Vaya locura de enfermería

Los grandes de España, Barcelona y Real Madrid, se quejan con razón en los últimos días del problema que están suscitando las lesiones en sus plantillas, cayendo jugadores de peso. El Cádiz no es menos y la enfermería empieza a sumar integrantes cuando apenas se lleva un mes de competición. Al consabido Andrés Sánchez, lesionado desde el play-off de la pasada campaña, se han ido uniendo Juanjo y Mantecón. Ayer empeoró la situación con los problemas físicos de Cristian Márquez, el único lateral derecho disponible, que por el momento es duda para jugar en Marbella.

Las dolencias se empiezan a cebar con un Cádiz que tiene que amoldarse a las circunstancias, pero el problema radica en que las lesiones están castigando en exceso una misma posición, el lateral derecho. A expensas de que Cristian Márquez mejore en las próximas horas, Claudio sólo puede disponer del lateral ex del Córdoba B, ya que Juanjo -el otro futbolista para ese puesto- y Mantecón -solución de emergencia otras veces- se encuentran fuera de combate debido a sendas lesiones. Juanjo, que ya durante la pretemporada se vio obligado a parar más de la cuenta por un esguince de tobillo, ahora está recuperándose de problemas musculares en un abductor. El jugador ha empezado a hacer algún trabajo con el grupo, si bien es complejo que esté para Marbella. En el caso de Mantecón, una fascitis plantar le tiene esta semana alejado del equipo y descartado para la cita de mañana en Marbella.

El primer objetivo pasa por recuperar a tiempo a Cristian Márquez, lo que parece posible cuando ayer no se tomó la decisión de citar a entrenar con el primer equipo a Manu Sánchez, el lateral derecho titular del filial que la campaña pasada hizo su debut con el primer equipo en la última jornada de Liga (Arroyo-Cádiz). Si Cristian no estuviera para jugar ni tampoco se recurriera al Cádiz B, la solución podría estar en pasar a Servando del centro al lateral, situando como pareja de centrales a Aridane y Josete.

Los sustos con las lesiones no acaban ahí, ya que Pol Ballesté está aquejado de problemas en un tobillo como consecuencia de un leve esguince. Tanto es así que el portero del filial, Álex Lázaro, se mantuvo ayer trabajando con el plantel profesional cuando lo normal es que los viernes baje al Cádiz B. Hoy se ejercitará de nuevo a las órdenes de Claudio Barragán, lo que hace pensar que podría tener opciones de ir citado a Marbella si el tobillo de Pol no ofrece garantías.

Claudio tiene en su poder toda la información necesaria sobre el Marbella FC, un equipo muy antipático para jugarle en su campo que tiene en el físico uno de sus fuertes. "Es un conjunto con altura y competitividad, por lo que no será nada fácil. Debemos salir ganadores de todos los duelos, tanto por arriba como por abajo, y sabiendo que no nos van a regalar nada". El estilo de la escuadra malagueña hará que el Cádiz deba hacer frente a un duelo intenso y de máxima exigencia. "El Marbella sale con una motivación extra en cada partido y conociendo a su entrenador, seguro que se mostrarán contundentes y agresivos en todas las acciones", advirtió el valenciano. "Es un equipo rocoso que no te deja respirar, lo que hará que tengamos que trabajar de lo lindo para traernos algo positivo de Marbella", apostilló.

El entrenador se refirió, tras ser preguntado, al distanciamiento de Quique Pina con Manuel Vizcaíno. "Con la buena línea del equipo me ha llamado la atención el follón que se ha montado. El equipo lo ha llevado bien y ha estado la margen".