Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

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La RFEF atropella al club

  • El juez único de Competición impone cuatro partidos de sanción a Juan Villar al considerar un insulto llamar "chulo" al árbitro de Almería La entidad cadista recurrirá ante Apelación

El juez único de Competición para Segunda División B, Francisco Rubio Sánchez -el órgano depende de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)-, no ha dejado escapar la oportunidad y se ha ensañado con Juan Villar y, por ende, con el Cádiz. Tanto el jugador como el club salen perjudicados con una decisión que en el seno de la entidad consideran desproporcionada, aunque nadie lo diga de manera oficial. Nada menos que con cuatro partidos de suspensión castiga Rubio al onubense, que fue expulsado en el minuto 70 del partido contra el Almería B, disputado el pasado domingo, por decirle "eres un chulo" al árbitro que dirigió el encuentro, el malagueño Raúl Chavet García. Esa es la frase reflejada por el colegiado en el acta y lo que recoge un árbitro en un documento oficial es sagrado pese a tratarse, en este caso, de un trencilla con claros antecedentes de trato incorrecto hacia los jugadores. Entre la palabra de uno y la del otro la que prevalece es la del director de la contienda. Da igual si es verdad o no lo que pone.

El juez considera que "eres un chulo" es un insulto, no un menosprecio, y actúa con mano de hierro al dejar al futbolista cuatro partidos fuera de los terrenos de juego, una sanción que no esperaba ni el afectado ni el club, que como mucho se hacían a la idea de un par de choques de suspensión. El juez aplica el artículo 94 del Código Disciplinario de la RFEF referido a insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas, que señala que "insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya, falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

El Cádiz es, desde hace algunos años, un muñeco de trapo que cualquiera puede pisotear, como queda demostrado una vez más si se observa el tratamiento otorgado a jugadores de otros clubes en otras temporadas. Portalcadista recordaba ayer algunos casos llamativos que dejan a las claras la injusticia cometida con Juan Villar y con el Cádiz. Por ejemplo, Camuñas, cuando militaba en Osasuna, sufrió la mitad de castigo (dos partidos) por decirle exactamente lo mismo al árbitro durante un partido, "eres un chulo". ¿Qué diferencia hay entre uno y otro? ¿Por qué si lo dice un jugador del Cádiz es un insulto y si lo suelta uno de otro equipo se trata sólo de un menosprecio?

Álvaro Negredo, en la actualidad enrolado en el Valencia, durante su etapa como integrante del Sevilla, fue expulsado por Rubinos Pérez por decirle a un asistente "me cago en tu puta madre" en un choque de equipo de Nervión ante el Almería en el estadio Juegos del Mediterráneo. Pero el Comité de Competición, en lugar de sancionar al delantero, convirtió la roja en amarilla y el ariete no fue castigado porque, según los que decidieron entonces, el jugador lo que hizo fue formular observaciones. A tenor del criterio empleado por el órgano disciplinario, se ve que es más grave decirle chulo a un árbitro que acordarse de su progenitora de esa manera tan grotesca.

El defensa del Madrid, Pepe, al término de un partido entre el cuadro blanco y el Villarreal, se dirigió al árbitro Paradas Romero para gritarle "vaya atraco, hijo de puta". El Comité de Competición sancionó al central con sólo dos partidos.

La cuestión es que la sanción acarrea que Juan Villar se pierda en principio las próximas cuatro jornadas ligueras salvo que haya una rebaja o una suspensión cautelar. No podrá vestirse de corto en los duelos contra El Palo, Balona, Lucena y Cartagena.

Los dirigentes del Cádiz no quisieron pronunciarse ayer de manera pública sobre la sanción, de la que ya tenían conocimiento la noche del pasado miércoles. El club se puso a trabajar en silencio con el objetivo de presentar un recurso ante el Comité de Apelación con el que buscará la rebaja de un castigo que considera desproporcionado. En ese recurso podría solicitar además la suspensión cautelar de la sanción en tanto se resuelve el contencioso. Dispone de diez días para presentarlo, aunque en principio lo hará con celeridad.

La humillación al Cádiz en esta caso es por partida doble. Primero, por la actuación del colegiado durante el partido y después por la decisión del juez único de Competición. Cuando el encuentro se acercaba al minuto 70, Juan Villar sufrió una dura entrada de un contrario y quedó tendido sobre el césped. Saltaron la doctora y el fisioterapeuta para atender al jugador y el árbitro se dedicó a meterles prisas. ¿Cómo iban a querer perder tiempo si el Cádiz perdía en ese momento? Chavet García prosiguió con su provocación y empezó a contar de diez hacia abajo (diez, nueve, ocho...) para presionar aún más con la idea de que abandonaran el terreno. Juan Villar le dijo algo que en realidad no se sabe con exactitud si fue "eres un chulo", pero así lo reflejó en el acta el trencilla, que expulsó al jugador. Aunque a Juan Villar no le faltó razón en su expresión, cayó en la trampa y se le fue la lengua en algo que debió callarse.

Además de aguantar la chulería del colegiado, que sale indemne de toda esta historia, después llega Competición y endosa nada menos que cuatro partidos a un jugador al que le llueven palos por todos lados. Y es que, unas horas después de la conclusión del partido, el club anunciaba la apertura de un expediente disciplinario a Juan Villar que puede costarle una sanción económica.

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