La gaditana Amelia Romero, estrella dentro y fuera de la pista

Fútbol sala

Ella y su familia acogen a la brasileña Ari, compañera de club, para no dejarla sola durante el confinamiento.

"Lo menos injusto sería dar por anulada la competición; si nos proclaman campeonas, el título será agridulce".

Amelia (i) y Ari realizan ejercicios en el garaje de la casa de la familia de la gaditana.
Amelia (i) y Ari realizan ejercicios en el garaje de la casa de la familia de la gaditana.
Willy Doña

25 de abril 2020 - 06:31

Cádiz/Elegida segunda mejor jugadora de fútbol sala a nivel mundial de los años 2017 y 2018, la internacional gaditana Amelia Romero está pasando en la ciudad que la vio nacer el obligado confinamiento provocado por la pandemia del Covid-19. Llegó escasos días antes de decretarse el estado de alarma y comparte techo con sus padres, su hermano y Ari, brasileña que también juega en el Futsi Atlético de Navalcarnero.

Amelia relata cómo la plantilla colchonera pidió el cese de los entrenamientos: "Al principio no le dábamos tanta importancia porque los medios de comunicación y las autoridades tampoco se la daban, pero enseguida observamos incoherencias, con el cierre de los colegios en la Comunidad de Madrid cuando solo dos días antes se habían permitido eventos multitudinarios, incluida una manifestación. En la plantilla cundió el desconcierto y entró cierto miedo porque varias compañeras tienen familiares con patologías, lo que incrementaba su vulnerabilidad. En ese momento, las jugadoras solicitamos la finalización de los entrenamientos, una decisión respetada por el cuerpo técnico y el club".

En los primeros momentos dudó sobre la conveniencia de trasladarse a Cádiz: "La última sesión de entrenamiento la llevamos a cabo el lunes 9 de marzo y el jueves 12 me vine para Cádiz con mi coche, cuanto antes para no tener dificultades de desplazamiento. No tenía muy claro lo de venirme por la preocupación por mis padres, pero en realidad vivo en Navalcarnero, que está a unos 50 kilómetros al sur de Madrid capital y el problema era muy diferente en uno y en otro sitio".

"Cuando mi madre me llamó diciéndome 'niña, ¿cuándo te vas a bajar?', lo preparé todo de inmediato"

El semáforo verde para emprender el viaje lo encendió su madre gracias a un telefonazo más que oportuno: "No moví un dedo ni hice planes hasta que recibí el miércoles 11 la ansiada llamada de mi madre diciéndome 'niña, ¿cuándo te vas a bajar?'. Tras pedírmelo ella, lo preparé todo de inmediato. Hice rápidamente una maleta gigante con ropa, que la mayoría no estoy utilizando al final por razones obvias, y salí para acá horas más tarde, unos días antes de decretarse el estado de alarma. Era lo que yo quería, pasar la previsible cuarentena con mis padres y mi hermano. Por cierto, este (Alejandro, primer entrenador del Cádiz FS femenino de fútbol sala) estuvo la primera semana algo reacio a acercarse a mí porque había llegado desde la provincia madrileña, pero se fue dando cuenta de que no había problema alguno".

Su grandeza dentro de la cancha se extendió hacia fuera de la misma gracias a un gesto sobrado de compañerismo y humanidad: "Ari, una jugadora brasileña, es compañera de equipo y de piso. Marcharse a Sudamérica no era lo más adecuado, por lo que se iba a quedar a pasar la cuarentena sola en un país que no es el suyo, con todo lo que eso conlleva. No lo pensé dos veces y le dije que se viniera conmigo. Me respondió afirmativamente y está muy agradecida. Mi madre siempre me ha inculcado que es mejor estar acompañada que sola y que donde comen dos comen tres. Ahora, mi hermano bromea diciéndole que la quiere fichar para el Cádiz FS".

El trabajo está a la orden del día bajo la supervisión de un cuerpo técnico bastante exigente, sobre todo en la parcela táctica: "El entrenador y el preparador físico nos mandan los entrenamientos individuales y otros de carácter colectivo los hacemos on line. Además, utilizando vídeos analizamos el trabajo táctico de nuestro equipo. Hemos marcado más de 150 goles y los hemos estudiado minuciosamente, uno por uno. Vamos, que después de la cuarentena a las jugadoras de la plantilla nos deberían reconocer al menos el nivel 1 de entrenador".

El programa semanal es de lo más completo, con baile incluido: "Estamos haciendo ejercicios diferentes a los habituales por la necesidad de adaptarnos a los espacios reducidos, casi todos de fuerza o de abdominales. Con los de fuerza incluso nos aparecen de vez en cuando agujetas. Y los viernes nos toca sesión de baile colectivo, como broche algo lúdico a la semana".

"No repetir por tercer año seguido en la lista de las diez mejores del mundo no ha sido una decepción"

Durante el último tramo de marzo se dieron a conocer los premios Futsal Planet a los mejores jugadores de fútbol sala del mundo de 2019, lista en la que esta vez no figuró Amelia: "No ha sido una decepción porque no estaba esperando figurar de nuevo entre las diez primeras. Lo de estar en esa lista tanto en 2017 como en 2018, y encima en el segundo puesto, era algo con lo que ni soñaba. Yo he seguido trabajando igual pero no haber repetido en 2019 no supone desilusión ni sorpresa. Mi auténtico objetivo, como siempre, sigue siendo ganar títulos colectivos. Yo, con que haya españolas en esa lista, feliz y contenta. Ojalá que alguna de mi país desbanque algún año a Amandinha".

La temporada se ha visto muy cercenada para el Futsi Atlético en cuanto a competiciones deportivas: "Justo después de Semana Santa teníamos el Europeo de clubes, que se aplazó y en principio ha sido trasladado al año que viene. En la Liga de Primera División marchamos en cabeza con un pleno de 23 victorias en 23 jornadas, a falta de siete. Le llevamos siete puntos al segundo, pero eso no quiere decir mucho porque el título liguero se iba a decidir en un play-off entre los cuatro primeros clasificados. Terminar se antoja inviable porque las jugadoras no somos profesionales, tenemos claro que no podemos jugar cada tres días ni después del 15 de julio. Haciendo un esfuerzo podríamos llegar hasta ese día, pero luego viene el tiempo de los trabajos de verano, las vacaciones, los estudios…".

Su sinceridad puede con todo a la hora de evaluar qué decisión se debería tomar con la Liga: "Para mí, lo menos injusto sería dar por anulada la competición. Soy sincera y si nos proclaman campeonas sin jugar, por ir líderes, sería un título muy agridulce. En cualquier caso, en lo que menos pienso ahora mismo es en lo deportivo. Todo hay que centrarlo en la salud de las personas".

La internacional no quiere que la conversación acabe "sin agradecer el compromiso de nuestro club. No somos jugadoras profesionales pero muchas estamos dadas de alta en la Seguridad Social. El presidente ha dicho que cumplirá todos los contratos y los acuerdos firmados hasta el 30 de junio. Eso es algo digno de elogio porque otros clubes han optado por los ERTEs. Detalles como este convierten a nuestro club en más grande todavía y no solo en el terreno puramente deportivo".

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