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Vuelve Cavendish

  • El británico se resarce de su abandono del año pasado en la primera etapa y arrebata al sprint el que habría sido el tercer triunfo de Greipel

Mark Cavendish (Etixx) volvió a levantar los brazos en el Tour de Francia para celebrar su victoria número 26, con la que evitó el triplete de André Greipel (Lotto) en un disputado sprint que cerró la séptima etapa entre Livarot y Fougeres y en la que Chris Froome (Sky) se mantuvo líder.

En un selecto sprint en el que sólo se metieron los grandes velocistas, el Expreso de Man, de 30 años, mantuvo el pulso con Greipel cuando éste lanzó su ataque ganador, y lo superó en los últimos 200 metros con autoridad, evitando un triplete del alemán que le hubiera resultado humillante.

La exhibición de Cavendish, dolido en su orgullo tras la retirada del año pasado en la primera etapa en Harrogate, cerca de su casa, hizo inútil el esfuerzo de todos sus rivales directos. Nada pudieron hacer Peter Sagan (Tinkoff), John Degenkolb (Giant) o Alexander Kristoff (Katusha).

Con el grito de Cavendish finalizó un día tranquilo, de calor, disputado a ritmo moderado, en el que los favoritos se borraron de la zona de riesgo para que hablaran los hombres bala. La mente de la alta jerarquía de la general ya estaba en el Muro de Bretaña, que espera hoy para disputar un puñado de segundos.

El jefe reconocido del Tour una vez cumplida la primera semana es Froome. El británico, vestido de amarillo, encara el final del Muro y la cronometrada por equipos con una buena renta. De momento, tiene a Alberto Contador (Tinkoff) a 36 segundos; a Vincenzo Nibali (Astana), a 1.30 minutos; y a los hombres fuertes del Movistar, Nairo Quintana y Alejandro Valverde, a 2.

El trayecto desde la pequeña localidad normanda de Livarot (2.500 habitantes), famosa por su queso, hasta la bretona de Fougeres, ciudad descrita por Balzac en Les Chouans, empezó sin líder tras el abandono de Tony Martin (Etixx) y con susto. Contador se fue al suelo en la marcha neutralizada. Única caída del día, y sin consecuencias. Justo iba hablando con sus compañeros "de las caídas", según comentó en la meta.

Cuando el madrileño se volvió a subir a la bicicleta ya se había formado un quinteto para la estéril escapada del día, con el nuevo ídolo africano y líder de la montaña, Daniel Teklehaimanot (MTN) junto a Luis Ángel Maté (Cofidis) y otros tantos aventureros.

El pelotón los mantuvo a raya en todo momento. Los equipos de los velocistas se encargaron de que no se les fuera el asunto de las manos y la caza se produjo a 12 kilómetros de meta, aunque Maté se rebeló un rato antes de tirar la toalla.

Los kilómetros de aproximación a Fougeres los hizo el Sky al frente, a 70 por hora. Luego la gestión pasó a los equipos interesados en la etapa. Y lo habitual. Pelea por coger la cabeza y entrar bien colocado en la recta de meta. Greipel atacó de lejos y Cavendish marcó a Kristoff, que era su rueda, pero como el noruego no reaccionaba saltó detrás del alemán y lo rebasó con poderío.

Cavendish, hambriento de triunfos, dedicó la victoria a su compañero Tony Martin y destacó la caballerosidad de Greipel "porque me pudo mandar contra las vallas y no lo hizo". Su victoria número 26 en el Tour lo sitúa a dos de Bernard Hinault y a ocho de Eddy Merckx.

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