Fútbol | Primera División RFEF

Victoria de prestigio del San Fernando en la visita al Barcelona B (0-2)

  • Los isleños prolongan su gran momento con otro partido sobresaliente en un campo tan difícil como el Johan Cruyff de la Ciudad Condal

  • Bicho y Ferrón firman en el primer periodo los goles del titular de La Isla

Sergio Cortés despeja una pelota ante un contrario con la ayuda de Juan Agüero.

Sergio Cortés despeja una pelota ante un contrario con la ayuda de Juan Agüero.

Increíble. Si cerramos los ojos y nos traslados a hace menos de un mes, concretamente a finales de octubre, en la jornada 10 de competición, pensamos en un equipo roto, sin fe, que había caído en Albacete y donde se cuestionaba, y de qué manera, a su técnico, Nacho Castro. Pues solamente han transcurrido cuatro jornadas desde entonces y el San Fernando ha conseguido cuatro victorias consecutivas, ha dejado atrás los puestos de descenso y se ha colocado con autoridad en la zona media de la tabla.

Los de La Isla han cambiado tan radicalmente que se atreven a tutear a cualquier equipo, a vencer en cualquier campo, a dar una muestra incomparable de buen fútbol, con una primera parte para enmarcar, y a saber sufrir durante los segundos cuarenta y cinco minutos de juego ante un todopoderoso Barcelona B que cuenta con un aluvión de magníficos jugadores pero que tuvo que claudicar ante el orden, el concierto, el buen hacer y el nivel que, en estos momentos, atesora el conjunto isleño.

El San Fernando ganó en Barcelona. Y lo hizo con justicia, merecedor de esta victoria por lo que mostró en la primera mitad y lo que dejó de mostrar en la segunda, donde apenas dio resquicio al rival, donde supo ponerse el cuchillo entre los dientes y apretar, hasta el punto que desesperó al contrario.

El San Fernando ganó en Barcelona dando muestras de que es un equipo con un enorme potencial, dispuesto a plantar cara a todos y cada uno de los conjuntos que militan en esta complicada y difícil Primera RFEF y porque ha ido aprendiendo partido a partido de las derrotas, de los malos momentos y de los errores cometidos en un primer tramo de Liga que ya está guardado, pero no olvidado.

De hecho, el San Fernando ganó en Barcelona porque en la primera parte supo jugarle al rival, ahogarlo en su parcela, no dejarlo hilvanar jugada alguna y robar balones comprometidos, hasta el punto que esta situación le llevó a irse al descanso con la renta de cero a dos que, a la postre, fue definitiva.

La primera parte tuvo intensidad, tuvo verticalidad, tuvo momentos de gran juego y, muchas, demasiadas, jugadas de peligro, cosa inaudita en este bendito deporte.

Por ello, los primeros en asomarse fueron los de La Isla, que contaron con un primera oportunidad en el minuto 10 de juego, tras un inicio de estudio y de lucha por adueñarse del partido. Fue Luis Ruiz el que centró desde la banda derecha para que, tras un doble fallo de la retaguardia blaugrana, Francis Ferrón no llegase por poco al remate a bocajarro.

A partir de ese momento el encuentro se disparó y en el 14’ fue el equipo local, con un centro abajo de Ndiayé que llegó a Rodado para disparar alto, los que mostraron sus armas. En el 17’ el propio Rodado remató a las manos de Perales una falta botada por Aranda. Y en el 19’ fue Matheus el que contó con su oportunidad tras encontrarse un balón en el área azulina. Su disparo chocó en un inconmensurable Sergio Ayala.

Pero eso fue lo que le duraron las oportunidades al Barça B, porque en el 25' una jugada increíble de Biabiany terminó con un centro que era un caramelo para que Juanmi Callejón lo abriese y se comiese su contenido. Pero, inexplicablemente, su remate en solitario se fue alto.

Disparaban los azulinos, que terminaron de tumbar al rival en el 31’ cuando Juanmi Callejón disparó magistralmente una falta y en el rechace Bicho fue el más listo de la clase. Era el cero a uno y los isleños allanaban el camino de la cuarta victoria consecutiva.

Reaccionaron los azulgranas, pero los isleños no perdían ni un ápice su compostura. Pudieron igualar en el 35’ y en el 36’, pero la suerte les fue esquiva y, sin embargo, los de La Isla iban a golpear definitivamente por segunda vez en el 38'.

De nuevo Biabiany, de nuevo por banda y de nuevo un caramelo que, en esta ocasión sí, decidió abrir Francis Ferrón en el corazón del área chica. Era el cero a dos era el júbilo y era la confirmación del mejor momento azulino de la temporada.

Así finalizó la primera parte, dando paso a una segunda para enmarcar, pero en aspecto defensivo. Los isleños no se despistaron en ningún momento y no dieron muestras de nerviosismo en todos los segundos cuarenta y cinco minutos de juego.

Y eso que el Barça B apretó, y de lo lindo. Los jóvenes del Barcelona, se hicieron dueños y señores del encuentro y crearon incertidumbre, pero sólo eso, incertidumbre. Bien es cierto que gozaron de ocasiones para acortar distancias, sobre todo en el 72’ con un centro de Matheus que pudo ser gol olímpico y con un disparo en el 76’ que repelió el travesaño.

Pero no es menos cierto que los de La Isla tuvieron ocasiones de desplegar el contraataque, de aumentar la ventaja, sobre todo por mediación de Bicho en el 87’ y en el 91’. En cualquier caso, la balanza ya estaba decantada de un lado, del azulino, ayer de verde. De ese equipo que , hoy por hoy, está embalado.

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