidad junto a la seleccionadora nacional, Anna Tarrés, parte muy importante de este éxito en Pekín.

En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, entonces formando equipo con Paola Tirados, se quedó a un puesto de subir al podio cuando casi daba por hecho que lo haría. Fue una gran decepción de la que ayer se tomó cumplida venganza. Ya la tiene, ya se puede retirar tranquila cuando dentro de un año nade en los Mundiales de Roma.

Tras anunciar que estos serán sus últimos Juegos, Gemma Mengual, de 31 años, acaba de conseguir en la capital china su medalla olímpica el mismo año que se proclamó campeona de Europa en solo en los pasados continentales de Eindhoven (Holanda), ciudad en la que España ganó cuatro medallas de oro en el pasado marzo.

Ayer, las españolas, con el ejercicio basado en la ópera Fama, fueron segundas tras las Anastasias rusas como se conoce a Davydova y Ermakova, que revalidaron su título olímpico de la capital griega y la hegemonía de Rusia en este deporte.

Las Anastasias, también en su despedida olímpica, sumaron cinco dieces en el ejercicio de ayer en cuanto a impresión técnica y tres dieces en la artística. Un ejercicio casi perfecto.

Con una nota de 49,334 en la rutina técnica y 49,917 en la libre a lo largo de los tres días de competición, que les dio un total de 99,251, frente a las españolas que consiguieron 98,334, con un diez, al igual que el día anterior en la eliminatoria de la rutina libre. Este fue el cuarto diez que recibió la pareja española.

Con la presencia en la tribuna del Cubo de agua de la reina Sofía y la infanta Cristina, Mengual y Fuentes recibieron una nota de 48,834 en la rutina técnica y 49,500 en la libre de ayer por la tarde. En el ejercicio de ayer consiguieron 49,500 tanto en la impresión artística como en la vertiente técnica.

En la lucha por la medalla de bronce, las japonesas Saho Harada y Emiko Suzuki se impusieron finalmente a la pareja china formada por las hermanas gemelas Tingting y Wenwen Jiang, con una suma total de 97,167 puntos por 83,334 de las locales, una ventaja superior a la prevista.

Los jueces valoraron a las niponas con 48,250 y 48,917 y a las nadadoras locales con 48,084 y 48,250, respectivamente.

Tras las nadadoras chinas se clasificaron las estadounidenses Christina Jones y Andrea Nott, con 96,334 puntos; en sexto lugar lo hicieron las canadienses Marie Pier Boudreau Gagnon e Isabelle Rampling, con 95,084; por delante de las italianas Beatrice Adelizzi y Giulia Lapi, séptimas con 93,751.

La pareja ucraniana formada por Daria Iuskho y Ksenya Sydorenko fue octava, con 92,668 de puntuación, y la holandesa, con las hermanas Bianca y Sonja van der Velden, novena, con una nota final de 91,667.

Al término de su ejercicio, Gemma Megual declaró estar en éxtasis y Andrea Fuentes en "el séptimo cielo". "Nos hemos dada las gracias. Para ellas es importante tener la sensación de que han luchado", dijo Tarrés, la entrenadora española, sobre las rusas. Mañana, las nadadoras volverán a competir en la competición por equipos.

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