El Villarreal mira hacia arriba

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Nilmar y Rossi desmontan a un Atlético que se queja de la actuación del árbitro

Ujfalusi cubre la pelota ante la presión de Rossi.
Ujfalusi cubre la pelota ante la presión de Rossi.
Efe / Villarreal

25 de octubre 2010 - 05:02

VILLARREAL: Diego López, Ángel, Gonzalo, Marchena, Capdevila, Bruno, Senna (Matilla, 46'), Cazorla, Cani, Nilmar (Mario, 84') y Rossi (Marco Ruben, 88'). AT. MADRID: De Gea, Ujfalusi, Godín, Perea, Filipe, Assunçao (Forlán, 57'), Raúl García, Simao (Fran Merida, 78'), Reyes, Agüero, Diego Costa (Tiago, 57') y Reyes. Árbitro: Ramírez Domínguez (andaluz). Amonestó a Bruno, Rossi y a Perea, Diego Costa, Reyes. Expulsó a Quique Sánchez Flores por las protestas de la primera parte. Goles: 1-0 (9') Cani. 2-0 (52') Rossi. Incidencias: Partido disputado en El Madrigal ante unos 21.000 espectadores.

Una genialidad de Nilmar, que culminó Cani, y otro gran tanto del italiano Giuseppe Rossi dieron una victoria de calidad al Villarreal frente a un Atlético que acusó falta de pegada y reclamó tres penaltis.

El conjunto de Quique Sánchez Flores, que dejó al uruguayo Diego Forlán en el banquillo, comenzó muy enchufado y con ganas de buscar la portería del Villarreal. Lo hizo en los primeros cinco minutos, en los que el equipo madrileño generó un posible penalti de Bruno a Simao, un gol bien anulado a Agüero, por un fuera de juego muy justo y otra llegada peligrosa al área de Diego López.

Por ello, parecía que los locales no tendrían una primera parte plácida. Pero justo en ese momento apareció Nilmar, que se inventó una jugada y se plantó en el área para asistir a Cani, y que éste superara a De Gea, con un toque sutil. Un gol que atemperó los ánimos y que hizo que el Villarreal comenzara a dominar la pelota y el ritmo de juego. Con un juego inteligente, los locales no arriesgaron el balón, a la espera de sorprender en una contra.

Ello hizo que, durante media hora, los visitantes tuvieran muchos problemas para crear peligro y para acercarse al área de Diego López. Y, por el contrario, era Nilmar el que de vez en cuando se acercaba a los dominios de De Gea. Tan sólo al borde del descanso volvió a tener una buena oportunidad el Atlético, con un disparo del uruguayo Diego Godín, rechazado por Diego López. El balón lo recogió Agüero junto a la línea de fondo y fue derribado por Gonzalo Rodríguez, justo en el momento en el que el árbitro pitaba el final del primer tiempo.

Ello propició una avalancha de jugadores y técnicos del Atlético de Madrid rodeando al árbitro en el centro del campo y exigiendo esa pena máxima a Ramírez Domínguez, que camino del vestuario expulsó a Quique Sánchez Flores. Y con esa sensación de que el partido estaba caliente empezó la segunda parte. Pero esa calentura se encargó de atemperarla Rossi, quien se fabricó un gol en una genial jugada dentro del área y puso a los siete minutos el segundo gol.

A partir de ese gol, el Atlético dominó el encuentro, pero nunca llegó a inquietar. El conjunto rojiblanco reclamó un tercer penalti a Agüero.

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