La XLI Olimpiada Marianista quedó clausurada a mediodía del domingo en el Colegio Hermanos Amorós (Madrid), donde se celebró entre los días 27 y 30 del último mes del año con éxito de participación.

El Colegio San Felipe Neri mostró un elevado nivel competitivo, reflejo de la constante labor que desarrolla durante todo el año, y consiguió una abultada cosecha de medallas que llegó hasta las 25: diez por equipos y 15 individuales. Divididas por metal, once fueron de oro, nueve de plata y cinco de bronce.

El centro educativo gaditano se llevó cinco oros por equipos: baloncesto infantil femenino, voleibol cadete femenino, fútbol 7 alevín masculino, fútbol sala infantil femenino y atletismo infantil masculino.

Cuatro fueron las preseas de plata obtenidas por San Felipe Neri en equipos: fútbol sala juvenil femenino, balonmano infantil masculino, atletismo cadete femenino y atletismo alevín femenino. La buena actuación colectiva quedó redondeada con un bronce en natación alevín masculino.

En el apartado individual también llovieron las medallas. En atletismo, la cuenta de medallas de San Felipe se elevó a 12, con seis oros, cuatro platas y dos bronces.Gonzalo Altero subió al cajón más alto del podio en las pruebas de salto de altura y salto de longitud infantil masculino. Lucía Revenga fue campeona en velocidad y salto de longitud cadete femenino. Teresa García se adjudicó el oro en salto de altura alevín femenino y las cadetes de San Felipe Neri llegaron primeras a la meta en los relevos 4x100 femeninos.

Raúl Ortega se colgó la plata en salto de altura infantil masculino, al igual que Marta León en fondo alevín femenino y María Navarro en fondo cadete femenino, además de las chicas del relevo 4x60 alevín femenino. Se llevaron el bronce Fran Palomo en velocidad infantil masculino y el relevo alevín del 4x60 masculino.

San Felipe Neri capturó tres medallas en natación –una plata y dos bronces–. Pablo Castellanos quedó subcampeón en la modalidad de 50 metros espalda en la categoría alevín masculino. Virginia Palma se hizo con tercer puesto en 50 metros braza alevín femenino, y Pablo Fernández logró la misma plaza en 50 metos espalda infantil masculino.

Más allá de las medallas, el auténtico premio fue la convivencia entre alumnos de 16 colegios marianistas de todas España reunidos en torno al deporte. Unos días inolvidables en los que predominaron los valores de la educación en el deporte.

El Colegio Santa María de Zaragoza toma el relevo de Hermanos Amorós y será la sede de la próxima edición de la Olimpiada Marianista en diciembre de 2019, una cita a la que no faltará San Felipe Neri.