El piloto conileño Marcos Ramírez (16-12-1997) parte de viaje hoy rumbo a Austria para estrenarse el próximo fin de semana en el Campeonato del Mundo de Moto3, cuya décima prueba se disputa en el circuito Red Bull Ring-Spielberg, tras firmar hace unos días con el equipo Platinum Bay Real Estate para lo que resta de temporada. A pesar de su condición de debutante, muestra un desparpajo y atrevimiento sin duda necesarios encima de la moto y que podrían abrirle definitivamente las puertas del gran circo de las dos ruedas.

-El Mundial de Moto3 supone un salto importante y también inesperado, ¿no?

-Es cierto que ni siquiera conozco a la gente del equipo por el que he fichado, pero estoy convencido que haber estado líder del Mundial junior y marchar en estos momentos segundo seguro que ha influido para que me llamaran.

-Por no conocer, ni siquiera has tomado contacto con la moto...

-Bueno, ya piloté una Mahindra de otro año, pero el viernes será la primera vez que piloto la moto con la que correré el domingo.

-Una complicación añadida a las propias del debut, ¿verdad?

-Mi pensamiento es ganador. Voy a intentar sacarle el máximo a la moto, hacer lo máximo que se pueda. De todas formas, la moto es competitiva, tiene el cambio nuevo y poco a poco irá mejorando.

-Pero, al igual que le pasará al también español Albert Arenas, otro debutante, ¿se necesita un periodo de adaptación?

-Eso da igual. Mi objetivo es entrar entre los 15 primeros, puntuar. En realidad el objetivo para lo que resta de temporada es sumar el máximo de puntos posibles.

-Por ambición no será...

-Con la experiencia de los años aprendes a pilotar con más tranquilidad, con más cabeza. Pero en este deporte hay que arriesgar, eso está claro, aunque si estás delante y sabes que te puede valer un resultado concreto que no sea vencer, pues tienes que luchar por el objetivo final y saber cuándo debes arriesgar y cuándo no.

-La voz de la experiencia, pese a la juventud.

-Claro. Esta temporada, por ejemplo, en Montmeló apreté más de la cuenta y acabé cayéndome.

-¿Qué sabes de los que serán tus rivales?

-En el Mundial conozco a casi todos los pilotos porque hemos coincidido en muchas categorías. No me siento inferior a ninguno. A veces les he ganado, otras no. Sé que puedo estar con ellos.

-¿Tanta confianza se trabaja o se hereda?

-No sé. Desde luego a los 2 años ya conducía un quad.

-Talento prematuro...

-Mis inicios, ya con motos, fueron en el motocross y luego en las minimotos, aunque no iba bien. Sin embargo, cuando empecé a pilotar motos grandes la cosa comenzó a ir mejor.

-¿Y en qué momento se dan cuenta el niño y/o los padres que la cosa puede ir en serio?

-Con 9 años conquisté mi primer Campeonato de Andalucía. Creo que a partir de ahí. De hecho, desde entonces he conseguido muchos más títulos regionales, dos del Campeonato de España y el pasado año el Europeo de 600.

-¿Sientes presión por pasar a ser una referencia del motociclismo en la provincia?

-Soy consciente de que soy el único gaditano en el Mundial desde que estuvo Moncayo. Lo de Alberto fue una lástima porque da igual lo que hayas hecho antes. Si flaqueas, lo pagas inmediatamente.

-Claro, eso de que cuando caes desaparecen los amigos...

-En Andalucía no se apuesta en firme por el motociclismo, pese a que tenemos el Circuito de Jerez. En cambio en Cataluña se hace y por eso hay tantos pilotos catalanes en la élite.

-Bueno, pero Marcos Ramírez sí cuenta con algún apoyo, ¿no?

-Menos de lo que desearía. Por supuesto tengo que agradecer la ayuda de mis patrocinadores, LS2, Helmets, Carpas Keops, Glamour y Diputación. Aparte de eso, prácticamente sólo mi familia.