fútbol ascenso a división de honor andaluza

La Roteña se lleva el gato al agua

  • El Bazán no puede refrendar su gran temporada y cede un empate a uno que da el ascenso a los rojillos

Los jugadores de la Roteña celebran el logro.

Los jugadores de la Roteña celebran el logro. / sonia ramos

No le sentó bien al Bazán el exilio. No le sentó bien al Bazán la pérdida in extremis por una sanción llegada en la mañana de ayer de Jesús Pecci bajo el mando del equipo. No le sentó bien al Bazán el jugarse el ascenso después de tantos días de parón. Y la ilusión, la esperanza y las ganas se quedaron en ponerlas sobre el campo, pero no refrendadas con un resultado que le hubiese puesto la guinda a una gran temporada, una campaña muy buena.

El Bazán no pudo ascender, lo hizo la Roteña, un equipo ordenado, con grandes jugadores que supo en todo momento a lo que jugaba. Pero no puede quedar en el olvido el tremendo y espectacular trabajo que ha realizado la entidad isleña que ha llevado la ilusión por bandera durante todo un curso para enmarcar.

El partido fue del que hacía las veces de visitante prácticamente desde el principio, porque a los once minutos de juego los bazaneros ya empezaron a tener que remar en contra de corriente sin tener las fuerzas necesarias.

Tras el gol roteño, después de tres remates consecutivos y acompañado de dos paradones de Rafa, los de Pecci se descentraron hasta que le volvieron a coger el pulso al encuentro. El tanto, cuando el choque llegaba a la media hora de juego, espoleó entonces a un Bazán que apretó los dientes y ofreció sus mejores momentos antes de finalizar la primera mitad.

Pero en la segunda parte todo cambió. Arreones iniciales de los aurinegros tras los que de disiparon sus fuerzas y una Roteña que se agradaba con el paso de los minutos. En el 69' Reales tuvo la puntilla a la eliminatoria y al partido con un penalti cometido sobre su propia persona. Rafa, con otra enorme intervención, dio vida a su equipo, que se fue a la desesperada en busca del tanto que hiciese realidad el sueño del ascenso.

Pero éste no llegó, las fuerzas abandonaron y la Roteña contó con innumerables ocasiones para ganar un partido que fue emocionante y vibrante en su desarrollo, sobre todo por saber de qué lado caía una moneda que ya llevaba el nombre de Roteña escrito desde el comienzo.

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